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nen a preguntar necesitamos hacerles un pequeño cues-
tionario para ver qué uso le van a dar a la silla, qué peso/
altura tiene su bebé, en qué tipo de vehículos se va a usar…
Todos estos factores determinan el tipo de silla recomen-
dada. Sin embargo, al final, es el cliente el que decide lo
que más le gusta. Cuando se les informa de todas las op-
ciones, las normativas y recomendaciones de seguridad,
los padres se suelen sorprender. Es tanta la información
que, generalmente, suelen venir hasta 3 y 4 veces hasta
que deciden la compra. Es una decisión que tiene que ser
adecuada y meditada y, para ello, estamos los puntos de
asesoramiento: para
orientar a los padres.
La adquisición de la silla depende mucho de dónde la
compres, ya que muchos puntos de venta no son más
que eso: ventas. Sin embargo, en otros casos, hay otros
aspectos que llevamos a cabo: formamos, asesoramos e
intentamos dar la mejor opción a nuestros clientes. Esto
requiere una dedicación personal extra, que nos exige for-
marnos y buscar soluciones. Desgraciadamente, en líneas
generales, las marcas no nos ayudan en este tema. Así,
en mi caso en particular, hacerlo posible ha sido todo una
dedicación personal ya que es una cuestión que me pre-
ocupa. ¡Cuántas veces he revisado sillas que ni siquiera
hemos vendido o ayudado a instalar otras! La verdad es
que -por desconocimiento- la gente no suele saber cómo
instalarlas bien y las coloca de cualquier manera, lo cual
hace que deje de ser efectiva e incluso puede resultar pe-
ligrosa. En varias ocasiones he visto sillas terriblemente
mal colocadas, por ejemplo, ¡en el sentido de la marcha”.
Previamente, ya se informa sobre la importancia de co-
locar la sillita en contramarcha pero no todos los padres
parecen muy receptivos. Por su parte, alegan que en la
posición recomendada, los niños se marean más, que se
aburren o que su hijo está acostumbrado a sentarse en
sentido marcha. “¿Cómo le va a cambiar ahora?, ¡qué lo-
cura!”, nos dicen.
¿Qué factores es necesario tener en cuenta?
Al final, parece más importante lo que el niño opine que
su propia seguridad. Llevamos más de 6 años recomen-
dando la importancia de poner la silla auto en contramar-
cha y la verdad es que parece que desde el año pasado
hay una mayor concienciación. Poco a poco se está convir-
tiendo en una tendencia en seguridad. Cada vez más fabri-
cantes sacan sillas contramarcha y para mayor tiempo.
En la actualidad, es posible llevar a un niño seguro hasta
los 7 años de edad.
Hay otro factor determinante a la hora de escoger silla:
nuestro vehículo. En ocasiones las sillas no se pueden ins-
talar por determinados factores: banquetas tipo deporti-
vas con inclinaciones muy pronunciadas, falta de espacio
en el habitáculo, ausencia de isofix, coches deportivos con
techos bajos o a veces coches de dos puertas que hacen
casi imposible introducir una silla en las plazas traseras
por la falta de espacio en el acceso…
Otro elemento importante es la desinformación en los
concesionarios. Me pasa habitualmente que vienen clien-
tes que acaban de adquirir un coche nuevo, supuestamen-
te familiar y resulta que se encuentran con un automóvil
cuatro plazas. No les aclaran que al colocar las dos sillas
en la parte trasera, la plaza central -que generalmente es
más pequeña (proporción 60/40/60)- queda anulada, por
lo que es imposible que un adulto pueda allí.
También es frecuente la complicación que tienen las fa-
milias numerosas de instalar 3 sistemas de retención por
la falta de sitio. La industria del automóvil también ha de
ponerse las pilas y hacernos coches realmente familiares.
En mi situación, mi familia y yo nos cambiamos hace cer-
ca de un año de vehículo. Me recorrí todos los concesio-
narios buscando un coche realmente familiar y la verdad
es que me sentí bastante engañada… Me aseguraban que
era familiar pero, cuando ponía mis dos sillitas de auto,
veíamos que era imposible sentarse en medio. Finalmen-
te, di con un modelo con plazas individuales y cinco con
isofix, lo que me permite instalar cómodamente las cinco
sillas perfectamente instaladas y llevar a los sobrinos.
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Beatriz Colina,
Gerente de Amatxu Denda
Luchar en contra de la
desinformación
La sensación de Beatriz Colina es que existe una
clara desinformación sobre el ámbito de las sillitas
auto. Por este motivo, declara que los fabricantes
deberían informar mucho más a los puntos de venta
sobre los artículos y dar certificados a los retailers
que garanticen un buen conocimiento de ello, como
es el caso de Amatxu Denda. “Creo que es un deber
moral asesorar a nuestros clientes y orientarles a
lo más adecuado para sus pequeños según su uso
y tamaño, procurar instalarles las silla en el coche
y explicarles su uso”, señala la gerente de la tienda.
“Seamos profesionales en este ámbito o solo ven-
dedores, debemos ser asesores porque de nuestro
consejo depende que un niño viaje o no seguro.
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