Oportunidades para los vinos y espumosos sin alcohol

Los vinos y espumosos sin alcohol o con baja graduación alcohólica (‘no-low’) presentan interesantes oportunidades en el mercado internacional, tal y como señala un estudio elaborado por ProWein. Así, uno de cada tres vendedores ve muy buenas oportunidades de venta para los vinos bajos en alcohol y uno de cada cuatro, también para el vino sin alcohol. Los vinos espumosos y blancos sin alcohol son, actualmente, los más demandados.

Las empresas del sector vitivinícola mundial están respondiendo de forma proactiva a los retos actuales de la crisis económica, tal y como indica el ProWein Business Report 2022, que encuestó a casi 2.500 expertos del sector de 47 países sobre sus planes para 2023. Casi la mitad (46%) de los productores y comerciantes de vino quiere adaptar su cartera de productos a las tendencias del mercado y el 27% está invirtiendo en productos innovadores.

A escala mundial, la categoría ‘sin alcohol’ es uno de los segmentos de bebidas de más rápido crecimiento. Esta innovadora categoría se compone principalmente de bebidas alcohólicas desalcoholizadas o con un volumen de alcohol inferior a lo habitual. Según el IWSR, las ventas mundiales de bebidas sin alcohol en 2022 superaron los 22.000 millones de dólares y se espera un crecimiento anual de las ventas del 7% hasta 2026, y el 90% representará la principal cuota de crecimiento de toda la industria de bebidas.

Hasta ahora, el crecimiento internacional del mercado sin alcohol se había visto impulsado sobre todo por las primeras innovaciones en cervezas y sidras, pero en los últimos años también se han hecho grandes progresos en lo que respecta a la calidad del producto al desalcoholizar los vinos. Aunque la cuota de mercado de los vinos y espumosos sin alcohol o con bajo contenido de alcohol (‘no-low’) sigue siendo pequeña, está registrando muy buenas tasas de crecimiento en muchos países. Por este motivo, ProWein, en colaboración con la editorial Meininger, organizó por primera vez en marzo de 2023 el ‘World of Zero’, centrado en los vinos desalcoholizados.

Esta es también la razón por la que el ProWein Business Report 2022 encuestó por primera vez a vendedores de 16 países sobre las oportunidades de mercado y el potencial de ventas de la categoría de vinos sin alcohol. Se trata, por tanto, del informe más completo a nivel internacional sobre esta categoría de producto innovadora y de gran crecimiento, que se beneficia especialmente de la concienciación de los consumidores en materia de salud. Los resultados ofrecen pistas sobre qué tipos de vinos sin alcohol se demandan en qué países y dónde están especialmente interesados los vendedores en introducir nuevos productos sin alcohol.

Con el fin de calibrar las oportunidades de venta relativas de los distintos tipos de vino, en noviembre de 2022 se preguntó a casi 1.150 vendedores, importadores, distribuidores, restauradores y hoteleros qué productos consideraban que tendrían más demanda en 2023. La lista de productos de tendencia está claramente encabezada por los vinos espumosos (champagne, cava y prosecco), que ya registraron muy buenos éxitos en los últimos años.

Un tercio del comercio del vino considera que los vinos bajos en alcohol o desalcoholizados son productos de moda. En general, los vendedores ven mejores oportunidades para los vinos ‘no-low’ que para los vinos sin alcohol. Más allá de esta tendencia global, existen grandes diferencias regionales entre países.

Gran Bretaña ocupa el primer puesto tanto en vinos bajos en alcohol como en vinos sin. Tanto es así que hasta dos de cada tres comerciantes británicos esperan buenos resultados. La gran aceptación de los vinos ‘no-low’ se ve favorecida, entre otras cosas, por el sistema fiscal británico, que grava estos vinos mucho menos –o no los grava en absoluto–. En el caso de los productos desalcoholizados, los Países Bajos y Finlandia van por delante de Alemania, con aproximadamente un tercio de los encuestados que los aprueban.

En la mayoría de los países, sobre todo en Noruega, EE UU, Canadá, España y Suiza, los vinos bajos en alcohol son más demandados como productos de moda que los vinos sin alcohol. En los tres primeros mercados, más del 50% de los vendedores están interesados en ellos.

Alemania y Países Bajos han sido hasta ahora los únicos mercados en los que la demanda de vinos sin alcohol y ‘no-low’ ha sido calificada de igual por el comercio. Esto también se corresponde con los resultados obtenidos por IWSR, según los cuales Alemania es el mercado más desarrollado para los vinos sin alcohol y donde se patentó en 1908 el proceso al vacío para la desalcoholización del vino.

A los vendedores que esperaban buenos resultados de los vinos no bajos se les preguntó por sus tipos de vino preferidos. En este caso, los vinos blancos y los espumosos se sitúan claramente por delante de los rosados y los tintos, especialmente por su producción. En el caso de los vinos espumosos, la reducción del contenido de alcohol se compensa mejor sensorialmente con la carbonatación. Cuando se trata de desalcoholizar vinos blancos, la industria ha aprendido mucho sobre los requisitos óptimos para los vinos base desalcoholizados. Cuando se elimina el alcohol del vino tinto, los taninos procedentes de los hollejos de la uva, tan típicos de los tintos, se vuelven más prominentes y tienen que equilibrarse de forma elaborada en términos sensoriales.

Los mercados también varían en cuanto a las preferencias de producto para los vinos no bajos. En el caso de los vinos espumosos, Norteamérica, Italia y Escandinavia se sitúan a la cabeza de los 10 principales mercados de venta. Entre el 75% y el 90% de los comerciantes esperan que los vinos espumosos no bajos obtengan muy buenos resultados.

Esto también se aplica a la mayoría de los vendedores de Austria, Bélgica y Francia. En cuanto a los vinos blancos sin alcohol, junto a Escandinavia, los Países Bajos y Alemania también ocupan los primeros puestos, ya que en general tienen una mayor afinidad por los blancos. Incluso los países tradicionalmente vinícolas, Portugal y Francia, se sitúan sorprendentemente entre los 10 primeros.

En general, los países escandinavos lideran la demanda de vinos ‘no-low’ y, por tanto, también de rosados y tintos. Aquí, al igual que en Gran Bretaña, la menor fiscalidad desempeña un papel importante. En cuanto a los vinos rosados, a Escandinavia le siguen Bélgica y Gran Bretaña, así como Alemania y Austria. Los buenos resultados de los vinos rosados en Francia también son visibles en los vinos bajos en alcohol.

En cuanto a los tintos, a Escandinavia le siguen los dos países norteamericanos, donde casi dos tercios de los profesionales ven perspectivas prometedoras para los vinos tintos ‘no-low’. Incluso los grandes productores de vino tinto –España, Portugal e Italia– figuran entre los 10 primeros mercados de tintos bajos en alcohol.

10 principales mercados de venta de rosados y tintos 'no-low'.

Uno de cada dos vendedores quiere incluir nuevos vinos bajos en alcohol en su lista el año que viene. Es decir, un 16% de los encuestados quiere incluir vinos de baja graduación y un 11%, sin graduación. Sólo el 30% de estos comerciantes no tienen previsto encargar nuevos productos sin alcohol porque consideran que sus gamas ya están bien surtidas.

En cambio, una proporción menor sí tiene previsto ofrecer nuevos productos con bajo contenido de alcohol (30%) y productos sin alcohol (15%). Algunos de estos productores ya tienen vinos sin alcohol en sus gamas, razón por la cual el 52% no tiene previsto cambiar su cartera en 2023 por el momento. Sin embargo, a algunas de estas empresas les gustaría aumentar la cantidad producida de estos vinos.

Otra razón que explica porque este número de productores es más bien bajo es el proceso técnico de desalcoholización, que no pueden llevar a cabo por sí solos los pequeños y medianos elaboradores. Los sistemas necesarios para este proceso sólo los ofrecen algunos grandes fabricantes especializados y proveedores de servicios que, en parte, especifican determinadas cantidades mínimas para la fabricación por encargo. Para algunos productores, estas cantidades mínimas son (todavía) demasiado elevadas. Una solución podría ser que algunas empresas hicieran desalcoholizar conjuntamente un vino base para luego comercializarlo con sus propias etiquetas, como ya hacen en la región vinícola alemana de Rheingau.

La producción de vinos ‘no low’ puede ser controlada hasta cierto punto por los propios elaboradores mediante medidas vitivinícolas y enológicas adecuadas. Muchas empresas informaron de que están experimentando y buscando formas de producir vinos de calidad con bajo volumen de alcohol, especialmente los países más afectados por el cambio climático, donde el contenido de azúcar en las uvas y, por tanto, el contenido de alcohol de los vinos ya ha aumentado claramente. Sin embargo, la desalcoholización parcial a volúmenes más bajos, como 5% ABV (Alcohol By Volume), requiere de plantas especiales.

El gráfico muestra el porcentaje de comerciantes por país que tienen intención de incluir en sus listas nuevos vinos ‘no low’ –con referencia a las empresas que lo consideran una tendencia (columna de la izquierda) y con referencia a todos los vendedores (columna de la derecha)–.

Una vez más, se hace evidente la diferencia entre las categorías’low’ y ‘no-low’. Es evidente que existe un interés claramente mayor por incluir vinos con bajo contenido alcohólico. En Estados Unidos, por ejemplo, uno de cada dos encuestados (47%) quiere incluir nuevos vinos con bajo contenido alcohólico, pero sólo uno de cada doce (8%) busca vinos sin alcohol. También en Noruega, este porcentaje es del 44% para los vinos con poco alcohol y del 20% para los vinos sin alcohol.

Sólo en los Países Bajos (21%) y Alemania (18%), los vendedores están ligeramente más interesados en los vinos sin alcohol que en los vinos con poco alcohol.

Listado de países más optimistas en su intención de introducir vinos con sin alcohol o con baja graduación alcohólica.

Para los próximos años, los expertos esperan muchas innovaciones en el sector de las bebidas sin alcohol diseñadas para satisfacer aún más el gusto y las necesidades de los consumidores. Una bebida análoga al vino sin alcohol no debe obtenerse necesariamente a partir del vino desalcoholizado: los primeros productos experimentales con té, extractos de lúpulo y otros ingredientes ya están dando resultados, como demuestra el rosado espumoso sin alcohol Kylie.