El vino y el porcino se enzarzan por la presencia de granjas extensivas en Ribera de Duero
Yolanda García, propietaria de Bodegas Valduero y portavoz de la comisión constituida en el Consejo Regulador Ribera de Duero para estudiar las consecuencias que pudieran derivarse de las granjas, ha remitido un escrito a los medios de comunicación donde insta al presidente de Castilla y León a cumplir con lo prometido.
García se ha referido a que desde el ejecutivo autonómico se respalde la proposición no de ley presentada a las Cortes de Castilla y León, finalmente por el grupo VOX en solitario, para regular y ordenar el sector porcino: "La regulación que exige el sector vitivinícola no persigue la destrucción del sector porcino sino su ordenación para hacer posible la pervivencia de ambos", ha subrayado la bodeguera.
Para refrendar su posición, apoyada por numerosas plataformas de vecinos y ayuntamientos que están sufriendo las consecuencias de las granjas de cerdos, según ha dicho, Viadero ha destacado que el sector vitivinícola factura en la actualidad 1.800 millones y genera más de 80.000 empleos de calidad.
El sector porcino reivindica el derecho a ubicarse en todas partes
Con una postura diametralmente opuesta, la Federación de Asociaciones de Productores de Ganado Porcino (Feporcyl), reclama su derecho a implantarse en todas partes, “también en zonas amparadas por marchamos de calidad vitivinícola”.
Miguel Ángel Ortiz, presidente de Feporcyl, señala: "Nadie nos va a echar de nuestra casa ni va a evitar que nos queramos dedicar a lo que nos dedicamos. Es una actividad tan lícita, o más, que cualquier otra gracias a la estricta ordenación que tenemos, que es nuestro valor y nos ha convertido en un referente mundial".
Ortiz, quien reconoce que la ganadería porcina goza de buena salud económica, aunque no de imagen –lo que provoca la existencia de desencuentros como el que se está viviendo–, asegura que la postura contra ellos apenas viene de unas 76 bodegas, de las más de 300 que tiene la Ribera del Duero.
Desde Feporcyl se extiende la mano y se aboga por un entendimiento que permita la convivencia entre bodegueros y ganaderos, aunque piden la dimisión del presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero, Enrique Pascual, ya que un cargo de esas características, dicen, “está para unir y buscar zonas de encuentro”, lo que a su juicio no está haciendo.
"En este medio rural despoblado, en esta Castilla y León nuestra, no sobra nadie. Tenemos que aprender a convivir, por supuesto, pero con respeto y también con dedicación y con empatía", indica Ortiz, a la vez que pide a los grupos políticos que retiren cualquier proposición legislativa para intentar acotar su actividad.
El presidente de la federación de ganaderos porcinos incide también en que esta polémica está afectando de forma negativa a las casi 4.400 granjas de cerdos que existen en Castilla y León, más de la mitad en municipios de menos de 5.000 habitantes, lo que supone el 9% del total nacional.
En la actualidad, el sector cuenta con 3,8 millones de cabezas de ganado, medio millón menos que hace dos años, y un valor de producción de 1.300 millones de euros, 470 corresponden a exportaciones, lo que supone el 6% del PIB regional. Las explotaciones porcinas generan 8.800 puestos de trabajo directos en Castilla y León, que si se unen a las 778 industrias cárnicas de porcino, elevan esta cifra hasta los 20.000 trabajadores. Son unas cifras que, asegura Ortiz, "podrían aumentar ya que el sector tiene capacidad para seguir creciendo en torno a un 30%".