Tradición, viticultura sostenible y respeto en Bodegas Prieto Pariente

Los hermanos Martina e Ignacio Prieto Pariente –tercera generación de Bodegas José Pariente (DO Rueda)– emprenden un proyecto vitivinícola con un estilo muy personal. La esencia de Bodegas Prieto Pariente está basada en la práctica de la vitivinicultura y la expresión del terruño de Castilla y León a través de vinos únicos. Su meta es crear vinos singulares, que aporten un carácter diferenciador y con un perfil de frescura y de complejidad.

Martina e Ignacio se embarcaron durante casi dos años en la búsqueda de viñas viejas y singulares desde la provincia de Valladolid, a su paso por el río Duero, hasta las laderas minerales de la Sierra de Gredos; en algunos casos rescatando viñedos centenarios que iban a ser descepados. El estilo estuvo claro desde el principio: “Vinos que expresen las singularidades de cada suelo, de cada clima, a través de una elaboración delicada. Creemos firmemente en una viticultura sostenible, y en el respeto hacia las raíces”, como explican ellos mismos.

En Prieto Pariente realizan la vendimia manual en todos sus viñedos, con una primera selección de uva en el campo. A su llegada a la bodega, la uva reposa en cámara frigorífica durante unas horas, con el fin de alcanzar la temperatura óptima de cara a su elaboración. Tras una segunda selección manual en mesa, uva por uva, ésta se traslada por gravedad a los depósitos de fermentación, de 2.500 litros de capacidad, lo que permite realizar una vinificación por parcela.

La bodega opta por fermentaciones espontáneas, prensados ligeros y de pie, maceraciones largas y ligeras extracciones. Las crianzas, entre 12 y 18 meses, se realizan en barricas de roble francés, foudres, demi muits y depósitos ovalados de hormigón.

La firme apuesta por el I+D+i permite a la bodega trabajar en una constante búsqueda de nuevas formas de elaboración y de mejoras en sus prácticas vitivinícolas. El objetivo final es elaborar vinos con la máxima calidad y respeto hacia el medio ambiente.