“La tendencia es desarrollar productos cada vez más versátiles, compactos y ligeros”
La categoría de los cochecitos y sillas de paseo sigue siendo una de las más importantes del sector, al que las familias destinan una mayor parte de su presupuesto. Pero también estamos en una categoría con una oferta muy amplia y un target cada vez más reducido debido al descenso continuado de la natalidad en términos generales. Para ser competitivo en este mercado tan saturado y con tanta incidencia del prestamismo y la compra de segunda mano, es importante ofrecer productos que, además de ser versátiles, compactos y funcionales, ofrezcan un valor añadido que te diferencie del resto.
Tendencias de mercado
La tendencia es desarrollar productos cada vez más versátiles, compactos y ligeros, que permitan moverse con agilidad por zonas ajetreadas o estrechas, pero sin por ello sacrificar características que se consideran imprescindibles para ofrecer la máxima comodidad tanto a los niños como a los padres, como son la capota extragrande con tratamiento UPF 50+, el asiento reversible, el respaldo reclinable hasta la posición horizontal y fácil de ajustar con una mano, el reposapiés regulable, la doble suspensión o el manillar ajustable en altura, entre otros. Además, deben ser productos que puedan utilizarse durante un largo periodo, es decir, hasta los 22 kg o 4 años, aproximadamente.
En España, a diferencia de otros países europeos, la tendencia es adquirir cochecitos de paseo de dos piezas, es decir, prescindir del portabebés y decantarse por una silla fija para el coche, que permita ir a contramarcha desde el nacimiento hasta los 105 cm de estatura (unos 4 años).
La tendencia eco-friendly también está presente en esta categoría, con el lanzamiento de tapizados reciclados, fabricados a partir de botellas de plástico PET.
Evolución de las ventas
En nuestro caso en particular, la evolución ha sido positiva. Pero, en términos generales, es cierto que la categoría no atraviesa su mejor momento debido a la baja natalidad, la situación de incertidumbre, el elevado coste del transporte, el encarecimiento de la energía y las materias primas, o la guerra de Ucrania, a lo que hay que sumar el préstamo entre familiares y amigos y la venta de segunda mano, que durante el confinamiento habían descendido, pero que ahora han vuelto a recuperarse.
Es difícil hacer una previsión de cara a los próximos meses debido a la gran incertidumbre actual. Por una parte, el fin de la crisis sanitaria debería reavivar el consumo y, de hecho, se ha registrado una mayor afluencia a los centros comerciales. Pero, por otra, los precios del transporte, de la energía y de las materias primas siguen en aumento, lo que lleva a un encarecimiento generalizado de los productos y servicios, no solo en el sector de la puericultura, y la capacidad adquisitiva de muchas familias se ha reducido. Esta situación y la creciente incertidumbre ha llevado a muchas parejas a posponer sus planes de ser padres, lo que incide directamente en nuestro sector.
Aun así, sigue siendo una categoría muy importante dentro de la puericultura, ya que es uno de los productos a los que se destina un gran porcentaje del presupuesto familiar.