Entrevista a Josep Maria Vallés, director económico de AESVi y CEO de Smart Group

La venta de Sistemas de Retención Infantil de la normativa R44 estaba anunciada desde hace ya bastantes años, y es consecuente con el cambio de reglamento de homologación del R44 al R129. Si las sillas R129 presentan un grado de protección muy mejorado en caso de accidente, no tenía sentido seguir permitiendo la venta de sillas con una homologación ya caduca. Pero ello implicaba solo a las sillas nuevas, nadie había pensado en las transacciones de sillas usadas y es aquí donde AESVi ha tenido un papel protagonista a nivel europeo.

AESVi fue la institución que consiguió que se prohibiese la venta de sillas usadas homologadas bajo el reglamento R44 y estamos orgullosos de contribuir de esta forma a la seguridad de nuestros bebés, niños y niñas cuando viajan en automóvil. El estudio realizado por AESVi ‘Efectos del uso y envejecimiento de los Sistemas de Retención Infantil’ fue clave, al demostrar que un 90% de las sillas de seguridad usadas no protegerían en caso de accidente.

Lo cierto es que no está siendo nada fácil, ya que las competencias de consumo están transferidas a las comunidades autónomas. Hace ya 2 años que iniciamos una ronda de presentaciones a diferentes parlamentos autonómicos, y de momento solo nos han recibido el Parlamento Vasco, las Cortes de Aragón y el Grupo Parlamentario Socialista de Catalunya, quienes nos han mostrado su apoyo y su disposición a actuar, pero de momento con escaso éxito.

En cambio, las plataformas de venta de productos de segunda mano han entendido la peligrosidad de las sillas infantiles usadas más allá de su vida útil y están colaborando activamente prohibiendo que se vendan o regalen los Sistemas de Retención Infantil R44 por tratarse de productos prohibidos, equiparándolos a lo que sucede cuando se intentan vender armas o drogas. Desde aquí deseamos agradecer a Wallapop su implicación desde el primer momento y debo decir que la colaboración entre Wallapop y AESVi está proporcionando en la actualidad unos excelentes resultados.

Los consumidores no son para nada conscientes de que la prohibición está más que justificada por la peligrosidad de las sillas usadas, tal y como demostró el estudio de AESVi. En este sentido, las plataformas de venta de productos de segunda mano nos han manifestado que están recibiendo multitud de reclamaciones de consumidores que no entienden que se les prohíba vender las sillitas infantiles que ya no usan. Sin duda, el estudio de AESVi proporciona mucha información y convence al que lo lee que no se le hace ningún favor a nadie vendiéndole una silla usada.

Desde AESVi insistimos hasta la saciedad en la necesidad de no usar sillas de segunda mano y en instalar adecuadamente las sillas que las familias adquieren, ya que una silla mal instalada no va a proteger adecuadamente en caso de accidente. Además, desde AESVi estamos impulsando la creación de un registro de accidentes de tráfico con menores implicados como forma de entender las causas y las consecuencias de los accidentes y evitar así el máximo número de víctimas en el futuro. De hecho, estamos ya trabajando con la DGT en el análisis de los accidentes de tráfico como punto de partida para la creación de este registro.

Objetivos de AESVi

Al preguntar a Josep Maria Vallés, director económico de AESVi y CEO de Smart Group, sobre los objetivos de AESVi, remarca que “desde AESVi seguimos luchando porque a los Sistemas de Retención Infantil se les aplique un IVA superreducido del 4%, tal y como sucede en países de nuestro entorno, como forma de hacerlos más asequibles y que las familias no tengan que recurrir a sillitas usadas o adquiridas sin garantías”. Y añade: “Igualmente, desde nuestros inicios abogamos porque sea necesaria una titulación obligatoria para poder vender Sistemas de Retención Infantil al igual que es necesario un carné de manipulador de alimentos para vender comida y nadie se extraña. En este sentido, desde AESVi animamos a los detallistas a que realicen el curso de ‘Asesor de Venta de Sistemas de Retención Infantil’ que celebramos periódicamente en diferentes puntos de la geografía española como forma de dar un excelente servicio al cliente y garantizar la seguridad de los menores en sus desplazamientos”.

La concienciación es extraordinariamente baja, tal y como muestra el Proyecto eEropeo Baseline, en virtud del cual solo un 46% de las familias instala adecuadamente los Sistemas de Retención Infantil de sus hijos. Los motivos son varios, pero sin duda el usar sillas infantiles de segunda mano (que raramente vienen con su manual de instrucciones), la adquisición de sillas infantiles en portales extracomunitarios (sin manual de instrucciones en castellano o directamente sin homologación europea) y la relajación de los padres a medida que pasa el tiempo tienen un papel fundamental en la falta de rigor en la instalación de las sillitas. Los padres no tienen conciencia de hacer mal las instalaciones y declaran que probablemente no las hacen de manera óptima, pero cuando se les señalan todos los puntos que pueden mejorarse se quedan perplejos y asustados, puesto que nadie voluntariamente pone en riesgo la vida de sus hijos o nietos.

Fabricantes, distribuidores y detallistas son parte de la cadena, pero no deberían ser los únicos a los que cargar con la responsabilidad de formar y educar a los padres. Todas las instituciones relacionadas con la seguridad de los más pequeños deberían tener también un papel muy activo en la protección de los menores en sus desplazamientos, pero por desgracia nos encontramos con grandes lagunas en los conocimientos de pediatras, matronas, cuerpos y fuerzas de seguridad y los miembros de las diferentes Direcciones Generales de Tráfico. Y sin disponer de los conocimientos necesarios y de actualizaciones periódicas es imposible formar adecuadamente a las familias.