Entrevista a Joan Laureà Florit Fuster, director del Centre de la Mar
La formación es considerada un aspecto fundamental de todas y cada una de las industrias. Es lo que permite que profesionales y empresas conecten llegando a desempeñar tareas y proyectos innovadores y de calidad. En este sentido, el Centre de la Mar, un Centro de Referencia Nacional de Formación Profesional del área de Náutica, proporciona formación reglada en mantenimiento y reparación de embarcaciones deportivas y de recreo, así como formación para el trabajo. Joan Laureà Florit Fuster, director del Centre de la Mar, habla para Náutica Profesional acerca de las acciones llevadas a cabo por el centro menorquín, con el objetivo de adaptar sus estudios a las realidades laborales de la isla.
¿Qué es el Centre de la Mar y cuáles son sus objetivos?
El Centre de la Mar es un centro de formación cuya titularidad es del Servicio de ocupación de las Illes Balears. Por un lado, es centro integrado de formación profesional, de la familia profesional de transporte y mantenimiento de vehículos que imparte formación profesional y formación en el trabajo, y, también es el Centro de Referencia Nacional en Náutica. Desde la dirección del centro consideramos que la calidad en la gestión de la formación es la llave que aporta valor a nuestra sociedad.
Como Centro de formación trabajamos para que los alumnos y alumnas tengan acceso a las últimas técnicas del sector.
Estamos en contacto constante con las empresas de Menorca para adaptar los estudios a las realidades laborales de la isla.
No obstante, como Centro de referencia nacional trabajamos conjuntamente con empresas y centros de todo el país para impulsar la formación en el sector, creando materiales didácticos para escuelas y público en general. Nos desplazamos por todo el territorio nacional recogiendo feedbacks para estar actualizados de las preocupaciones del sector y, así, adecuar nuestros planes de trabajo y dar solución a los retos a los que se enfrenta el sector.
¿Cuál es el perfil de estudiante del centro?
Podemos distinguir tres grupos: estudiantes de formación profesional de entre 14 y 20 años que empiezan a explorar sus futuras posibilidades en el mundo laboral; profesionales del sector náutico que quieren ampliar sus conocimientos y profesionales de la automoción que quieren desviar su carrera hacia la náutica, y, por último, desempleados u ocupados que ven en el mantenimiento de embarcaciones o el embarque una nueva salida laborar y quieren adquirir los conocimiento y títulos necesarios para dar un giro a su situación e integrarse en el sector náutico.
¿Qué programas o cursos específicos está ofreciendo el Centre de la Mar para preparar a los futuros profesionales del sector náutico?
Las posibilidades son varias y dependen del perfil del estudiante.
Los cursos de formación profesional tienen una duración de 2 años y van muy dirigidos a personas jóvenes que quieren aprender un oficio, en nuestro caso, mecánico/a de embarcaciones de recreo, tanto de grado básico como de grado medio. Son cursos presenciales en horario de mañanas y es complicado combinarlo con una jornada de trabajo.
También tenemos una oferta formativa dirigida a personas ocupadas y desempleadas en la que ofrecemos cursos de certificados profesionales y cursos de formación en el trabajo. Estas formaciones tienen una temporalización más corta y se suelen realizar por las tardes para facilitar la asistencia y que puedan compaginarlo con su trabajo.
Estos cursos están planteados en dos vertientes distintas. Por un lado, la vertiente mecánica de embarcaciones (electricidad, madera, sistemas de propulsión…) y, por el otro, la vertiente marítimo-pesquera (formación básica, patrón portuario...), para las personas interesadas en trabajar embarcados. Cada año se modifica la oferta formativa en base a las necesidades de formación detectadas en las empresas y en los propios alumnos.
Además, se ofrecen cursos de idiomas y de nuevas tecnologías, ya que son competencias transversales útiles en cualquier empleo.
¿Cuáles son las últimas tendencias en formación náutica que se están observando?
Ahora mismo desde el Centre de la Mar estamos trabajando en un proyecto Erasmus+ para crear una formación sobre composites sostenibles. Todo lo que vendrían a ser los futuros materiales que substituirán a la fibra de vidrio: lino, cáñamo, mineral volcánico… y sus resinas ecológicas.
También estamos trabajando para ofrecer unos ‘cursos puente’ donde los técnicos en automoción puedan integrarse en la mecánica náutica.
¿Qué medidas está adoptando el Centre de la Mar para adaptarse a los avances tecnológicos en la navegación? ¿Cómo están incorporando estas innovaciones en sus programas de enseñanza?
No debemos confundir la familia profesional a la que pertenece el Centre de la Mar, que es la de transporte y mantenimiento de vehículos, por este motivo nuestras investigaciones no incluyen innovaciones en la navegación, que pertenece a la rama marítimo-pesquera.
En la rama de mantenimiento de vehículos el centro está trabajando para ofrecer el próximo curso una formación sobre electrónica donde se incluirán, por poner un ejemplo, los nuevos sistemas como Stralink.
¿Cómo está evolucionando la demanda de formación náutica en España? ¿Qué estrategias está implementando su centro para atraer a nuevos estudiantes?
Ahora mismo la formación náutica está en su mejor momento, todos los cursos que ofertamos se llenan. Y las empresas reclaman más profesionales formados.
Desde el centro entendemos que no podemos acomodarnos pensando en que siempre será así, por este motivo nuestra línea de trabajo incluye proyectos para dar visibilidad al sector y las posibilidades que ofrece. Algunos de estos proyectos son un cortometraje, videos divulgativos cortos, videos formativos, promoción en redes sociales, stands en diversas ferias, asistencia a ferias del sector náutico (PIBS, ANEN…), charlas sobre la formación en náutica y sus salidas laborales…
¿Cuáles son los principales desafíos del sector que detectan desde el Centre de la Mar? ¿Cómo están abordando estos desafíos?
Como director y docente veo que el principal desafío para el sector, es encontrar a trabajadores profesionales, y fíjese que he dicho profesionales y no titulados.
Para que esto ocurra, y que los estudiantes no sean simples titulados, es importante que los docentes sean también profesionales, personas que estén en actualización constante, para poder enseñar y ofrecer unos estudios de calidad. De aquí la labor que llevo haciendo desde que soy docente, de intentar conseguir que estos puedan formarse en las propias marcas del sector, ya sean mecánicos, pintores, laminadores, electricistas, electrónicos… Es algo que nos está costando muchísimo hacer entender a las marcas.
En un mundo cada vez más digital, ¿cómo está utilizando su centro de formación tecnologías como la realidad virtual o la simulación para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes?
En un mundo cada vez más digital nos hemos dado cuenta que la digitalización de las aulas nos a echo retroceder. Muchas son las voces que claman para volver al papel.
Vemos a jóvenes incapaces de prestar atención más de 2 minutos seguidos, porque es lo que duran los tiktoks, la generación ‘YA’ lo llaman. Surgen verdaderos conflictos cuando les dices que no pueden utilizar el móvil durante las clases.
En el centro disponemos de simuladores virtuales, que podéis ver en nuestra web, pizarras digitales, impresoras 3d… y se les da un uso responsable, pero luego cuando los alumnos vayan a trabajar, ¿lo harán con un simulador o encima de un barco?
Aquí apostamos por la práctica en nuestros talleres, utilizamos nuevos recursos para mejorar la comprensión de algunos temas, pero esto no substituye el trabajar con las manos.
La digitalización no puede substituir al mundo real.
¿Qué papel juega la colaboración con otras instituciones náuticas y entidades del sector en la oferta educativa de su centro?
Ahora mismo estamos en una fase de crecimiento, intentando darnos a conocer, no solo el nombre, sino también nuestro trabajo. Asistimos a todos los eventos posibles para conocer las necesidades del sector, las innovaciones, forjar sinergias con entidades, empresas y centros de formación…
Colaboramos estrechamente con las náuticas de la isla para ofrecer formación acorde a sus necesidades.
Nuestros alumnos realizan prácticas en las náuticas del sector. Los profesores encargados hacen un seguimiento estrecho sobre los gustos y capacidades de los alumnos y los dirigimos a las empresas que más se adapten a ellos. Por poner un ejemplo, si un alumno expresa un gusto específico sobre el trabajo en madera, realizará sus prácticas en una empresa donde se trabaje mayoritariamente la madera o donde tenga una sección de madera.
No es fácil a nivel burocrático ofrecer nuevas formaciones. Estamos trabajando para que la formación sea lo más actualizada posible, creo que ya he comentado que estamos trabajando para ofrecer formación en los materiales que substituirán a la fibra de vidrio.
¿Qué oportunidades de desarrollo se detectan en el segmento náutico?
Creo que en unos años las impresoras 3D dominaran gran parte de la fabricación de pequeñas esloras, con la posibilidad de ofrecer infinidad de personalizaciones. Incluso me atrevo a aventurar que algunos recambios no se venderán, sino que se venderán los archivos para que los impriman en el propio taller. No todas las piezas, obviamente, pero algunas sí. Pensadlo, no solo se imprime en plástico, ya existen métodos de impresión 3D en metal.
También creo que se trabajará mucho en la eficiencia añadiendo foils retractiles comandados electrónicamente.
Por otro lado, mi apuesta en cuanto a motorizaciones, es el hidrógeno. Creo que cuando exista una red grande de fabricación, transporte y comercialización de hidrógeno, nuestras calles se llenaran de vehículos propulsados por este y, después, esta tecnología se traspasará a la náutica, consiguiendo un auténtico transporte 0 emisiones. Pero este último creo que tardaremos por lo menos 20 años en verlo.
Todas estas investigaciones e innovaciones son oportunidades para preparase antes que los demás y ser puntero cuando el sector las integre en el ecosistema náutico.