La certificación de la IGP Ternera Asturiana ya cae un 17,5% en el primer semestre del año
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana certificó el pasado año más de seis millones de kilos y 22.000 terneros, lo que supone una caída del 12% en comparación con los datos de 2021, en un contexto de descenso del consumo de carne. Esta tendencia ha continuado en el primer semestre de este año, cuando la certificación ha bajado el 17,5% respecto al mismo periodo de 2022.
Elena Cebada, directora gerente de la IGP, Ternera Asturiana, considera que estos datos se pueden interpretar de forma positiva si se tiene en cuenta el descenso generalizado del consumo de carne en toda España. Según datos del Ministerio de Agricultura, este descenso fue del 19,3% en 2022 y del 30% en los dos últimos años.
La figura de calidad se ha enfrentado a un escenario “complejo” por el encarecimiento de los costes al que han tenido que hacer frente los productores y el “compromiso de la marca” por no incrementar el precio final de producto. El valor comercial para el sector primario de la carne de vacuno asturiano certificada bajo la marca de calidad ascendió a 31,5 millones de euros, y a 850.000 euros en el caso de la Marca de Garantía Vacuno Mayor Asturiano.
El número de mayoristas que comercializan Ternera Asturiana en toda España aumentó en cuatro, hasta 65, mientras que el de puntos de ventas creció un 3%, hasta superar el millar. Además, Cebada destacó la puesta en marcha de un Plan Estratégico para potenciar la difusión de la marca, algo que ha considerado que es “apostar por el futuro del campo asturiano”.
Por su parte, el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Gobierno de Asturias, Alejandro Calvo, puso en valor la “resiliencia” de la ganadería asturiana y ensalzó a los productos asturianos como el “buque insignia” de la región. Sin embargo, el consejero aludió a algunos de los problemas del sector, como es el relevo generacional.