GESTIÓN DEL PUNTO DE VENTA
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Hacer carrera profesional en comercio
De hecho, Decathlon es un ejemplo de esta apertura del
sector y ofrece una gestión personalizada de la carrera
profesional de cada una de las personas que forman el
equipo. Según los intereses y necesidades personales, y
los objetivos de la empresa, se busca el camino profesio-
nal de cada persona dentro de la propia organización. To-
dos ganan: empresa y colaborador.
Otro ejemplo de que el sector permite trayectorias pro-
fesionales muy amplias, incluso para cargos directivos, es
Value Retail (La Roca Village), donde uno puede empe-
zar como vendedor, luego puede pasar a ser director de
establecimiento y llegar a ser responsable de zona o de
área. Sólo depende de uno mismo. De hecho, el equipo
que gestiona el centro comercial La Roca Village está for-
mado por un centenar de personas, más del 90% de las
cuales tienen titulación universitaria y un perfil interna-
cional. Han adquirido su formación especializada en co-
mercio al por menor (retail) a lo largo de su trayectoria
profesional de muchos años de experiencia, a diferencia
de los graduados en Gestión en Empresa en Comercio y
Distribución de ESCODI, que inician su carrera profesio-
nal con ventaja, gracias a su formación específica y que
les permite acceder desde un buen principio a puestos de
responsabilidad.
Una demostración del cambio que se está produciendo
en el comercio es que sus empresas están incorporando
cada vez a más universitarios con formación específica en
comercio y distribución. Son jóvenes a los que les gusta el
mundo de los establecimientos, de las nuevas tendencias
y de la psicología del consumo, y que a la vez tienen ganas
de hacer carrera profesional en este sector con capacida-
des para llegar a ser directivos.
Geografía, psicología... y también empresa
El comercio, como otros sectores, necesita a profesio-
nales que tengan los conocimientos técnicos necesarios,
pero a la vez las habilidades personales y los conocimien-
tos culturales que les complementen. Es evidente que un
buen profesional del sector debe tener conocimientos de
gestión empresarial, pero también de geografía y psicolo-
gía, por ejemplo.
Desde siempre, el comercio ha articulado a las pobla-
ciones del mundo a partir de sus primeros mercados
semanales. Ahora también lo hace a través de los ejes
y centros comerciales, generando unos flujos de perso-
nas a través del territorio. Así, trabajar con el comercio
es relacionarse con las personas, sean los clientes que
entran en los establecimientos o bien los que forman el
equipo de la empresa. Por eso hay que saber acercarse y
hay y entender cómo pensamos, cómo nos relacionamos
y cómo actuamos de forma individual y también colectiva.
Y no olvidemos las herramientas, los recursos y las habili-
dades directivas necesarias para liderar equipos y proyec-
tos: capacidad de tomar decisiones, afrontar problemas,
capacidad de comunicación, empatía, valores...
El sector del comercio, por lo tanto, ofrece muchas opor-
tunidades laborales y carrera profesional. Así, si su hijo o
hija confiesa su interés por trabajar, ¡Anímenlo! ¡Tiene por
delante una carrera con un futuro apasionante!
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Míriam Díez
Doctora en Psicología de RRHH y
jefe de Área Universitaria de ESCODI,
Escuela Universitaria de Comercio
www.escodi.comIncorporar trabajadores
sénior: un factor de éxito
para las empresas
de comercio
Durante las últimas décadas ha habido impor-
tantes cambios demográficos y sociológicos que
tendrán un claro impacto en las políticas de recur-
sos humanos de las empresas. En el sector del co-
mercio, las empresas deben empezar a plantearse
cómo adaptarse a estos cambios, de entre los que
destaca el envejecimiento de la población activa.
Una tendencia demográfica que se prevé que en los
próximos 10 años vaya en aumento. Así, teniendo
en cuenta los planes de carrera que definen a las
empresas por sus colaboradores, vemos que en la
mayoría de casos se fija una edad inferior a 30 años.
¿Será esto sostenible dentro de unos años?
Además, los expertos apuntan que, de cara al
año 2050, se prevé un momento de inflexión, con
un mercado de trabajo más preparado, en el que se
pedirá más dosis de creatividad y al mismo tiempo
una mayor coherencia entre los valores personales
y los de las empresas.
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