El consumo de energía primaria se desplomó en España en 2020
bp ha publicado la 70ª edición de su Statistical Review of World Energy, “el informe de referencia con los principales datos de los mercados energéticos a nivel mundial”. La información recogida en la edición de 2021 recoge los datos energéticos de 2020, “uno de los periodos más convulsos de los últimos años”, durante el cual la pandemia provocada por el coronavirus provocó “un profundo impacto” que “puede acabar dando forma a las tendencias energéticas del futuro”.
La acusada caída del consumo de energía primaria (un 11,4%), se vio impulsada por un nuevo desplome del carbón (con una contracción del 53,7%), una línea descendente que prolonga la contracción ya experimentada por el carbón en 2019, cuando cayó un 54,6%.
El consumo de los derivados del petróleo también protagonizó una profunda caída (un 18,4%), mientras el gas lo hizo en un 10,1%. El descenso en el consumo de ambas fuentes energéticas “parece vinculada en mayor o menor medida a las consecuencias del confinamiento, la pausa generalizada de la actividad económica y las restricciones de movilidad (en 2019 la demanda de gas creció un 14,75% y el petróleo se mantenía en valores positivos: 0,09%).
En cuanto al resto de energías, la hidroeléctrica creció un 21,5% y las renovables un 4,8%, mientras que el consumo de energía nuclear se mantuvo estable. No obstante, el análisis estadístico de bp resalta la situación de las energías renovables, “que no solo resistieron esa tendencia a la baja, sino que lograron incluso aumentar su peso en el ‘mix’ energético, debido en parte a la caída del resto de las energías”.
El petróleo se mantiene a la cabeza
Pese al descenso de su consumo, el petróleo y sus derivados se mantuvieron a la cabeza del ‘mix’ de consumo de energía en España, representando el 44,4%. De hecho, el reparto de energías presentó pocos cambios a excepción del carbón, cuya participación en el total se situó en un residual 1,4% (un año antes era el 3,7%). En cuanto al resto, gas (23,5%) y renovables (15,5%) completaron los tres primeros puestos por delante de la energía nuclear (10,4%) y la hidroeléctrica (4,8%).
Tras el aumento del pasado año, la generación eléctrica descendió un 4,7% en España en 2020. Se trata, según el estudio de bp, de “un descenso inusual teniendo en cuenta la estabilidad que hasta ahora presentaba la serie histórica”. Al margen del carbón, que continuó en caída libre (con un hundimiento del 60,3%), “el verdadero protagonismo recayó sobre el gas, con un descenso del 17,4%. Dato, el del gas, que vuelve a llamar la atención a tenor de que solo un año antes lideraba el crecimiento en este ámbito (48,2%)”.
Mientras tanto, la energía hidroeléctrica lideró los datos de crecimiento en materia de generación eléctrica con un 22,2%, seguida de las renovables, con un aumento del 9%. El petróleo, por su parte, descendió un 13%, casi al doble del ritmo de 2019 (ejercicio en el que su caída fue del 7,5%), y la energía nuclear se mantuvo estable (con un leve descenso del 0,1%).
Ante estos datos, las energías renovables (31,5%) asumieron el liderazgo dentro del ‘mix’ de generación eléctrica, relegando al gas natural (26,9%) al segundo puesto. El resto del reparto del ‘mix’ energético se mantuvo en cuotas similares con ligeras modificaciones: la energía nuclear volvió a situarse en tercera posición (22,8%), seguida por la hidroeléctrica (10,8%). El petróleo, con un 4,2%, se situó ligeramente por delante del carbón que, con un 2,2%, cayó más de la mitad con respecto al año anterior (4,8%) y ocupó cuotas residuales.
El mayor descenso anual desde 1945
Durante el año pasado tanto el consumo de energía primaria como las emisiones de carbono derivadas del uso de la energía se redujeron a su ritmo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial, mientras que las energías renovables continuaron su trayectoria de fuerte crecimiento, con un aumento anual sin precedentes de la energía eólica y solar.
Las principales cifras recogidas en el bp Statistical Review 2021 son las siguientes:
1.- El consumo de energía primaria cayó un 4,5% en 2020, el mayor descenso anual desde 1945.
2.- Esta caída fue impulsada principalmente por el petróleo, que supuso casi tres cuartas partes del descenso total.
3.- Los precios del gas natural cayeron al mínimo registrado en varios años. No obstante, el peso del gas en el ‘mix’ energético siguió aumentando, alcanzando un récord del 24,7%.
4.- La generación eólica, solar e hidroeléctrica creció a pesar de la caída generalizada de la demanda energética global. De este modo, la capacidad eólica y solar aumentó en 238 GW en 2020, un 50% más que en cualquier otro momento de la historia.
5.- Por países, Estados Unidos, India y Rusia registraron los mayores descensos en el consumo de energía. China, por su parte, experimentó el mayor aumento (un 2,1%), siendo uno de los pocos países donde la demanda de energía creció el año pasado.
6.- Las emisiones de CO2 derivadas del uso de la energía se redujeron en más de un 6% en 2020, el mayor descenso desde 1945.
El economista jefe de bp, Spencer Dale, señala que “para el Statistical Review -así como para muchos de nosotros- 2020 pasará a la historia como uno de años más desafiantes de nuestras vidas. Los confinamientos en todo el mundo tuvieron un enorme impacto en los mercados energéticos, particularmente en el petróleo, cuya demanda relacionada con el transporte cayó de forma aplastante”.
“Resulta alentador que 2020 también haya sido el año en que la participación de las energías renovables en la generación de energía mundial registró el aumento más rápido de su historia, un crecimiento producido en gran medida a expensas de la generación a carbón”, explica Dale. “Estas tendencias son exactamente lo que el mundo necesita ver en su transición hacia las cero emisiones netas: un fuerte crecimiento de las energías renovables que desplace al carbón”.
“A pesar de los retos a los que se ha enfrentado el sector energético durante los últimos setenta0 años, los desafíos a los que tendrá que hacer frente en los próximos diez, veinte o treinta años son sin duda más significativos. Así, para alcanzar la neutralidad climática, el nivel de ambición mostrado por los países y las empresas debe traducirse en un descenso significativo y sostenido de las emisiones y, en esta línea, todos los agentes sociales, desde las empresas hasta los gobiernos y los consumidores, desempeñan un papel esencial para conseguirlo”.
En opinión del consejero delegado de bp, Bernard Looney, “el informe de este año nos proporciona los datos necesarios para comprender algunos de los acontecimientos más convulsos que han afectado a los mercados energéticos durante las últimas siete décadas”.
“El mundo necesita más empresas con bajas emisiones de carbono. Pero quizás, más que nada, necesita que las compañías energéticas existentes se descarbonicen y, al hacerlo, aprovechen su dimensión y experiencia para ayudar a lograr la reconfiguración del sistema energético que el mundo quiere y necesita ver en los próximos treinta años”, agregó Looney.
El consejero delegado de bp concluyó diciendo que “será estrictamente necesario que tanto productores como consumidores, empresas, gobiernos y sociedad trabajen unidos para lograr el cambio necesario”.