Comunidades energéticas locales valencianas denuncian la falta de apoyo municipal para instalar placas solares en cubiertas públicas
Las Comunidades Energéticas Locales (CEL) de Zaidía, Russafa, Malilla, Aiora-Algirós y Ciutat Vella de Valencia lamentan el desinterés municipal para la concesión de cubiertas públicas en las que instalar sus placas solares. Estas comunidades, que asistieron, el 30 de enero, al III Encuentro de Comunidades Energéticas Locales de la ciudad de Valencia, reconocienron que el retraso a la hora de conceder las cubiertas supone una importante barrera al desarrollo de estas instalaciones.
El caso más flagrante, denunciaron durante el encuentro, es el retraso de la CEL de Aiora-Algirós, constituida desde 2021 y con más de tres años de espera para la concesión de una cubierta. Ciutat Vella, Malilla y Russafa, ya arrastran dos años sin una cubierta y la última en sumarse a esta lista es CER Zaidía. Esta comunidad, que se integra en la Asociación Vecinal de Zaidía, lleva más de un año a la espera de la cesión de una cubierta en la que desarrollar su instalación, cuando desde el Ayuntamiento de València se comunicó, en un principio, que se establecería el procedimiento de solicitud de cesión de uso de estos espacios en un plazo aproximado de tres meses.
Según estas comunidades, "el Ayuntamiento promueve la creación de Comunidades Energéticas dando a entender que les facilitará un procedimiento para solicitar el uso de una cubierta pública, pero actualmente ni existe ese procedimiento, ni se ha concedido ninguna". La única experiencia real que existe es la de Castellar-L’Oliveral. “Afirmar que hasta una decena de Comunidades Energéticas avanzan con rapidez en el futuro montaje de instalaciones fotovoltaicas, como se ha llegado a decir desde el Ayuntamiento, no responde a la realidad”, apuntan desde estas comunidades.
Como explica Carmen Sánchez, del grupo motor de la CER Zaidía, la problemática de Zaidía no es un caso aislado. “Todas las comunidades energéticas de la ciudad, excepto la pionera de Castellar-L’Oliveral, que forma parte de un proyecto piloto anterior, están en la misma situación”, apunta. “Desde el Ayuntamiento y la Fundació València Clima i Energia se asegura que hay voluntad política para avanzar, pero parece que esta tarea no está en la lista de prioridades, lo que está prolongando los plazos indefinidamente”, lamenta.
Vicent Rosselló, presidente de la CEL de Russafa, explica su caso: “En noviembre de 2023 solicitamos al Ayuntamiento de València la cesión de la cubierta del CEIP Alejandra Soler y en febrero de 2024 la dirección del centro solicitó permiso a la Dirección Territorial de Educación para ejecutar la cesión. A día de hoy, no hemos recibido ninguna notificación al respecto”.
Esta falta de adjudicación tiene repercusiones graves para proyectos ya en marcha. Algunos de ellos han tenido que renunciar a subvenciones ya concedidas, como la CEL Malilla. “En 2023 ya tuvimos que rechazar la subvención porque para el proyecto se contaba con el campo de fútbol y luego nos dijeron que no lo iban a conceder, ahora esperamos que no nos pase lo mismo con el colegio“ comenta su presidente, Ramón Ballesteros. Otras comunidades podrían perder la subvención europea que cubriría hasta el 50 % de la instalación fotovoltaica. “Corremos el riesgo de perderlas por falta de un lugar donde hacer la instalación”, lamenta Rosselló.
Ante la inacción del Ayuntamiento, las CEL o están paralizadas o han optado por la búsqueda de cubiertas privadas. Es el caso de la CEL Malilla, que ante la imposibilidad de poner su instalación en el Campo de Fútbol del Club Malilla y en el Colegio Público Pablo Neruda, se ha visto forzada a estudiar la alternativa privada. Pero, como señala Carmen Sánchez, esta modalidad presenta otros desafíos, ya que “no es fácil convencer a propietarios privados para ceder el uso de sus cubiertas, aunque sea una propuesta económicamente ventajosa, porque la gente no quiere complicaciones”.
Además, en la búsqueda de cubiertas privadas aparecen otros obstáculos de carácter arquitectónico, como ocurre en Ciutat Vella, donde la mayoría de los edificios están protegidos. “Para nosotros la instalación en cubiertas privadas no es una opción”, apunta Pep Ruiz, del grupo motor.
Las Comunidades de Energía Renovable de Valencia cuentan con centenares de personas interesadas, que incluso han reservado su participación en los distintos proyectos. La falta de resolución en la adjudicación de cubiertas públicas por parte del Ayuntamiento de Valencia afecta directamente al objetivo social de las Comunidades Energéticas, “que están reconocidas como una herramienta imprescindible para conseguir los objetivos marcados en la Agenda 2030 de descarbonización y transición energética justa”, explica Carmen Sánchez.
Por ello, desde estas Comunidades Energéticas se hace un llamamiento urgente al Ayuntamiento de Valencia para desbloquear la adjudicación de cubiertas públicas y permitir que estos proyectos puedan desarrollarse plenamente. “Sin este apoyo, - advierte Sánchez- el modelo de Comunidades Energéticas podría perder su razón de ser en la ciudad”. “Afirmar que se tiene voluntad política no sirve de nada si no se acompaña con acciones concretas” concluye.