Joan Batalla, reelegido presidente de Sedigas
La Asociación Española del Gas (Sedigas) ha celebrado en Madrid su Asamblea General Extraordinaria y ha reelegido por unanimidad a Joan Batalla Bejerano como presidente de la organización hasta el año 2028. Este nombramiento marca el inicio de su segundo mandato, tras haber asumido el cargo por primera vez en noviembre de 2020.
Joan Batalla cuenta con una notable y dilatada experiencia profesional y atesora una sólida formación en economía, industria y energía. Ha desarrollado su carrera en el ámbito de la regulación y la sostenibilidad energética, ocupando cargos destacados como consejero en la Comisión Nacional de Energía (CNE), actual CNMC, y director general de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam), cargo que mantiene en la actualidad.
Este nuevo mandato estará marcado por el reto de fortalecer el posicionamiento y desarrollo de los gases renovables y sus tecnologías asociadas, como elementos estratégicos para avanzar hacia la descarbonización, de una forma competitiva para el sector industrial y asequible para los hogares de nuestro país. El trabajo estará orientado particularmente a contribuir a la definición de la orientaciones y políticas energéticas que promuevan un modelo sostenible, aprovechando las ventajas competitivas de España con sus recursos autóctonos y la moderna y capilar infraestructura gasista existente.
En esta etapa, Sedigas continuará trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de España, el regulador del sistema energético, los gobiernos autonómicos y la Comisión Europea para desarrollar un marco regulatorio estable que sea garante de la seguridad de suministro y que incentive la atracción de la inversión en la producción y uso de gases renovables en línea con los objetivos de descarbonización del país y de la Unión Europea.
Por otro lado, reforzará las relaciones con los actores locales y regionales para impulsar la inversión en tecnologías innovadoras y proyectos de economía circular que beneficien tanto a las zonas rurales como a los grandes centros industriales del país. Estos esfuerzos permitirán a España no solo reducir sus emisiones y dependencia energética del exterior, sino también consolidarse como un referente de la transición energética en Europa.