Norvento Enerxía instalará su tecnología eólica en la isla portuguesa de Corvo
Norvento Enerxía ha iniciado la ejecución de un proyecto en la isla portuguesa de Corvo (Azores), mediante el cual será capaz de cubrir parte de la demanda de energía eléctrica de este territorio a partir de fuentes renovables.
Esta tecnología permitirá la monitorización y control del estado de todos los componentes del parque eólico, a la vez que empleará un protocolo de comunicación compatible e integrable con el sistema desarrollado por EDA Renováveis.
La puesta en marcha de este proyecto supondrá una mejora en la calidad del suministro eléctrico a los cerca de 400 habitantes de la isla, así como de los cientos de turistas que la visitan cada año, permitiéndoles autoabastecerse energéticamente a través de fuentes renovables y minimizar el riesgo de apagones.
La tecnología eólica desplegada por Norvento garantiza asimismo el suministro en zonas con condiciones meteorológicas y orografía complejas como la de Corvo. Con una superficie de 17,13 km2, de 6,5 km de largo por 4 km de ancho, se trata de un terreno de difícil acceso por su ubicación geográfica, ya que junto a la isla de Flores es la más occidental del archipiélago de las Azores y, por tanto, uno de los últimos puntos de Europa por el oeste.
Este proyecto supone un desafío logístico y de obra civil para Norvento, debido a la compleja orografía de Corvo, su climatología cambiante y a la limitada existencia de materiales de construcción en la isla. Esto obliga a la compañía a transportar desde la península los inertes y la maquinaria para llevar a cabo el proyecto, además de los medios de transporte y elevación, sistemas eléctricos y otros elementos necesarios para ejecutar la obra.
Igualmente, y debido a las limitaciones existentes en la terminal logística de la isla, que ven reducida la capacidad de toneladas contenerizadas que pueden absorber, se hace necesaria la puesta en marcha de una serie de soluciones logísticas de gran calado que incluyen el transporte por mar de los nED100 desde el Puerto de Lisboa y su posterior traslado en otro barco, a Corvo. Desde ahí, partirán en camiones hacia su ubicación definitiva, en una maniobra que debe aprovechar los meses estivales para reducir el impacto del clima sobre las labores de montaje.