El número de calderas comunitarias a gas podría duplicarse en los próximos años
El número de calderas comunitarias a gas natural en España podría duplicarse en los próximos años, llegando a superar las 30.000 unidades, si se sustituyen las calderas que funcionan con combustibles más contaminantes por gas. Esto supondría una notable mejora de la calidad del aire de las ciudades y, a la vez, repercutiría en una reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal responsable de los gases de efecto invernadero.
En este sentido, este tipo de calderas prácticamente no emiten partículas sólidas ni óxido de azufre (SOx) y reducen la contaminación de óxidos de nitrógeno (NOx) un 58% respecto de la biomasa y un 40% respecto al gasóleo. Además, emiten un 39% menos de CO2 que las calderas de gasóleo.
Según publica la revista de Sedigas, Gas Actual, actualmente existen 15.800 calderas de gas natural que proporcionan calefacción y agua caliente a edificios y comunidades de vecinos. Un número similar de calderas centralizadas (15.700) funcionan con gasóleo u otro tipo de combustible y están instaladas principalmente en edificios de más de 20 años. Estas calderas resultan mucho menos eficientes (sobre todo con el paso de los años) y además son más contaminantes que las de gas natural.
Casos concretos
Carlos López Jimeno, responsable de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid, explica en la revista que las principales razones para esta sustitución son “el precio, la disminución de emisiones contaminantes y la mejora de la eficiencia energética”. En esta comunidad, el Plan Renove de Salas de Calderas ha posibilitado que en los últimos cinco años, en la comunidad de Madrid, “más de 1.500 instalaciones de calefacción centralizada hayan dejado de utilizar estos combustibles más contaminantes y, además, se han instalado calderas de mayor eficiencia que reducen el consumo de energía”, explica.
Según Salvador Díez, presidente del Consejo Nacional de Administradores de Fincas, el gas es el “principal combustible elegido por las comunidades de propietarios y el de mayor potencial de crecimiento en los próximos años”.
Según una estimación realizada por Gas Natural Fenosa que publica la revista de Sedigas, la sustitución de calderas de gasóleo por unas de gas natural en una comunidad de vecinos de 50 viviendas, con un consumo de 500.000 KWh/año, podría suponer un ahorro del 24% del total de su factura energética (unos 9.900 € anuales). Además, las calderas a gas tienen un menor coste de mantenimiento.