Diez previsiones sobre energía para 2021
Álvaro Alcalá-Galiano Malo de Molina, Key Account Manager para Power & Grid en Schneider Electric
12/02/2021Si existe un adjetivo perfecto para definir al año 2020 es “convulso”. Ha sido convulso tanto a nivel social como económico y, todo esto, no podía no reflejarse en el sector eléctrico. Hemos vivido una caída histórica de los precios del gas que, a su vez, ha provocado una bajada sin precedentes de la electricidad. Por otro lado, para cumplir con los objetivos de sostenibilidad de la Unión Europea, se han puesto en marcha una serie de leyes, como la Ley del Cambio Climático y de Regulación Energética, que nos impactan de forma directa.
Partiendo de este escenario y tras observar cómo está evolucionando el sector en estas primeras semanas del año, a continuación, analizaremos qué podemos esperar para los próximos meses.
La instalación de energías renovables sigue en ascenso
Debido a la existencia de una nueva remuneración para nuevas instalaciones de generación de energías renovables, la instalación de estas seguirá incrementándose. En 2020 el volumen de capacidad renovable nueva instalado fue de cerca de 3 gigas, sobre todo de solar fotovoltaica. Sin embargo, este ritmo de instalación no se considera suficientemente rápido como para alcanzar los objetivos marcados por el Plan Nacional de Energía y Clima con respecto a la capacidad de energía renovable para 2030.
Con el objetivo de acelerarlo, el Gobierno publicó el pasado mes de noviembre un Real Decreto para un nuevo régimen económico de incentivo a las renovables. Este también se basa en subastas, pero con modificaciones. Por nombrar algunas, incluye el almacenamiento o la hibridación y los incentivos están más claros en relación con el coste de generación.
Es de esperar que, en 2021, estas nuevas subastas estimulen la instalación de más capacidad renovable en España.
El precio del CO2 se mantendrá alto
A causa de la entrada en vigor de la nueva fase de derechos de comercio de emisión, el precio del CO2 seguirá siendo alto. En el mes de diciembre ya vimos que los precios de las emisiones de CO2 estaban subiendo, una tendencia que se ha mantenido durante este mes de enero.
En 2021 entra en vigor la nueva fase del mecanismo de comercio de derechos de emisión, dirigido, sobre todo, a reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero. A lo largo de este año no se prevé que los precios bajen, sino al contrario, ya que el objetivo final es mantenerlo caro para facilitar que sus emisiones se reduzcan en todo lo posible.
Un mercado del gas cada vez más expuesto a las dinámicas de precios internacionales
El hidrógeno gana posiciones
Estas empresas están estudiando crear consorcios y alianzas para buscar proyectos de hidrógeno y avanzar en este sentido. Muchos de estos proyectos ya están en marcha y se irán concretando a lo largo de este año.
Mayor inversión en renovables, digitalización y modernización de las redes de distribución
Para poder lograr los objetivos de transición energética fijados por la Unión Europea, se prevén grandes inversiones en energías renovables por un lado y en modernización y digitalización de las redes eléctricas, por el otro. Según el informe Monitor Deloitte, entre 2020-2030, se espera una inversión total de 22,5 mil millones de euros en redes de distribución de la energía.
En el caso de España, las previsiones son que se invertirán 7,3 millones de euros en modernización de redes, sobre todo de baja tensión; 3,7 mil millones en digitalización y 2,2 mil millones en generación libre de emisiones. En lo que respecta a la inversión en digitalización, el informe remarca su papel como habilitador clave de la transición energética, ya que permite integrar de forma eficiente un alto volumen de generación variable de fuentes de energía renovables y recursos energéticos distribuidos (DER).
El sector recibirá la inyección de los fondos de recuperación europeos
Siguiendo con las inversiones, ya se ha puesto en marcha la primera dotación económica del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia por parte del Ministerio de Energía aplicable al sector eléctrico. Estamos hablando del Impulso al autoconsumo, que tiene un presupuesto inicial de 200 millones de euros; la movilidad eléctrica, 400 millones de euros, y la Rehabilitación de los edificios.
Se prevé que, en 2021, estos fondos empiecen a invertirse en el sector de la energía y la digitalización.
Transitar hacia la e-movilidad, si queremos alcanzar los objetivos climáticos, no es una opción y en 2021 tendremos que seguir avanzando en esta dirección. Para ello, el Gobierno sigue comprometido con descarbonizar el transporte de pasajeros e impulsar la penetración del vehículo eléctrico con iniciativas como el programa MOVES II, que establece 4 tipos de ayudas subvencionables: a la adquisición de vehículos de energías alternativas y a la implantación de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, de sistemas de préstamo de bicicletas eléctricas y de medidas de movilidad sostenible al trabajo.
Crece la apuesta por las microgrids en el sector comercial e industrial
Cada vez son más las compañías que refuerzan sus compromisos de sostenibilidad para alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos por el Acuerdo de París. Para ello, la mayoría implementa estrategias para reducir las emisiones de sus operaciones y de sus cadenas de suministro. Sin embargo, está creciendo el interés por combinar la generación de energía renovable onsite con el almacenamiento. Esta tendencia está siendo favorecida por los precios cada vez más bajos de este último.
Así, y gracias a la digitalización y a tecnologías como las microgrids, las compañías se están convirtiendo en actores activos de la transición energética. Prosumidores capaces de generar y almacenar energía e, incluso, verterla a la red y comercializar con ella.
Según la European Platform for Corporate Renewable Energy Sourcing, entre 2030 y 2050, en la zona ibérica, la capacidad instalada de solar fotovoltaica pasará de los 22,6 a los 30,5 GW en el sector comercial y de los 20,1 a los 26,6 GW en el sector industrial. Y en lo que respecta al almacenaje, pasará de los 35,1 a los 55,6 GW en el sector comercial y de los 27,7 a los 42,6 GW en el industrial. Sin embargo, para alcanzar la máxima potencialidad de estos nuevos modelos todavía es necesario superar algunas barreras regulatorias, técnicas, políticas y administrativas.
Crece la aplicación de los gemelos digitales en la transmisión y distribución eléctrica
La tecnología de los gemelos digitales está demostrando su gran aplicabilidad en el sector eléctrico, concretamente para predecir posibles situaciones adversas. Se trata de generar una réplica virtual del activo eléctrico físico modelado a partir de datos reales de operación que simulen su comportamiento.
Según datos del Instituto de Utility Analytics, esta tecnología podría experimentar un crecimiento del 40% para el año 2023, siendo su gran palanca la digitalización de las redes.
Mayor apoyo a los consumidores electrointensivos
El pasado diciembre se aprobó el estatuto de los consumidores electrointensivos que incluye mecanismos de ayuda como la compensación de hasta el 85% de ciertos cargos repercutidos a este tipo de consumidores destinado a financiar los costes de las energías renovables, de cogeneración de alta eficiencia y el sobrecoste vinculado a los territorios no peninsulares. Además, el Estado irá asumiendo la cobertura de los riesgos derivados de la adquisición de energía eléctrica de origen renovable a medio y largo plazo a través de Fergei, un fondo creado para este fin.
En esta misma línea, el Gobierno está en proceso de crear un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que también podrá beneficiar a los consumidores electrointensivos. Este fondo asumirá los costes asociados al régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos (RECORE). Así, cuando el proceso se complete – se prevé que podría tardar hasta 5 años -, el beneficio que se obtiene de las renovables, que ahora solo pagamos en la factura de la electricidad, también será soportado por los consumidores de gas y de combustibles fósiles.
Incremento de demanda de electricidad y gas debido a la normalización de la situación
A causa de la normalización de la situación frente a la COVID-19, se espera que la demanda de electricidad y gas crezca. Debido a la irregular evolución de la pandemia, se hace difícil determinarlo con seguridad, pero es de esperar que, con el avance de las vacunaciones y la vuelta a una cierta normalidad en la actividad económica y social, esta demanda no solo se recupere, sino que aumente.
Aunque, como decíamos, no resulta fácil hacer pronósticos cuando la volatilidad reina, pueden observarse una serie de tendencias – incremento de la capacidad instalada de renovables, microgrids, hidrógeno, etc. – que apuntan a que el viaje hacia la transición energética sigue adelante. De la misma manera, la apuesta por la digitalización de las redes también es firme. No podría ser de otra manera, puesto que transición energética y transformación digital son dos grandes palancas de la descarbonización.