El Solell de Santa Agnès impulsó el concepto de urbanización sostenible
El Solell de Santa Agnès es un complejo residencial de Arum Group, localizado a 30 kilómetros de Barcelona, que tuvo una excelente acogida en el mercado hace ya dos décadas, por su combinación entre privacidad, oferta de ocio y espacio para la vida social y cultural de la comunidad. Un modelo que la compañía ha conseguido exportar con éxito hacia el mercado residencial de lujo internacional.
El Solell de Santa Agnès es un caso de éxito de construcción sostenible impulsada por Arum Group hace 20 años.
Zonas verdes, construcciones sostenibles y espacios donde hacer comunidad. Estas son las tres tendencias de las familias que compran una propiedad, interesadas cada vez más en una residencia cercana a la ciudad donde trabajan, pero lo suficientemente aislada para llevar una vida tranquila y donde disfrutar del aire libre en un entorno seguro.
Estas preferencias se han acelerado tras la pandemia, con nuevas fórmulas como el teletrabajo, que parece consolidado en nuestros días. Arum Group, compañía especializada en la creación de propiedades inmobiliarias, tuvo la visión de conceptualizar un proyecto a la medida de estas necesidades hace ya 20 años. Se trata de El Solell de Santa Agnès, en pleno Montseny, en el Vallès Oriental, una urbanización situada a menos de 30 kilómetros de Barcelona, que ha resultado ser uno de sus casos de éxito más emblemáticos. Un proyecto empresarial que la compañía ha conseguido evolucionando hacia la venta de residencias de lujo asociadas a exclusivos resorts para el mercado internacional.
Francesc Pujol, director de Real Estate de la compañía, explica que “El Solell fue concebido con mucho detalle para satisfacer a un perfil de comprador: parejas jóvenes con hijos que trabajaban en Barcelona, el Maresme o el Vallès, amantes de la naturaleza y que querían disfrutar de viviendas diseñadas con estilo”. La urbanización tuvo una gran acogida en el mercado. El proyecto se inició en 2001 y culminó en 2010 y fue la primera comunidad residencial del Vallès Oriental.
“Conseguimos construir un proyecto que estéticamente sobresalía de lo que se había hecho hasta la fecha y que integraba edificación y urbanización de forma muy acertada”, explica Pujol. El propósito era que cada familia pudiera desarrollar su vida personal y social plenamente, gracias a las instalaciones deportivas, servicios y zonas verdes que incorporaba. “La urbanización se diseñó con criterios de elevada calidad, manteniendo la uniformidad en su conjunto: las vallas de las viviendas, la posición de estaciones transformadoras, buzones, pero también incorporando variedad, siempre en armonía con el entorno, por ejemplo, en los colores de las fachadas”.
Defensa de una construcción sostenible, emblema de la empresa
La sostenibilidad fue otra de las innovaciones de esta urbanización. En ella se empezaron a aplicar los principios de una construcción sostenible “diseñando las casas aprovechando al máximo la luz solar con materiales muy aislantes”. Además, los espacios verdes cuentan con vegetación autóctona, que precisa menos riego.
Hoy, la sostenibilidad marca cada paso del proceso de construcción para Arum Group. “En la actualidad, instalamos placas solares o fotovoltaicas para reducir el consumo energético de las viviendas y usamos la aerotermia como método de energía en casi todas nuestras viviendas. Tenemos mucho cuidado con la protección solar a base de estores y aislamientos de calidad, y utilizamos agua obtenida de plantas desalinizadoras. También recurrimos, y cada vez más, a las cubiertas ajardinadas, que minimizan el efecto calorífico del sol”, añade Francesc Pujol.
Por otro lado, otro de los sellos de Arum Group es fomentar el sentido de pertenencia y poner en valor las relaciones y la vida social. “Procuramos que el comprador se sienta miembro de una comunidad y orgulloso de vivir en ella. Por este motivo, creamos eventos sociales y culturales donde los propietarios puedan disfrutar de las bellezas naturales y culturales de los alrededores y puedan conocerse entre ellos”.
En este sentido, El Solell de Santa Agnès cuenta con instalaciones deportivas: pistas de pádel, campo de fútbol, piscina y un circuito de running. Su paisajismo y su buena conexión en transporte público o privado con Barcelona, la playa y otras ciudades cercanas, hacen de esta urbanización un ejemplo de convivencia entre el confort, la privacidad, el ocio y el deporte, integrando un cuidado paisajismo y acceso a espacios que fomenten relaciones sociales en un mismo enclave.
“Construimos viviendas cada vez más sostenibles, pensadas para el teletrabajo, con equipamientos deportivos comunitarios, amplias terrazas y jardines. En estos momentos de elevada inflación, la inversión en inmobiliario de uso turístico es una buena salida a los ahorros de los particulares, ya que además de la revalorización del activo, obtienen unas rentas adicionales de la explotación de la vivienda”, concluye Francesc Pujol.