Preservando vidas y recursos en los océanos

Los océanos abarcan una vasta extensión de nuestro planeta, y su exploración y explotación han sido cruciales para el comercio, el turismo y la pesca. Sin embargo, la naturaleza impredecible de los mares también puede plantear serios desafíos y riesgos para las personas y las embarcaciones. Es por eso que la seguridad y el salvamento marítimo juegan un papel fundamental en la protección de vidas humanas y la preservación del medio ambiente marino.

La seguridad marítima presenta algunos aspectos clave sobre los que se basan todo tipo de operaciones e intervenciones en la mar.

La prevención de accidentes es uno de ellos, abordándose desde este punto de vista la implementación de regulaciones y estándares de seguridad, el mantenimiento adecuado de las embarcaciones, el uso de equipos de seguridad adecuados y la formación de tripulaciones competentes.

Además, la seguridad marítima no solo se centra en la seguridad de las personas y las embarcaciones, sino también en la protección del ecosistema marino. Esto implica la prevención de derrames de petróleo y otros contaminantes, la gestión adecuada de los desechos marinos y la promoción de prácticas pesqueras sostenibles.

Por otro lado, la seguridad marítima comprende también la facilitación del comercio y el turismo. Un entorno marítimo seguro y confiable es esencial para el comercio internacional y la industria del turismo. Las medidas de seguridad marítima garantizan la protección de los bienes y la seguridad de los pasajeros, fomentando así la confianza y el crecimiento económico.

A pesar de todas las medidas preventivas, los accidentes y las emergencias en el mar pueden ocurrir. En tales casos, las operaciones de salvamento marítimo desempeñan un papel vital en la respuesta y la protección de vidas.

En este sentido, cuando se produce una emergencia en el mar, los servicios de búsqueda y rescate se activan para localizar y rescatar a las personas en peligro. Esto implica el despliegue de equipos especializados, como barcos, helicópteros y aviones, junto con la coordinación de comunicaciones y recursos.

En esta labor, los centros de coordinación de salvamento marítimo juegan un papel esencial, gestionando y coordinando las operaciones de rescate en un área determinada. Estos centros reúnen información, evalúan las situaciones de emergencia y dirigen los esfuerzos de rescate para garantizar una respuesta efectiva y eficiente.

Para llevar a cabo su cometido de forma efectiva, los avances tecnológicos han resultado fundamentales. Así, se han llegado a desarrollar equipos y sistemas especializados como sistemas de localización, dispositivos de flotación, trajes de supervivencia, botes salvavidas y equipos de comunicación avanzados que ayudan a garantizar una respuesta rápida y precisa.

La seguridad y el salvamento marítimo son esfuerzos globales que requieren colaboración internacional y el cumplimiento de regulaciones internacionales.

Según los últimos datos publicados por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de la Presidencia del Gobierno, en 2022, los efectos de la invasión de Ucrania repercutieron sobre la economía, la conectividad marítima, la seguridad alimentaria, las infraestructuras críticas, los gasoductos y los cables de telecomunicaciones submarinos.

Esto ha causado importantes perturbaciones en las principales rutas comerciales marítimas, dando como resultado un complejo escenario geoestratégico internacional, que tiene su reflejo en el incremento de las amenazas híbridas y en el cada vez mayor riesgo de ataques a infraestructuras marítimas críticas, como los cables submarinos y los gaseoductos.

Más allá del Mar Negro, otras áreas que concentran riesgos a la seguridad marítima son el Golfo de Guinea, la región indo-pacífica y el estrecho de Taiwán, según indica el DSN.

El Golfo de Guinea es otra zona de importante actividad marítima. En 2022 dicha zona ha registrado una tendencia a la baja de los actos de piratería, descendiendo un 46% con respecto a 2021.

Tal y como se indica en el informe publicado por el DSN, pese a esta disminución del número de ataques, sigue habiendo grupos activos piratas con capacidad para actuar. La mayor amenaza actual para el tráfico mercante es la relacionada con los ataques para el robo de combustible. Otros desafíos importantes para esta región son los tráficos ilícitos y el deterioro del medio ambiente.

En relación al Ártico, las especulaciones sobre la explotación de recursos naturales, presentan un dilema de seguridad, caracterizado principalmente por la militarización de la región por parte de Rusia y, en menor medida, por Estados Unidos.

En el mar Rojo y el Golfo de Adén, la inestabilidad en Yemen hace que puntualmente en zonas muy próximas a costas yemeníes exista un riesgo por la presencia de embarcaciones radiodirigidas con explosivos y de campos de minas.

En cuanto al Cuerno de África, las cifras de incidentes de piratería marítima se mantienen en niveles mínimos, pero es aconsejable que continúe la presencia naval.

Por otro lado, el aumento de la rivalidad geopolítica, se refleja en la tensión en el mar del Sur de China y, particularmente, en el Estrecho de Taiwán. Las demostraciones de fuerza por parte de China se han intensificado, con ejercicios con fuego real en las aguas que rodean la isla en la segunda mitad de 2022.

Finalmente, para España, el Océano Atlántico es de vital importancia, especialmente las Islas Canarias, cuya defensa se realiza mediante el despliegue equilibrado y disuasorio de las Fuerzas Armadas a fin de garantizar los intereses españoles en la zona.

Los puertos también se han convertido en importantes focos de competencia geoestratégica y económica, suscitándose un debate cada vez mayor sobre la propiedad y gestión de los puertos comerciales, como infraestructura crítica de los países.

Otro ámbito que está generando preocupación, en cuanto a seguridad se refiere, es la aplicación y uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en el ámbito marítimo. Está claro que el futuro pasa por su implementación, pero, al mismo tiempo, supone que se incremente el número de ciberataques contra infraestructuras marítimas críticas o sistemas de navegación y comunicaciones.

En este sentido, el informe presentado por el Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno, considera que es importante impulsar una estrategia de vigilancia marítima para la represión de actos ilícitos en el medio marino, basada en tecnología RPA, en zonas de especial sensibilidad (como el Estrecho de Gibraltar) mediante procedimientos estandarizados que permitan la vigilancia habitual no ocasional.

Por otro lado, asevera que se debe avanzar en la implementación de inteligencia artificial en la vigilancia integrada de entornos marítimos susceptibles de albergar comportamientos ilícitos, desarrollando plataformas de Inteligencia Artificial con integración de información procedente de diferentes fuentes vanguardistas.

Así, entre las acciones puestas en marcha destacan la Operación PASCAL, la Campaña Naval, el “Proyecto de cooperación portuaria” (SEACOP V), la operación internacional ‘Pandora VII’ o la “Operación Puertos Seguros”.

En lo que respecta a seguridad y salvamento, en España, es imprescindible la presencia y la acción de Salvamento Marítimo.

A lo largo de 2022, Sasemar asistió a un total de 39.594 personas en sus actuaciones, a lo que se suma el control de más de 300.000 buques y la vigilancia aérea y satelital de más de 259 millones de kilómetros cuadrados de mar para prevenir la contaminación marina.

Asimismo, el número de personas asistidas de 2022 supuso un descenso del 14% sobre el año anterior y como en otros ejercicios, la mayor cantidad de incidencias estuvo relacionada con la náutica de recreo, con 2.774 actuaciones (el 47% de las emergencias atendidas entre junio y septiembre).

De esta forma, las labores de Salvamento Marítimo se concretan en las 7.393 emergencias atendidas.

En cuanto a fallecidos y desaparecidos, en 2022 se registró un total de 345 personas. El 48% en intervenciones de embarcaciones precarias; el 20% en actividades no relacionadas con embarcaciones, tales como: caídas de personas al agua desde la costa, surf, windsurf o submarinismo.

Atendiendo a inmigración irregular, Salvamento Marítimo coordinó la búsqueda de 1.208 embarcaciones precarias y rescató a 19.373 personas (un 24% menos respecto al año anterior).

Analizando los buques implicados, se registraron 2.826 embarcaciones de recreo, 508 buques mercantes y 406 pesqueros.

Por otra parte, el número total de buques controlados por los centros de Salvamento Marítimo en los Dispositivos de Separación de Tráfico de Finisterre, Tarifa, Cabo de Gata, Canarias Oriental y Occidental, que refuerzan la seguridad en zonas de gran tráfico marítimo, ascendió a 150.997 buques. Por otro lado, 152.983 buques fueron controlados en las entradas y salidas de buques en los puertos en los que Salvamento Marítimo realiza esta labor.

Durante el año 2022, Salvamento Marítimo vigiló con sus aviones y satélites más de 259 millones de km² de mar, superficie equivalente a 512 veces el territorio nacional. También se atendieron 416 actuaciones relacionadas con la protección del medio ambiente marino.

Respecto a la seguridad ambiental, el Instituto Español Oceanográfico (IEO) lleva a cabo el programa de Contaminación Marina para evaluar la concentración de contaminantes en el medio marino y sus efectos, teniendo en cuenta los impactos y las amenazas que pesen sobre el ecosistema y la salud humana. Para ello se realiza un seguimiento de la contaminación marina al objeto de evaluar el estado ambiental de toda la costa española en base a la concentración de contaminantes en diferentes matrices ambientales y a los efectos biológicos que puedan causar en el ecosistema.