Pemex pone en el aire los floteles gallegos
Según informaba El Confidencial, el acuerdo verbal firmado por Mariano Rajoy en 2012 por el que se facilitaría que Pemex adquiriera un papel más relevante en la gestión de la petrolera Repsol a cambio de que la empresa pública mexicana encargase la construcción de una serie de barcos a los astilleros de Galicia, hoy llega a su fin.
Pemex ha anunciado su desinversión en el grupo petrolero y cerrará esta mañana la venta del 7,8% de Repsol (controla el 9,4%) mediante una colocación acelerada entre inversores institucionales. Los agentes colocadores son Deutsche Bank y Citigroup.
“La decisión de desinvertir en Repsol obedece a la baja rentabilidad de las acciones obtenida por la actual administración frente a otras petroleras, a nuestras diferencias con sus prácticas de gobierno corporativo y a que no se materializaron los beneficios mutuos que Pemex esperaba de la alianza industrial firmada con Repsol hace más de dos años”, señalan desde Pemex.
Esta salida se entiende como un choque entre dos países, que el próximo 9 de junio tendrán que reunirse debido a la visita a la Moncloa del actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Pero donde hay más incertidumbre es en Galicia, debido al compromiso que adquirió Pemex de construir dos floteles de cerca de 800 millones de euros.
Así, Alberto Núñez Feijóo teme que el grupo mexicano recule.
Aunque el corte de la chapa que supone el inicio de la construcción de los barcos ya está en marcha, en la Xunta creen que Pemex puede argumentar que ni Navantia ni Barreras pueden obtener los avales bancarios para desarrollar los encargos, ya que en los contratos firmados con Cuetracasas se advirtió que o había garantías de solvencia financiera, o no había barcos.
La preocupación llega al gobierno ante la paralización de la construcción de los floteles, suponiendo un efecto negativo sobre el naval gallego y poniendo en riesgo los más de 3.000 empleos directos e indirectos generados.