Visión e inteligencia artificial para verificar la calidad del vino durante el embotellamiento
La empresa vitivinícola Familia Torres y la startup tecnológica BitMetrics han desarrollado un proyecto que utiliza la visión y la inteligencia artificial para verificar la calidad del vino durante el embotellamiento. El proyecto VINIA, que realiza la prueba piloto en la bodega de Torres en Pacs del Penedès (Barcelona), combina estas tecnologías con una solución mecánica que voltea la botella para identificar partículas extrañas en el vino durante el proceso de embotellamiento, retirando las unidades dañanas antes de salir al mercado.
Para el desarrollo del proyecto VINIA, Familia Torres y BitMetrics han contado al apoyo de ACCIÓ, la agencia por la competitividad de la empresa del Departamento de Empresa y Trabajo, mediante 29.000 euros de la línea de ayudas a proyectos de innovación abierta y disruptiva.
El objetivo de la introducción de esta tecnología en el embotellamiento es establecer un nuevo estándar en el control de calidad para que ofrezca nuevas soluciones en entornos de poca luminosidad y alta velocidad en la hora de examinar las botellas llenas en la línea de producción. Integrando sensores de imagen y modelos de aprendizaje automático de última generación, el sistema puede identificar y aislar partículas no deseadas con una precisión sin precedentes.

Para el Open Innovation Manager de Familia Torres, Josep Batet, “la colaboración con startups es una excelente manera de dar respuesta a los retos del negocio, puesto que nos permite explorar soluciones innovadoras y adaptadas a nuestras necesidades”. Además, destaca que “el apoyo de ACCIÓ a este tipo de iniciativas resulta muy útil para mitigar el riesgo y fomentar la implementación de proyectos con un alto potencial de transformación”.
Según la CEO de BitMetrics, Mar Masulli, el nuevo sistema cuenta con la ventaja de ser “una solución escalable que no requiere modificar la planta de producción, sino integrar una pequeña máquina adaptada”. Además, añade, “se puede aplicar a diferentes tipos de vino y de botellas”; y permite “retirar la unidad afectada sin afectar al conjunto de la producción y reutilizar la botella y retractar el vino si se detecta algún problema”, concluye.
En este sentido, Jordi Queralt, jefe de Fabricación de Familia Torres, añade: “La adaptabilidad del sistema a nuestra línea de embotellamiento es clave para garantizar una integración rápida y sin interrupciones significativas en nuestra operativa diaria. Esta flexibilidad, combinada con su precisión, nos permitirá mantener los estándares de calidad que exigimos en cada botella que sale al mercado”.
La colaboración entre las dos compañías pretende ofrecer una solución escalable que se adapte a nuevas líneas de embotellamiento de cualquier bodega sin necesidad de modificaciones extensas de ingeniería y que permita una adopción amplia dentro del sector. A la vez, el proyecto VINIA también aborda el creciente compromiso con la sostenibilidad al reducir el desperdicio y mejorar la calidad global del producto final.