Agricultor y consumidor, más cerca de lo que parece
14 de noviembre de 2011
La primera de las conclusiones del estudio es para ambos protagonistas de la cadena alimentaria. La actividad agrícola significa algo más que una mera actividad transaccional, se trata de una vocación basada en los valores comunes de los productores y de sus comunidades. Para los productores y consumidores entrevistados –300 y 1.000 respectivamente– en los seis países (Brasil, India, EE UU, Alemania, Francia y España) esta concepción de vocación social consta de tres elementos claves: brindar a la gente alimentos nutritivos; respaldar a la comunidad rural y administrar la tierra y el medio ambiente.
Los resultados de la encuesta revelan también que el agricultor español no está demásiado satisfecho con su situación. Mientras que en nuestro país uno de cada dos encuestados están insatisfechos, en países como EE UU o Brasil la satisfacción del agricultor con su situación supera el 70%. Se ha de tener en cuenta que esta encuesta se realizó durante los pasados meses de junio y julio, en plena efervescencia de la crisis de la E.Coli, y que por lo tanto algunas de las respuestas pudieron estar influidas por este hecho.
En cuanto al medio ambiente, sigue habiendo un importante reproche por parte de los consumidores hacia los productores agrícolas como responsables de los problemas ambientales, sobre todo en la India, Francia y Brasil. Respecto a esa visión, entre los consumidores encuestados, han sido los españoles los que más en desacuerdo han estado con ese enunciado. Aunque los agricultores en su mayoría muestran un alto grado de comprensión por las inquietudes de los consumidores referidas al medio ambiente, no creen que éstos entiendan cabalmente la magnitud del desafío que plantea el abastecimiento de alimentos y el constante equilibrio que se necesita lograr para responder a la necesidad de alimentar el mundo, por un lado, y de conservar la naturaleza y medio ambiente, por otro.
El productor sostiene que para mantener este equilibrio, el consumidor debería estar dispuesto a pagar más por los productos que se obtengan de una forma más respetuosa con el medio ambiente, el gobierno dar subsidios para evitar que suban los precios de los alimentos y la industria química producir productos más amigables con el medio ambiente.
AgBalance, una herramienta universal para medir la sostenibilidad
“Medir la sostenibilidad se ha de basar en unos criterios palpables. Hasta ahora no se disponía de una herramienta que mediese la sostenibilidad desde un punto de vista holístico. Por este motivo, a finales de 2009 pedí esa herramienta a nuestro departamento de sostenibilidad, tomando como base nuestra experiencia de más de 15 años en la evaluación comparativa de la sostenibilidad en otros campos. Creo que el trabajo ha dado sus frutos, y lo demuestran las tres certificaciones independientes obtenidas por tres organismos expertos internacionales: DNV Business Assurance, NSF International y TüV-Süd de Alemania”, comentó Stefan Marcinowski.
BASF crea una nueva unidad estratégica: Sostenibilidad y administración de productos
Con el objetivo de investigar más allá de los productos y de los métodos tradicionales de protección de cultivos, BASF ha creado también la unidad 'Cuidado Funcional de los cultivos' (Funtional Crop Care), con la tarea de desarrollar nuevas y mejores formas de ayudar al agricultor a administrar recursos y reducir el estrés en los cultivos, lo cual aporta beneficios ambientales y de rendimiento. Esta nueva unidad se basa en tres grupos principales de productos: manejo del agua, sanidad vegetal y manejo del nitrógeno. Los primeros resultados que contribuyan en forma positiva a la rentabilidad se esperan para el 2015, con una especial relevancia en el mercado asiático. El grupo de productos se agrupan bajo AgCelence, “apelando a la necesidad insatisfecha en el mercado de ayudar a la plantas a superar el estrés mejorando sus mecanismos de autodefensa y ayudándolas a aprovechar al máximo los recursos disponibles”, según manifestaba Markus Heldt, presidente de la División Protección de Cultivos de BASF.
La multicinacional alemana no se olvida de la biotecnología vegetal
En este difícil contexto, BASF, a través de su División Plant Science, espera llevar en los próximos años al mercado junto a socios, plantas que mejoren el rendimiento del agricultor, además de desarrollar productos con un valor nutritivo incrementado. El ejemplo más reciente se centra en los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, EPA y DHA, saludables para el corazón, que se encuentran en las plantas de canola. Un acuerdo firmado con la empresa estadounidense Cargill, puntero en el mercado de aceites vegetales, espera facilitar nuevas aplicaciones que brindarán a los clientes una fuente de EPA y DHA conveniente y fácilmente disponible. Se espera que los primeros productos que contienen aceites de plantas de canola con EPA/DHA omega-3 salgan al mercado a finales de década. Otro de los proyectos en marcha es la patata Fortuna, para quien BASF espera tener los primeros permisos de comercialización para 2014/15.
- Uno de los seis países donde se ha realizado la encuesta ha sido España. ¿Qué particularidades podemos encontrar entre la opinión del agricultor y consumidor español y la del resto de países encuestados?
Lo que realmente me ha llamado la atención ha sido la gran aceptación de productos genéticamente modificados, tanto por parte del agricultor como por parte del consumidor español. Esto nos ha llevado a la conclusión que allá donde el agricultor y consumidor tienen un contacto directo con la cultura de lo genéticamente modificado la aceptación acaba siendo mayor.
- ¿A qué cree que se debe esta diferencia con el resto de países europeos? ¿Se trata de una apuesta del agricultor o de una demanda real por parte del consumidor?
Existe menos miedo, menos consorcios y un tratamiento más racional del tema. Aunque hay que decir también que se trata de una aceptación sobre todo en cultivo extensivo, y no tanto en cultivo hortícola.
- AgBalance es la nueva herramienta de BASF para el agricultor. ¿Qué significará para el consumidor?
El público objetivo de esta herramienta es sobre todo la política, la ciencia y los clientes, ya sean los agricultores u otros socios. Al consumidor esperamos poder ofrecerle de esta forma un análisis más documentado y transparente a la hora de comparar los distintos sistemas de producción, introduciendo más números fríos y menos emociones en las discusiones que se realizan sobre el futuro de la agricultura moderna. Es una realidad que tanto agricultores como consumidores están preocupados por el medio ambiente, pero muchos reconocen al mismo tiempo que no tienen el conocimiento suficiente como para dar pasos en la dirección correcta.
- Se ha mencionado que AgBalance está basado en 69 indicadores. ¿Qué miden y qué peso tienen en cada caso?
Los indicadores son específicos y regionales, eso quiere decir que, por ejemplo, en Alemania el peso que pueda tener el indicador 'Agua' es mínimo, en cambio la 'Calidad del suelo' resulta tener mucho más peso. Para los indicadores sociales hemos realizado una encuesta social en cada país y hemos preguntado al consumidor qué es más importante para ellos: biodiversidad, calidad del agua, menor generación de residuos, etc. Todo ello está presente en cada uno de los indicadores, para que sepamos, tanto de los clientes como de la sociedad, qué es lo que realmente les preocupa. Si 69 son muchos indicadores o pocos, no lo sé. Eran muchos más, pero se han clasificado de tal forma que sean auditables, transparentes y que cualquier organización puedan utilizarlos. No pretende ser una herramienta exclusiva, sino una base de datos abierta, y donde cada cliente, pero también cualquier crítico, pueda saber en qué se ha basado cada una de las decisiones tomadas.
- Su previsión es vender en 2020 un 50% en su División de Protección de Cultivos, llegando hasta los 6.000 millones de euros. ¿No es una visión muy optimista tal y como están las cosas?
Yo diría incluso que alcanzaremos los 6.000 millones, si las cosas siguen como hoy, sin grandes problemas antes de esa fecha.
- ¿Qué objetivos tiene BASF para su División Agrícola en España?
BASF en España ha realizado una progresión muy importante, invirtiendo en pruebas con cultivos específicos, porque no es un mercado de trigo y cebada. También hemos invertido en proyectos de trazabilidad porque España es un país que exporta mucho al resto de Europa y le importa extraordinariamente estar a la vanguardia en cuanto a la transparencia y seguridad de los alimentos se refiere. Como ejemplo tenemos el proyecto piloto llevado a cabo con la cadena de supermercados alemana Rewe, donde se ha querido elevar la confianza en la calidad y seguridad de la uva de mesa comercializada.