Ferias que nacen de las tierras

Cumplir 300 números es un motivo de celebración. Enhorabuena al equipo de Tierras. Estas páginas reflejan puntualmente la actividad de un sector estratégico, el primario, que para la Feria de Valladolid es también una referencia fundamental. En nuestro calendario ocupan un lugar preminente ferias que nacen de la tierra y son lugar de encuentro, espacio de negocio, de conocimiento para los miles de profesionales que acuden a certámenes como Agraria, Agrovid o el nuevo proyecto, SIEB, especializado en equipamiento para bodegas.

Las ferias que describía Tierras en su primer número son diferentes a las que leemos hoy en aspectos como la alta especialización a la que tendemos, con certámenes dirigidos a segmentos de actividad muy específicos. Pero quizá los cambios más notables se han producido en los procesos de gestión y comunicación con expositores y visitantes.

Ahora bien, un detalle sigue siendo primordial y la razón de existir de las ferias: el valor del encuentro cara a cara, insustituible. La dura experiencia de la pandemia, el aislamiento, las restricciones de movilidad… han evidenciado cuánto necesitamos, personal y profesionalmente, encontrarnos y compartir.

La evolución de las ferias es una constante a lo largo de la historia y los actores, que somos todos -expositores, visitantes y organizadores- ponemos en escena el mejor guión posible.

En el caso de Agraria, nuestra bienal de referencia para el sector primario, hablamos de una feria consolidada, avalada por las más importantes empresas y miles de profesionales y con retos futuros como el fortalecimiento de la vertiente Ibérica, que los agricultores portugueses encuentren en Valladolid ferias de referencia para su actividad.

Y este objetivo es común para otros dos certámenes, Agrovid y la nueva cita SIEB, el Salón Ibérico de Equipamiento para Bodegas. Geográficamente estamos ubicados en el corazón del gran viñedo peninsular, con 3.000 bodegas, 23 marcas de calidad y 50 denominaciones de origen. Tanto el cultivo de la vid como la elaboración de vino son sectores primordiales en nuestra economía y nosotros somos la plataforma en la que, cada año, se encuentran fabricantes, distribuidores, viticultores y bodegas.

Considero que poner en valor el sector primario, tantas veces invisible, debe ser también uno de nuestros fines. El medio rural es también turismo y gastronomía. El descubrimiento de la naturaleza y de la cultura vinculadas al enoturismo, los productos artesanales y ecológicos, son facetas a las que también podemos contribuir las ferias. Así, el gastroturismo es desde hace varios años una propuesta de Intur, la feria de turismo de interior, con la que ponemos el foco sobre alimentos vinculados a un territorio; los sabores son alicientes que incitan a viajar; o en FINE, la feria internacional de enoturismo, donde el vino se convierte en la tinta que escribe la historia de territorios, paisajes y personas del mundo rural.