Diez tendencias en vino que marcarán el año 2021

Vivimos en un mundo donde ir a la última está a la orden del día: queremos tener las prendas de ropa que están más de moda, conseguir lo último en tecnología móvil e incluso buscamos en redes sociales de qué se está hablando para no quedarnos desactualizados. El mundo del vino, un ámbito que gana cada vez más adeptos, también cuenta con sus propias tendencias. Vinissimus, el eCommerce referente en Europa en venta de vino español online, ha creado un listado de las diez tendencias en vino que marcarán este nuevo año, caracterizadas por nuevas experiencias, la tecnología y la sostenibilidad.

Cada vez nos interesa más saber quién está detrás de cada botella, qué tierra labra y cómo trabaja en bodega. Queremos que cada vino traiga una historia consigo y bebemos algo más con cada sorbo.

El interés por lo desconocido es creciente. Los clásicos no perderán su cuota de mercado, pero cada vez apetece más beber vino de regiones menos tradicionales, incluso de países con muy poca tradición vitivinícola. Con las variedades parece que empieza a suceder algo parecido: el exotismo de las variedades minoritarias está llamando también a la puerta.

Han sido muchos lo que tildaron al vino natural de moda o movimiento temporal, pero el vino respetuoso, aquel que no esconde otra cosa que mosto fermentado ha demostrado sobradamente que ha llegado para quedarse y que su empuje no deja de crecer.

Llevamos años diciendo que el vino rosado parece que empieza a despegar y que poco a poco recupera interés entre los consumidores. No obstante, el despegue real no parece acabar de llegar, por lo que esta puede ser la última oportunidad para el vino rosado.

Briks, latas y bag-in-box van ganando en importancia, especialmente este último. Buscamos envases prácticos, más ecológicos y sencillos de transportar, pero no siempre estamos preparados para aceptar las nuevas propuestas del mercado. El Nuevo Mundo se lanza, sin dudarlo, sobre cualquier novedad, pero la vieja Europa tiene un enorme pasado detrás que, en ocasiones, limita nuestro ímpetu.

Empieza a imponerse el dicho de que “menos es más”, buscamos bebidas ágiles y gastronómicas, vinos de los que podamos tomar un par de copas sin que pesen en exceso; queremos menor graduación, menos azúcar y menos extracción, en resumen, vinos más fluidos y saludables.

La conciencia animalista y el consumo ecológico son valores relevantes en las nuevas generaciones, y los vinos no se podrán quedar al margen. El vino en cuya elaboración no intervenga ninguna sustancia animal tiene mucho ganado.

Códigos QR con canciones que hagan de la degustación del vino una experiencia aún más interesante o nos lleven a informaciones detalladas sobre elaboración que permitan mantener las etiquetas limpias de texto otorgando mayor protagonismo a la imagen, están ya a la orden del día.

El cambio generacional, la salud o los impuestos sobre el alcohol pueden llevarnos a beber menos, pero probablemente de mayor calidad y en ocasiones más señaladas.

Productos fáciles, de agradable consumo diario, que pueden ayudar a las bodegas a dar salida a sus excedentes allá donde la legislación lo permita, convivirán con las botellas de prestigio.