El vino y el vacuno de carne son los sectores más castigados por la COVID-19 en el campo español

Las cooperativas agroalimentarias esperan que los fondos de recuperación de la Unión Europea permitan un repunte rápido de la actividad del sector en España y se muestran esperanzadas en las perspectivas que se abren con la nueva reforma de la PAC.

Las cooperativas agroalimentarias españolas recibirán 2021 con “gran expectativa” sobre el reparto de fondos de la Unión Europea (UE) para la recuperación de la COVID-19, tras un año de sacudida para el campo, cambios en el consumidor y caídas de ingresos de los negocios más ligados a la hostelería.
El director general de Cooperativas Agro-alimentarias, Agustín Herrero, asegura, en una entrevista con Efeagro, que el año que acaba era “inimaginable”, con una pandemia que ha impactado en las explotaciones agroalimentarias, de sectores como el vino, flor cortada o vacuno de carne.
No obstante, subraya que las cooperativas “redoblaron sus esfuerzos” durante los primeros meses de confinamiento para cumplir con su responsabilidad y garantizar el abastecimiento alimentario.

Entre los desafíos para el nuevo año, afirma que los fondos de recuperación de la UE abren expectativas positivas, a las que se suma el desenlace de las negociaciones de la Política Agrícola Común (PAC), sin olvidar la esperanza ante el cambio de presidencia de Estados Unidos (EE UU) sobre el fin de los aranceles.

“Los titulares (sobre el fondo de recuperación de la UE) son muy positivos, estamos muy pendientes de la letra pequeña, para ver en qué medida pueden llegar al tejido productivo”, señala Herrero.
Las cooperativas confían en los efectos de las vacunas y en que cuanto antes haya una normalización sanitaria y mejoras económicas, aunque conscientes de las pérdidas de ingresos de una parte de la población y de su efecto en el consumo.

Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agroalimentarias de España

Herrero apunta que aún no están cerrados los datos globales del año, si bien se espera un retroceso en la facturación, más acentuado en las cooperativas dependientes del suministro a hostelería y restauración.

En vino, las cooperativas prevén una bajada del 10 o del 15%; en aceite no se espera una gran reducción anual, porque esta producción ya arrastraba una crisis de precios anterior, mientras que en el vacuno de carne disminuirán entre el 25 o el 30%.

Entre las cuestiones más preocupantes, Herrero menciona el Brexit, porque el Reino Unido es un mercado muy importante para España, especialmente para las exportaciones hortofrutícolas.

Indica que las perspectivas son “sombrías” porque el Reino Unido se convierte en un país tercero, “con una frontera que no había” y gestiones que van a trastocar las relaciones comerciales.

En paralelo, explica, la UE va a poner en marcha la nueva PAC para los próximos siete años y el Pacto Verde europeo, “normativas únicas en el mundo” por el incremento de requisitos medioambientales, que pueden influir negativamente en pérdidas de competitividad frente a países terceros.

Para las cooperativas, una de las mayores dificultades de 2020 ha sido el impacto de los aranceles de EE UU contra productos españoles, en represalia por las ayudas de la UE al consorcio europeo Airbus.

Herrero tiene esperanza en "un gesto de buena voluntad" de la administración del nuevo presidente de EE UU, Joe Biden, de forma que se negocie con la UE un acuerdo que termine esas sanciones, porque los agricultores “no pueden pagar los platos rotos de un conflicto aeronáutico”.

En relación a la PAC, reclama reforzar los mecanismos de gestión de mercados y de regulación o autorregulación de la oferta, porque son “los únicos eficaces” para corregir desajustes.

“La pandemia y las crisis que sufrimos cada año ponen de manifiesto que el sector está sometido a variables que escapan al control de los productores, como el clima o excedentes que destruyen los precios y hacen difícil la supervivencia”, añade.