Control de calidad de la uva mediante visión avanzada
Medir la calidad de la uva
Con el fin de contar con una uva de máxima calidad que sirva como materia prima en la elaboración de mejores vinos y que esta cualidad se vea repercutida en los precios, el control de las variables que afectan a la uva debe hacerse desde las fases de producción. Estas variables son la madurez de la uva, su estado sanitario o su color, entre otras.
Los aspectos de control que marcan la diferencia cualitativa de la uva en el propio origen comienzan por el seguimiento de la maduración de la fruta, la detección de enfermedades que la afectan, la correcta planificación de vendimia, etc.
Posteriormente, la calidad de las uvas ha de medirse en la entrada en las bodegas. Para ello son necesarias tecnologías de análisis rápido que permitan organizar la descarga de la uva en función de la calidad de la misma. Una vez dentro de las bodegas, las técnicas de medida rápidas posibilitan evaluar la calidad de la uva.
Tecnologías de visión avanzada para medir la calidad de la uva destinada a vinificación
En la actualidad ya se están utilizando diferentes tecnologías que aportan información de algunos indicadores de calidad de la uva, como:
- La Refractometría. Esta técnica es capaz de medir el contenido de azúcares reductores o el grado alcohólico probable que se conseguirá de esos azúcares tras la fermentación. Estos dispositivos miden el cambio del índice de refracción de la luz en la muestra.
- Valoradores por titulación y analizadores multiparamétricos. Este tipo de instrumentos son analizadores automatizados que emplean reactivos químicos específicos para conocer los indicadores de calidad de la uva como el contenido en azúcares, la cantidad de ácido tartárico, málico, acético, glucónico, los polifenoles totales o los antocianos.
- Espectrofotómetros en el infrarrojo. Se trata de unos dispositivos que evalúan la concentración de las diferentes sustancias químicas presentes en la muestra gracias a la interacción de la luz infrarroja con el mosto de la uva y al empleo de técnicas quimiométricas a partir de modelos que se han de ajustar en cada campaña.
- Biosensores. Son equipos que miden la concentración de una sustancia como el ácido glucónico en una muestra de mosto mediante un reactivo que suele ser una enzima o anticuerpo específico afín al analito a medir y que genera una señal proporcional a su concentración.
También los drones, ya que incorporan cámaras de visión multiespectral, RGB y sensores térmicos están suponiendo una ventaja significativa a la hora de representar mapas de producción. Para ello tienen en cuenta los índices agronómicos, la temperatura en superficie o el cálculo de biomasa, además de controlar los posibles daños en las diferentes parcelas de cultivo.
El analizador WineScan de Foss analiza más de 20 parámetros en 30 segundos.