Cellers Singulars, la diferenciación de las bodegas familiares de la DO Tarragona
El origen particular de cada una de las bodegas que forman Cellers Singulars –Bodegas Peculiares en catalán–, al igual que el propio nombre de la asociación, es la base de un proyecto que nace para mostrar las particularidades de una zona geográfica concreta y delimitada: la DO Tarragona. Hablamos con su presidente, Josep M. Llauradó, para conocer un poco más este proyecto.
Cellers Singulars es “una asociación de bodegas familiares de la DO Tarragona con el objetivo de poner en valor el origen de cada una de las bodegas, variedades de cultivo, maneras de elaborar y tipos de vino”, nos explica Josep M. Llauradó, presidente de Cellers Singulars. “El proyecto permite abordar las administraciones i/o empresas para la realización de eventos, actos, ferias… Algo que sería más difícil como bodegas individuales. Desde la asociación realizamos presentaciones en actos emblemáticos de las bodegas y de sus elaboraciones y, entre otras cosas, hacemos compras conjuntas de material”, añade.
Además, uno de los mayores objetivos que persigue Cellers Singulars es mostrar el potencial de su territorio y “explicar la diversidad de la DO Tarragona como valor añadido y no como un problema puesto que, a veces, la diversidad es algo complejo de comunicar”. El área de producción de la DO Tarragona está formada por la las comarcas de Ribera d’Ebre, Camp de Tarragona, Alt Camp, Baix Camp y Tarragonès y es una de las denominaciones más antiguas del país.
Las bodegas de Cellers Singulars son familiares y trabajan la viña de una forma respetuosa, con una elaboración máxima de 30.000 botellas. La zona en la que se ubican estas bodegas y sus viñas tiene una gran diversidad desde el punto de vista vitícola: suelo, climatología, variedad de uvas… Las bodegas de la Ribera d’Ebre cuentan con un clima muy suave con temperaturas muy elevadas en verano, lo que favorece la rápida maduración de la uva. El rio Ebro toca la viña, lo que influye tanto climática como edafológicamente. En el Baix Camp, por ejemplo, la diferencia de temperaturas entre noche y día es más fuerte, por lo que la maduración es más lenta y la vendimia, más tardía.
Ante una situación tan diversa, Cellers Singulars quiere demostrar cómo la tradición puede unirse a la innovación. Para hacerlo, la asociación defiende valores muy concretos: “Queremos destacar el origen de cada bodega, representado por los pueblos de los que provienen sus vinos, con las peculiaridades de las variedades, las elaboraciones, la gastronomía, la viticultura ecológica y sostenible y con una vocación a ofrecer enoturismo”. Así, según Llauradó, la DO Tarragona destaca por su calidad y diversidad: “Se puede beber un vino de la DO desde los aperitivos hasta los postres, pasando por los primeros y segundos platos, sean de pescado o de carne”.
Otro de los grandes valores que defiende Cellers Singulars es el emprendimiento en el sector del vino. Los productores que forman parte de la asociación son jóvenes emprendedores con ganas de labrarse un futuro, dando visibilidad y valor a su territorio. “El emprendimiento es importante para aumentar cuota de mercado y atraer al consumidor”, señala el presidente, “por lo que apostamos firmemente por ello”. Asimismo, Josep M. Llauradó cree que en un sector con tanto movimiento como el vinícola “hay sitio para todos”, a pesar de que el consumo “no se corresponda con el de un país productor”. ¿La solución? “Una estrategia común”.
Actualmente el proyecto está formado por nueve bodegas: Biopaumerà, Mas Bellas, Mas del Botó, Pedrola, Suñer, Estol Verd, La Farinera Vins, Malí de Rué y Blanch. “Hay posibilidades de crecer siempre y cuando la bodega peticionaria cumpla los requisitos y valores de la asociación”, aclara Llauradó. Pero ¿qué requisitos debe cumplir una bodega para poder formar parte del proyecto? Básicamente, “que forme parte de la DO Tarragona y produzca un máximo limitado de botellas”.
