Entrevista a Patricia Álvarez, responsable de Comunicación y Relaciones Externas de Bodegas Murviedro
Tradición y tecnología puntera, así se definen en Bodegas Murviedro porqué así son. Perteneciente a las Denominaciones de Origen Valencia, Utiel-Requena, Alicante, Rueda, Vinos de la Tierra de Castilla y Cava, Murviedro forma parte del grupo europeo Schenk. Los últimos años han venido cargados de éxitos y reconocimientos de los que hablamos con su responsable de Comunicación, Patricia Álvarez.
2016 ha sido un año muy fructífero pues han obtenido decenas de reconocimientos internacionales. ¿Qué tienen sus vinos para gustar tanto?
Nuestros vinos responden a un estudio exhaustivo de gustos y tendencias actuales en base a las cuales se define el estilo de elaboración, por eso no es sorprendente que gusten tanto, ya que con un buen briefing es más fácil acertar.
Tener una personalidad propia es imprescindible en el mundo vinícola. ¿Cómo definiría la suya?
El respeto por la tierra buscando ensalzar las mejores cualidades de cada variedad, la tipicidad y origen son los principios que fundamentan la personalidad de Bodegas Murviedro.
Está en auge el uso de variedades autóctonas para la diferenciación de vinos. ¿Qué ha supuesto la utilización de la Bobal para su bodega?
Es imprescindible trabajar con el producto local que, en este caso, además es reconocido y apreciado; cuando se trabaja con respeto, buscando ensalzar las virtudes y propiedades de cada variedad, como en este caso la Bobal, la estrategia funciona.
Vendimia en la finca nueva de cepas viejas de Bobal.
¿Cómo compaginan las grandes producciones con la alta calidad?
La calidad es siempre un factor prioritario e independiente del tamaño de una bodega. Es algo exigible. Una bodega como la nuestra cuenta con procesos de control en todas las etapas de elaboración, de modo que se determinan de antemano las acciones necesarias para conseguir la calidad deseada. Invertir constantemente en tecnología que nos libere de tomar decisiones arbitrarias es imprescindible. Por su puesto, otro factor importante es el Know How y la experiencia del equipo, que en el caso de Murviedro es incuestionable. Cuando, además, la voluntad de hacer vinos de calidad forma parte de la estrategia el resultado es el mejor.
Su mercado principal es la exportación pero, ¿qué representa el mercado nacional para Murviedro?
Es un reto que poco a poco vamos logrando. El consumidor nacional es difícil y más en un periodo de recesión económica donde el gasto contenido hace que el consumidor tome decisiones menos arriesgadas y que se anime en menor medida a probar nuevos productos. De todos modos, al final el trabajo bien hecho y la persistencia da su fruto y cada vez tenemos más puntos de venta a lo largo del país.
Son una de las bodegas que produce cava fuera de Catalunya con mayor éxito. ¿Es difícil diferenciarse de los espumosos catalanes?
No perseguimos diferenciarnos de los catalanes sino ser una opción más de calidad y que sea el consumidor quien decida, en función de si su motivación de compra principal es la procedencia o el estilo del producto.
Centrándonos en la Sangría Borriquito, ¿dónde se produce y cómo es su proceso de elaboración?
Se trata de una sangría premium con una atractiva presentación, desenfadada y juvenil que guarda una historia con el pasado de la bodega. Está elaborada con distintas variedades de uva tinta. Para la vinificación se selecciona el vino obtenido a partir de una vinificación tradicional seguido de la adición de aromas naturales y azúcar. De color rojo rubí intenso, presenta aromas con notas de naranja y limón. El sabor es dulce, especiado y con ricas notas cítricas. Cuenta con buena estructura y final largo. Es ideal como refresco añadiendo trozos de fruta y hielo o como acompañante a platos de arroz como la paella, etc.
Recientemente esta Sangría Borriquito ha sido distinguida con el prestigioso premio CLAP al mejor packaging, ¿qué ha significado tal reconocimiento?
Bodegas Murviedro siempre ha sido una bodega muy preocupada con el tema de la innovación y el diseño, y recientemente ha sabido adaptar el diseño de sus productos en línea con las tendencias del mercado, tratando de cuidar la presentación de sus vinos al máximo, en función del tipo de producto y de cliente al que se dirige. En este sentido, este reconocimiento es una muestra más de la capacidad de adaptación de la bodega a los gustos y preferencias de los diferentes públicos, tanto en la calidad del producto como en su presentación
En este sentido, háblenos de la etiqueta y de la sangría premium. No es nueva para Murviedro…
Hace más de 40 años, Bodegas Murviedro contaba con un producto, la Sangría Borriquito, que en su etiqueta homenajeaba al animal que tiraba del carro para llevar la uva hasta la bodega. Este año la firma ha recuperado aquel concepto, pero con un enfoque más moderno y juvenil. El Borriquito ya no tira del carro, ahora se va a la playa con una nevera en la mano repleta de esta refrescante bebida de baja graduación alcohólica (6%).
El mercado demanda un nuevo estilo de sangría, con calidad, con una imagen moderna y fresca. Murviedro aprovecha la ocasión y utiliza la antigua y exitosa Sangría Borriquito como una inspiración para el desarrollo de este nuevo concepto. La versión moderna y actual muestra un borriquito que ya no trabaja, en cambio está disfrutando de unas merecidas vacaciones en la playa.
Parece que asistimos a una revolución de las etiquetas en el mundo del vino, ¿cree que puede ser determinante a la hora de que un consumidor se decante por un vino en concreto?
En la medida en que proyecte y sea fiel reflejo de lo que ofrece el producto, sí lo creo. El consumidor de hoy busca que lo sorprendan, le atrae lo novedoso. Y como decía anteriormente, también lo más importante es adaptar la imagen de cada producto a los gustos y preferencias de su público. Porque existen muchas referencias de vino (tinto, blanco, espumoso, cava…) y no todos los públicos buscan lo mismo.