Consejos para viajar con niños y protegerlos del calor
Es importante tener en cuenta que los bebés y niños pequeños son vulnerables dentro del vehículo porque les afecta con mayor intensidad el calor, ya que su sistema de autorregulación de la temperatura es aún inmaduro. Por este motivo, es fundamental proteger al bebé de las temperaturas elevadas de la época estival siguiendo una serie de consejos y pautas que harán que el viaje en coche sea más cómodo y, sobre todo, seguro para los más pequeños.
Antes de iniciar el viaje
- Todos los niños con una altura igual o inferior a 1,35 metros están obligados a utilizar un sistema de retención infantil homologado en el asiento trasero cuando viajen en un vehículo. Los bebés deben viajar en sentido inverso a la marcha para una mayor protección de cabeza y cuerpo en el caso de que se produjera una colisión. Es fundamental comprobar que la instalación de la silla es correcta siguiendo las instrucciones del fabricante para garantizar, de este modo, que el SRI cumpla eficazmente su función protectora.
- Es fundamental preparar el viaje con antelación. De esta manera, se evita el estrés y el nerviosismo en los adultos y su consiguiente traspaso a los pequeños.
- El niño debe viajar con ropa cómoda, holgada y ligera para que el sistema de retención homologado actúe de forma eficaz.
- No programar viajes excesivamente largos. No se recomiendan más de seis horas al día en coche.
- Antes de introducir al bebé en el coche para iniciar un viaje hay que comprobar que la temperatura interior es la adecuada, entre 21 y 23 grados.
- Si el vehículo ha estado expuesto al sol hay que ventilarlo previamente bajando las ventanillas para que recircule el aire.
- Antes de sentar al niño en la sillita, hay que tocar las hebillas metálicas para comprobar que no estén demasiado calientes, lo que podría causar quemaduras al niño.
- Una cuestión de vital importancia: bajo ningún concepto, nunca, se debe dejar a los pequeños solos en el interior del vehículo, aunque exista una apertura en la ventanilla, ni siquiera para hacer algún recado rápido. Nunca. En los meses de calor la temperatura en el interior del coche puede subir entre 10 y 15 grados en menos de 15 minutos, y los niños pueden sufrir un golpe de calor, a veces fatal.
Durante el viaje
- Aire acondicionado sí, pero con moderación ya que puede resecar las mucosas e irritar el sistema respiratorio. El flujo de aire no puede estar dirigido directamente hacia el bebé, no puede darle ni en la cara ni en el cuerpo.
- En el caso de que el niño esté nervioso, una buena opción es sentarse a su lado en el asiento trasero y tratar de entretenerle con juguetes, canciones o cuentos infantiles.
- Hidratar a los niños con agua de manera frecuente. No esperar a que la pidan.
- Al igual que los adultos, los niños necesitan descansar cada dos horas. Es importante aprovechar los tiempos de descanso para que el bebé se aire, se refresque y se mueva.
- Durante el trayecto se debe evitar que el sol dé directamente al bebé a través de la ventanilla utilizando parasoles.
- Comprobar periódicamente que el bebé no tiene frío ni excesivo calor. La clave la dará la temperatura de sus extremidades, por ejemplo, los pies, o si está sudando.
Al final del viaje
- Al subir o bajar del vehículo, no dejar de vigilar a los niños. En momentos como cargar o descargar se debe incrementar la atención sobre los pequeños, para evitar situaciones de riesgo como atropellos o que los niños puedan perderse por los alrededores.
- Recordar que, al bajar del coche, los niños siempre deben hacerlo por el lado más seguro, el de la acera.