Posible contracción de la oferta de aceite de oliva y despunte de la demanda internacional
Profesionales de los cinco continentes analizaron en una jornada celebrada el Palacio de Congresos de Jaén la situación del mercado de aceite de oliva, precios, producción etc. para la campaña próxima. Moderado por el consultor estratégico Juan Vilar, participaron Vassilis Zampounis por Grecia, Ajmi Larbi, por Túnez, Álvaro Labella, por Portugal, Antonio Guerreiro, que habló de Australia y Nueva Zelanda, Gino Celleti, por Italia, Jorge Pereira, hablando de América del Sur, Jorge Pena por el mercado estadounidense, y Chania Szewczyk, que explicó la situación del mercado brasileño.
Según las conclusiones del seminario, se producirá una caída de producción desde el año pasado a este de casi un 4% motivado por los descensos de Túnez, Italia, Portugal, Grecia, y en menor medida Marruecos. Ello hace que, acompañado por la tendencia de mantenimiento, con ligera subida del consumo mundial (más del 7% sobre la previsión prevista), al final de la campaña siguiente el enlace internacional descienda en algo más del 3,2%. En el corto plazo esa caída potencial de producción unida a la falta de disponibilidad de virgen extra en el mundo hará que los precios de este, con una calidad adecuada, ascendieran desde principio de campaña. Podríamos ver cotizaciones de hasta 3,20 euros en Portugal a mediados de octubre. Cediendo de forma gradual por semanas, situándose a principios de campaña en España en los entornos de los 2,50 - 2,40 euros, siempre hablando de vírgenes extra de calidad solvente. Más adelante en la campaña los precios irán minorando algo, pero manteniendo al menos en tendencias de los 2,20 - 2,30 euros hasta finales de enero.
Según el estudio, durante la campaña 2020-21, el consumo mundial superaría en términos de magnitud a la producción, circunstancia que no ocurría desde hacia tiempo.
Tal y como se comentó durante la jornada, la ausencia de aceite en los principales países provocará que los precios se mantengan para esta categoría virgen extra, en esta cotización hasta marzo. Todo ello teniendo en cuenta la evolución de magnitudes como la próxima previsión de campaña, la tendencia del consumo y, sobre todo, los efectos de la pandemia sobre la oferta y la demanda del sector. En categorías inferiores, lampantes y vírgenes, tendrán una tendencia menos positiva y mucho más lineal.
Por otro lado, según las mismas previsiones se produciría una caída de productividad en los olivares mundiales de algo más del 3,4%, y en términos de continentes, todos están por debajo de la producción del pasado año, menos Europa que sube levemente gracias a la evolución positiva, comparada con la campaña anterior que se espera en España.
En definitiva, de darse la situación actual, sujeta a prudencia e incidida por la climatología, circunstancias sociopolíticas y económicas, e incluso la evolución propia de la pandemia, nos podríamos encontrar ante un punto de inflexión, con una leve mejoría de precios en origen, al menos para algunas categorías, todo ello ratificado por la evolución del consumo sobre la producción, y la total ausencia de vírgenes extra en origen, entre otros factores positivos. Categorías como los lampantes se verían afectados de forma negativa por el elevado enlace que se prevé.