Panorámica del sector náutico en España

El sector náutico en España está viviendo un momento de ajuste tras el fuerte crecimiento registrado en los últimos años, impulsado en gran parte por el auge de la navegación recreativa una vez superada la pandemia. Sin embargo, atendiendo a las valoraciones de los profesionales consultados, en 2024 las ventas han sufrido una desaceleración, especialmente en embarcaciones de pequeña y mediana eslora. Factores como la inflación, la incertidumbre económica, el encarecimiento del crédito y el contexto político global han hecho que los compradores sean más cautelosos, demorando sus decisiones y priorizando otras formas de disfrute del mar, como el alquiler o la adhesión a clubes náuticos. Xavier Ramentol, gerente de Sport Yacht, señala en este sentido que “el mercado náutico español está pasando una situación muy difícil, pagamos un impuesto añadido del 12% que no ayuda en las ventas. Y la situación política en España no ayuda tampoco a las personas que pueden comprar un barco de cualquier característica”, a lo que Alejandro Román Sodric, sales engineer de Yanmar Equipment Ibérica, comenta que “el mercado español se está viendo afectado por la situación de recesión que está viviendo gran parte de Europa y la amenaza constante de una nueva crisis que afecte también nuestro país. Eso se traduce en una prudencia extra por parte del comprador a la hora de realizar un desembolso de dinero”. También Oriol Mas, director de negocio de Motyvel Yachts, considera que “un exceso de producción en la post pandemia y la reducción de la venta ha hecho que se genere un stock en el punto de venta que hace que las náuticas tengan que vender a precios más competitivos y, por tanto, con márgenes menores en comparación con los últimos años”, y José Luis Piñeiro, director general de Nauteka, reconoce que “aunque después de la pandemia las ventas de barcos se recuperaron un poco, estamos lejos de llegar a los niveles de los años dorados de la primera década de los 2000, cuando se fabricaban en España más de 1.000 yates de pequeña y mediana eslora”.

A pesar de este enfriamiento, el segmento de yates de gran eslora ha mostrado mayor estabilidad, manteniendo un nivel de demanda más constante. También se ha observado un crecimiento en el mercado de embarcaciones de segunda mano, ya que los precios elevados de las unidades nuevas han llevado a muchos compradores a optar por la náutica de ocasión. “Segmentos como la náutica de lujo, que la podríamos definir por embarcaciones de eslora superior a 15-18 metros, siguen teniendo dinamismo, y la demanda sigue bastante activa”, asegura Oriol Mas, director de negocio de Motyvel Yachts. Por su parte, Javier Mateos, sales manager leisure de Webasto, considera que “la situación actual es de calma total en el área de venta de embarcaciones nuevas, pues lo que más se está haciendo este año es mantenimiento y reparación de la flota existente”.

Por otro lado, el turismo sigue siendo un motor clave para el sector. España, con su extensa costa, sus archipiélagos y su combinación de litoral mediterráneo y atlántico, sigue atrayendo a navegantes nacionales e internacionales. La demanda de alquiler de embarcaciones ha crecido en destinos clave, como las Islas Baleares, donde el turismo náutico continúa en auge. No obstante, persisten retos importantes, como la falta de amarres, la presión fiscal y la percepción de la náutica como un lujo inaccesible, lo que limita su expansión a nuevos públicos. A nivel industrial, la construcción naval en España ha logrado posicionarse como una alternativa interesante en el mercado europeo, con la aparición de nuevos astilleros que apuestan por la innovación y la sostenibilidad. Sin embargo, la producción aún está lejos de alcanzar los volúmenes de otros países líderes en el sector, como Francia o Italia. En este sentido, Alejandro Román Sodric, sales engineer de Yanmar Equipment Ibérica, señala que “una nueva hornada de astilleros muy prometedores hace posicionar la oferta española en el mundo de la náutica tanto recreativa como profesional. Esto hace que España no se descuelgue y se mantenga en el escenario europeo de la construcción naval como una alternativa a las grandes potencias del continente”.

Con todo, la náutica en España sigue siendo un sector con gran potencial, pero enfrenta desafíos que requieren soluciones estratégicas. La mejora en infraestructuras, una fiscalidad más favorable y un mayor apoyo institucional podrían impulsar su crecimiento y acercar la navegación a un público más amplio. Mientras tanto, las empresas del sector buscan adaptarse a la nueva realidad del mercado, apostando por la diversificación de servicios y la optimización de sus recursos para mantenerse competitivas en un entorno en constante evolución. A continuación, pasamos a analizar algunos de los aspectos más destacados que están marcando el desarrollo y evolución de la industria náutica en España.

En un sector cambiante y buscando adaptarse a nuevas regulaciones, nuevas maneras de trabajar, nuevas tecnologías y nuevas aproximaciones a la náutica recreativa, se abren un amplio abanico de oportunidades que las empresas del sector pueden aprovechar, pero también de desafíos de deben enfrentar.

OPORTUNIDADES

Una de las principales oportunidades de las que goza el sector en España es, precisamente, el propio territorio, que goza de un clima óptimo para la navegación, así como de quilómetros de costa para disfrutar en el mar. Así, por ejemplo, Patrick Reynés, CEO de Grupo IPM, destaca como oportunidades que “actualmente el principal destino náutico es el Mediterráneo, esto supone estar a la altura para dar un mejor servicio, obtener certificaciones en sostenibilidad, invertir en infraestructura, mejorar las instalaciones… y de esta manera puedes posicionarte como un destino de referencia”. Asimismo, Fernando Giquel, director gerente del Área de Negocio de Touron, apunta como oportunidades “nuestro país, su clima, la riqueza cultural y gastronómica que lo acompaña, nuestra alegría y forma de ser, nuestras costas, etc.”, a lo que Joan Bouzà, fundador de SailOnGreen, añade que “como oportunidad, cabe destacar las buenas condiciones y los kilómetros de costa con los que contamos”, y también Andrei Pilu, director de Vetus España & Portugal, apunta como oportunidades clave “el turismo náutico sostenible, con cada vez más viajeros que buscan experiencias ecológicas en el mar, además de la demanda de alquiler de embarcaciones, con cada vez más clientes que prefieren alquilar en lugar de comprar”.

Precisamente sobre este último punto, Oriol Mas, director de negocio de Motyvel Yachts, señala que “los nuevos modelos de negocio, como la propiedad compartida, las membresías y los clubes de navegación, son oportunidades que permiten al cliente el acceso a la náutica sin la necesidad de compra. Estas propuestas van al alza y atraen a nuevos perfiles de clientes”. Para Carlos Mahillo, director de desarrollo de negocio de Garau Ingenieros, “en cuanto a las oportunidades, destaca el amplio margen de mejora en la digitalización de servicios, así como el desarrollo de tecnologías sostenibles. Un ejemplo claro es la necesidad de adaptar los puertos para responder a la creciente demanda de embarcaciones con propulsión renovable”. Y Jordi Borjas, CEO de Tapissats i Fundes JB, remarca que “en nuestro caso, al ser un trabajo completamente artesanal tenemos unas oportunidades enormes por delante, ya que la IA no nos puede sacar trabajo, pero sí ayudarnos a mejorar. Además, los tapiceros artesanos se están jubilando y eso nos ayuda a captar cada vez más clientes y de más lejos”.

DESAFÍOS

El sector náutico también debe enfrentar una serie de desafíos para seguir creciendo y poder seguir desarrollando su actividad. Uno de los más comentados entre los profesionales, es el de la sostenibilidad y todo lo que envuelve el querer apostar por una manera de hacer más respetuosa con el medio ambiente. Así, por ejemplo, Agustín Villa, product manager de Mapei Marine Spain, considera que “el desafío más inmediato es conseguir una mayor sostenibilidad en el sector, que ya se empieza a desarrollar con la evolución de motores eléctricos y también, como no, con materiales más sostenibles y conceptos de emisiones cercanas a cero”, mientras que Ione Astondoa, directora de operaciones de Astilleros Astondoa, señala “el reto de la descarbonización y la incorporación de soluciones que vayan por esta senda, así como la implantación de modelos sostenibles en los procesos de fabricación”. En esta línea, Pascual Román, category manager - Digital Systems de Navico Group, considera que “uno de los retos a los que nos enfrentamos es hacer la náutica más accesible, pero de una forma sostenible para el medio ambiente”, y también Carlos Mahillo, director de desarrollo de negocio de Garau Ingenieros, comenta que “entre los principales desafíos se encuentra la adaptación a normativas ambientales cada vez más estrictas y la gestión sostenible de los puertos deportivos. Afortunadamente, están surgiendo servicios y sistemas innovadores que ayudan a afrontar estos retos y a mantener al sector en una posición competitiva”.

Otro desafío que enfrenta el sector es la situación geopolítica, tanto nacional como internacional. “Los desafíos son, principalmente, nuestros políticos, que en general se encargan de levantar barreras en lugar de allanar caminos”, apunta Fernando Giquel, director gerente del Área de Negocio de Touron. Y Ione Astondoa, directora de operaciones de Astilleros Astondoa, señala también como desafío “la incertidumbre y las tensiones por las que pasan ciertos mercados internacionales, como puede ser Alemania en Europa, y también lo que está por llegar desde Estados Unidos”. Por su parte, Oriol Mas, director de negocio de Motyvel Yachts, comenta que “en cuanto a los desafíos, remarcaría el eterno problema de regulación y fiscalidad. La legislación en torno a la matriculación, el chárter y los impuestos sigue siendo un reto para empresas y propietarios, especialmente en comparación con otros países mediterráneos. Eso afecta principalmente al cliente residente fiscal en España”. Y Joan Bouzà, fundador de SailOnGreen, apunta al respecto que “como desafíos, habría que actualizar toda la burocracia necesaria para una embarcación de recreo, ya que estamos muy lejos de otros países donde todos estos trámites son mucho más sencillos. En el caso concreto de la propulsión eléctrica, además, ahora mismo esa burocracia es una trava importante”.

Otro de los desafíos que enfrenta el sector náutico es la escasez de amarres, ya que según apuntan los profesionales, actualmente en España hay más embarcaciones que amarres. “El crecimiento del sector está acompañado por desafíos, como la escasez de amarres, que nos plantea retos logísticos”, apunta Patrick Reynés, CEO de Grupo IPM. En esta línea, Oriol Mas, director de negocio de Motyvel Yachts, menciona “también como gran desafío la falta de amarres y restricciones portuarias. En zonas clave como Baleares o Barcelona, la disponibilidad de amarres sigue siendo un problema de difícil solución, lo que limita mucho el crecimiento”. Asimismo, también apunta otro desafío al que debe hacer frente el sector: “La falta de mano de obra cualificada es otro reto que tenemos en el sector, el mantenimiento de embarcaciones y la escasez de técnicos especializados dificultan la expansión del negocio de postventa que es igual o mayor generador de dinero que la propia venta”. Y precisamente sobre la falta de personal cualificado habla también Jordi Borjas, CEO de Tapissats i Fundes JB: “Nuestro gran desafío actual, y creo que es el mismo en todo el sector, es la falta de profesionales. No hay un cambio generacional en el sector y nos gustaría crecer, pero no encontramos personas cualificadas porqué nuestro trabajo es manual y artesano y los jóvenes de hoy en día prefieren otros empleos. Lo he hablado con varios profesores de Escuelas Náuticas de mantenimiento de embarcaciones, donde no se centran en formar futuros tapiceros de náutica y sería necesario, porque nosotros y otros profesionales nos podríamos nutrir de esa cantera”.

Finalmente, para Javier Mateos, sales manager leisure de Webasto, “el principal desafío que enfrentamos en la actualidad es el continuo desarrollo que requieren los sistemas en un mercado comprimido y con tantos actores, lo que deja poco espacio para todos los que somos en nuestro sector”.