Entrevista con Antonio Miravete, Universidad de Houston, EE.UU.
14/05/2004
En los procesos actuales de diseño para el desarrollo de productos, ¿qué materiales destacaría como los más novedosos y que ventajas aportan al proceso?
Dentro de los materiales compuestos actuales, destacaría aquellos con arquitectura tridimensional de la fibra, sus principales ventajas son unas prestaciones mecánicas excepcionales y gran facilidad de mojabilidad del polímero, lo cual se traduce en altas velocidades de impregnación y tiempos de inyección bajos.
¿Qué ventajas tienen los materiales poliméricos compuestos en el desarrollo de nuevos productos frente a otros materiales?
Los materiales poliméricos compuestos están al alza en todos los sectores industriales. Esto es debido a su ligereza – cuatro veces menos densos que el acero- , sus elevadas propiedades mecánicas, su resistencia a la fatiga y a largo plazo, su permeabilidad a las ondas electromagnéticas y a la facilidad de alcanzar formas complejas y de elevadas dimensiones permitiendo la integración de subcomponentes y reduciendo drásticamente tiempos y costes de ensamblaje.
Dentro de su versatilidad de aplicación,¿qué sectores se verán más beneficiados del desarrollo de la tecnología de estos materiales?
Los materiales compuestos poliméricos se aplican mayoritariamente a aquellos casos donde se requiere un elevado nivel de estructuralidad: espacio, aeronáutica, automoción, ingeniería civil, transporte terrestre y marino y alta competición. Sin duda, la automoción y la ingeniería civil son los dos sectores estelares donde se podría producir una autentica revolución tecnológica en los próximos años.
En muchos casos, el propio usuario no es consciente de la utilización cotidiana de estos materiales. ¿Qué ventajas directas ha aportado la tecnología de materiales compuestos poliméricos a la vida del consumidor final?
Cuando hoy en día cogemos una raqueta de tenis o un palo de golf nos estamos beneficiando de la ligereza y resistencia de los materiales compuestos. Cuando nos subamos al avión A-380 en el 2006, debemos conocer que sesenta toneladas de la estructura serán materiales compuestos. Sin ellos, hacer deporte, volar o navegar no sería lo que es, a efectos de prestaciones y eficiencia.