No más rayas en vehículos y electrodomésticos
3 de abril de 2012
Esta novedosa tecnología, basada en autoensamblaje molecular para plásticos convencionales y de altas prestaciones, aportará a las empresas grandes beneficios, tanto desde el punto de vista de costes como de calidad, ya que se sustituyen materiales por otros más baratos y, además, se mejoran sus propiedades, explican los expertos de Aimplas.
Una de las principales ventajas de esta innovadora tecnología, enmarcada en el proyecto Nanoscratch, es su mejora de la sostenibilidad medioambiental. Por un lado, permite aumentar la reciclabilidad de los vehículos ya que los recubrimientos convencionales contienen partículas pesadas, lo que dificulta la separación de materiales y, por tanto, la posibilidad de reciclarlos. Por otro, al no utilizarse nanopartículas metálicas, permite que el proceso de transformación sea más respetuoso con el medioambiente.
Múltiples aplicaciones
En el sector del plástico, la tecnología se puede aplicar a todas aquellas piezas que queden a la vista y necesiten mejorar la resistencia al rayado, como sucede con la industria de línea blanca. “La tecnología podrá usarse para cualquier electrodoméstico, si bien en el proyecto nos estamos centrando en piezas de la lavadora, como el plástico de la parte frontal o la puerta de vidrio que podría sustituirse por plástico”, sostiene Carolina Losada, la investigadora principal del proyecto de Aimplas.
Aunque el desarrollo del proyecto está dirigido al sector de automoción y la industria de línea blanca, los resultados se podrán aplicar a otros sectores tan diversos como el eléctrico-electrónico (ordenadores o DVD) o la construcción (mármoles cerámicos artificiales).
Nanoscratch es un proyecto del Área de Capacidades del séptimo Programa Marco financiado por la Comisión Europea en el que participan 10 socios (Empresas, centros de investigación y universidades) de cinco países diferentes: Bulgaria, Eslovenia, Israel, Hungría y España. La investigación que comenzó en 2009 finalizó en 2011.