El 86% de la infraestructura de recarga instalada en España es de carga lenta
La brecha en electromovilidad entre España y los países europeos se amplía
Durante el segundo trimestre de 2021 España logró aumentar en 2,3 puntos su valoración en el indicador global de electromovilidad (que valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público), alcanzando una puntuación total de 23,1 puntos sobre 100. No obstante, España aumentó su brecha respecto a la media europea y se mantuvo en las últimas posiciones del listado del conjunto de los países analizados en el Barómetro de Electromovilidad del segundo trimestre de 2021, elaborado por Anfac. Así, la media del continente creció seis puntos, hasta una valoración de 51,6. Esta situación provocó que la brecha respecto a Europa aumentara hasta 28,5 puntos en el último trimestre.
"En líneas generales", apuntaron fuentes de Anfac en una nota de prensa, "el crecimiento de la valoración española viene marcado principalmente por la evolución del mercado, en el que siguen subiendo las ventas pese al entorno de baja demanda". El Plan Moves III ya se está poniendo en marcha en algunas comunidades autónomas, lo que está sirviendo de impulso, pero el impacto en las comercializaciones será más patente en el último cuatrimestre. En el ranking nacional, cabe destacar los fuertes crecimientos de Islas Canarias y Navarra, hasta una valoración de 24,1 puntos, debido en gran parte al aumento de las ventas de vehículos electrificados durante el último trimestre. Al igual que estas regiones, Madrid, Islas Baleares y Cataluña obtienen una puntuación por encima de la media nacional y encabezan el indicador global de electromovilidad de España. En contraposición, destaca el caso de Asturias, que rompe la tendencia de crecimiento de los últimos indicadores por su peor desempeño en el indicador de desarrollo de infraestructura de recarga.
Mayor penetración del vehículo electrificado
En el último trimestre, España logra una valoración de 37,8 puntos en el indicador de penetración del vehículo electrificado, que supone un aumento de casi cuatro puntos. A pesar de este destacado crecimiento, España sigue demostrando un ritmo en la entrada de vehículos electrificados inferior al de la media de los países europeos. La media del continente europeo mejora en 10,8 puntos, colocándose en una valoración general de 84,5 puntos y muy lejos de la media nacional. Esta situación refleja un ritmo de crecimiento muy diferente entre España y los países del entorno europeo, donde destaca el caso de Italia que mejora hasta una puntuación de 44,6 y aumenta la diferencia con España de tres a siete puntos respecto al barómetro del trimestre anterior.
Aunque se han multiplicado por cuatro las ventas de vehículos electrificados en España en el segundo trimestre respecto a 2019 (periodo preCovid), con 18.939 nuevas matriculaciones de vehículos, España sigue posicionándose en los últimos puestos del ranking europeo, solo por encima de Hungría y República Checa. España se distancia de los referentes en Europa como Noruega (+31,7 puntos) o Países Bajos (+7,8 puntos) así como de países competidores del entorno como Portugal o Francia con una valoración de 84,1 puntos y 88,8 puntos, respectivamente.
En el contexto nacional, todas las comunidades autónomas logran una mejoría respecto al indicador de penetración de vehículo electrificado del trimestre anterior. El progresivo aumento de las ventas de vehículos electrificados en comparación con la fuerte caída del mercado global es el principal factor que explica este aumento. Destaca el crecimiento de las Islas Canarias. Con más de siete puntos de incremento de su valoración, se coloca en segunda posición del ranking nacional, solo por detrás de la Comunidad de Madrid que obtiene una valoración de 55,4 puntos. Junto con estas dos regiones, únicamente Islas Baleares (39,6 puntos) y Cataluña (39,2 puntos) superan la media de España.
El desarrollo de infraestructuras de recarga no despega
Pero el despliegue de una red de recarga que dé respuesta a las necesidades del creciente parque electrificado continúa siendo la asignatura pendiente de la electrificación de España, se afirma en el citado análisis. Con un leve crecimiento de siete décimas, la valoración general de España se sitúa en 8,3 puntos sobre 100. Esta puntación hace descender a España respecto al barómetro del trimestre anterior, colocándose en la penúltima posición del ranking europeo, solo por delante de República Checa. Por su parte, la media del conjunto de los países europeos crece un punto y medio, hasta alcanzar una valoración general de 18,8 sobre 100, diez puntos por encima de la puntuación obtenida por España.
En el ámbito nacional, la mayoría de las regiones obtienen un crecimiento respecto al trimestre anterior, debido en gran parte al aumento en la infraestructura de recarga rápida, aunque todavía muy insuficiente. Destaca la mejoría de Navarra, que aumenta 3,6 puntos su valoración en el indicador. Asturias y La Rioja empeoran ligeramente en comparación con el anterior barómetro.
En cuanto al nivel de infraestructura, España registra un total de 11.847 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio. Esta cifra supone un crecimiento de apenas 330 nuevos puntos de recarga en el segundo trimestre de 2021. Este aumento se produce, principalmente, en la franja de niveles de potencia asociados a carga con potencia entre 50 kW y 150 kW, “pero el 96% de esllos son de 50 kW. Aunque el aumento de la infraestructura sigue en progreso, el nivel de desarrollo sigue siendo lento y vinculado, principalmente, a niveles de potencia bajos, donde el 86% de la red actual de acceso público en España es de potencias de hasta 22 kW, lo que supone tiempos de recarga mínimos de tres horas”.
Por ello, proponen desde Anfac, “es necesario seguir trabajando en políticas y herramientas que permitan acelerar el desarrollo de la infraestructura de recarga y lograr, de esta manera, alcanzar los objetivos de reducción de emisiones exigidos por la Comisión Europa y la previsión planteada en el Plan Nacional Integral de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático de alcanzar un parque de cinco millones de automóviles electrificados en 2030”.
“La electrificación del transporte es una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea y con los que nos hemos comprometido. Los últimos datos de este barómetro reflejan que se está trabajando, pero no con la suficiente agilidad y eficacia para que la electromovilidad sea una primera opción para los usuarios”, declaró el director general de Anfac, José López-Tafall.
“Es cada vez más urgente establecer una red de infraestructura de recarga de acceso público, tanto en ciudades como en corredores, que permitan al usuario tener la suficiente confianza en su compra de un vehículo electrificado. Tenemos un exigente objetivo de reducción de emisiones que, para alcanzarlo, será necesario multiplicar por 30 la actual red de puntos de recarga durante la próxima década”, agregó López-Tafall.