Envases plásticos para el transporte de sustancias y mezclas peligrosas
Los controles previos a la homologación están directamente relacionados con la calidad, y van desde la materia prima, pasando por el proceso de fabricación, garantizando peso, espesor, rigidez de las paredes, solidez de los estrangulamientos destinados a los tapones, aspecto, transparencia, brillo, etc., así como controles de los propios envases que incluyen ensayos de resistencia química y de resistencia física (ensayos de caída, estanqueidad, presión interna, apilamiento) y pruebas complementarias de permeabilidad, llevados a cabo todos ellos en los Laboratorios Acreditados de Ensayos para su posterior homologación.
Proceso Acteco.
Algunos de estos envases son de más de un uso y pueden reutilizarse bajo condiciones controladas, sin embargo, la gran mayoría son envases de un solo uso. Una vez utilizados, estos envases son desechados como residuos peligrosos, puesto que parte del contenido que llevaban ha quedado adsorbido en la superficie del plástico. Si al final, la gestión de estos residuos no se hiciera de forma adecuada podría suponer un grave peligro para la salud pública y el medio ambiente, ya que pueden verse afectados, entre otros medios, la cadena alimentaria, los acuíferos o los suelos. Por este motivo, estos residuos peligrosos tienen una regulación europea muy estricta y deben ser recogidos por un gestor de residuos autorizado para ello para su posterior tratamiento adecuado.
En el caso de los envases plásticos que han contenido sustancias o mezclas peligrosas la gestión más adecuada actualmente es la descontaminación para su posterior reciclado.
Este proceso de descontaminación o tratamiento de eliminación de la peligrosidad consiste en el llamado ‘triple enjuagado y secado’. Dicho proceso consiste en que los residuos plásticos, tras ser triturados, pasan por sucesivos lavados y procesos de secado, empleando para ello grandes cantidades de agua y agentes químicos de limpieza, que suponen un alto consumo de energía. Además, este proceso implica la generación de aguas residuales, que deben gestionarse de forma adecuada.
Esquema de proceso.
Una vez descontaminado, el material plástico se seca y sigue el proceso habitual de reciclado mediante el proceso de extrusión. El material plástico reciclado que se obtiene muestra unas propiedades claramente inferiores a las del material plástico con el que se fabricó el envase original, ya que el proceso de descontaminación merma sus propiedades. Esto hace que el nuevo material reciclado solo pueda emplearse en aplicaciones de bajo valor añadido, no siendo posible su empleo en la fabricación de nuevos envases para sustancias y mezclas peligrosas.
La reducción en el consumo de recursos así como la minimización del impacto medioambiental y de la degradación del material plástico en el proceso de descontaminación son los aspectos más importantes a considerar a la hora de optimizar los procesos de reciclado o de buscar métodos alternativos para el reciclaje de este tipo de residuos plásticos.
En este contexto, el proyecto Life Extruclean tiene como objetivo implementar una tecnología de descontaminación y reciclado limpia para los residuos plásticos peligrosos, que consiste en el empleo de dióxido de carbono en condiciones supercríticas (sc-CO2) en el proceso de extrusión. En esta tecnología, el dióxido de carbono es el agente descontaminante, que es capaz de difundirse en el material plástico fundido y de disolver los diferentes contaminantes. La extracción forzada del gas junto con los contaminantes permite obtener un material plástico reciclado descontaminado.
El empleo de sc-CO2 como agente descontaminante permitirá eliminar parcial o totalmente los sucesivos lavados con agentes químicos, reduciendo en gran medida el consumo de recursos y el impacto medioambiental que supone el proceso de descontaminación tradicional. Además, dado el carácter inerte del dióxido de carbono, el material plástico no sufre el mismo grado de degradación que en el proceso tradicional, por lo que el reciclado mostrará mejores propiedades y podrá ser empleado en un mayor número de aplicaciones que en la actualidad.
Life Extruclean tiene como objetivo eliminar la peligrosidad de estos residuos plásticos dando lugar a un material reciclado con las prestaciones adecuadas para la fabricación de envases empleados en el transporte de sustancias y mezclas peligrosas, cerrando así el ciclo de vida de estos envases.
El proyecto ha implementado inicialmente la tecnología a escala de planta piloto, mostrando ser efectiva en la descontaminación de polietileno contaminado de forma controlada mediante líquidos patrones, representativos de los diferentes contaminantes presentes en los residuos plásticos peligrosos (disolventes y productos fitosanitarios). En una segunda fase, que será desarrollada próximamente, se estudiará la efectividad sobre muestras de residuos plásticos reales también a escala piloto, antes de implementar la tecnología a escala industrial.
Dado que los envases destinados a contener sustancias y mezclas peligrosas tienen unos requerimientos elevados y tienen que ser homologados, la última fase del proyecto consistirá en la fabricación de envases con el nuevo material reciclado y su validación.
Life Extruclean es un proyecto europeo de la convocatoria Life, financiado por la Unión Europea (LIFE 13/ENV/ES/000067), de dos años y medio de duración y que se inició el 1 de julio de 2014. El proyecto es coordinado por Aimplas y en él participa un consorcio formado por cinco entidades, cuyos roles se complementan:
- Aimplas – responsable de implementar la tecnología de descontaminación con dióxido de carbono supercrítico a escala planta piloto.
- Aidima - se encargará de determinar la eficacia de la nueva tecnología de descontaminación y de la homologación de los envases fabricados con el nuevo reciclado para mercancías peligrosas. Además, estudiará los beneficios medioambientales con el empleo del nuevo modelo de reciclado respecto al proceso tradicional.
- Acteco, Productos y Servicios, S.L., como gestor de residuos plásticos, entre ellos residuos tóxicos y peligrosos, implementará la nueva tecnología de descontaminación a escala industrial y definirá el nuevo modelo de reciclado de este tipo de residuos.
- Enplast, S.A., como empresa transformadora especializada en la fabricación de diferentes materiales plásticos, se encarga de la producción de envases empleando el nuevo material reciclado para su posterior validación.
- Arvet - Agrupación de Exportadores de Transformados, es responsable de las actividades de difusión, con el pleno apoyo del resto de los socios durante el proyecto.
Más información: www.life-extruclean.eu