Plástico para mejoras en la acuicultura
Gracias al proyecto Dolfin, financiado por la Comisión Europea coordinado por AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) en el que también participan la Universidad de Vigo, el Instituto Nacional de Tecnología de Noruega, y la Universidad de Gales del Reino Unido, se desarrollará un material que influirá considerablemente en el rendimiento y el coste de estructuras para acuicultura como son las bateas para el cultivo de moluscos, y las jaulas y tanques para el cultivo de peces.
El material Dolfin va a permitir la fabricación de estructuras para acuicultura (bateas, anillos de flotación, o los tanques para granjas piscícolas) más flexibles, resistentes y con menores costes de fabricación y mantenimiento.
El material que se está investigando es un nuevo compuesto basado en poliolefinas recicladas (polipropileno y polietileno de alta densidad) reforzadas con cargas y fibras orgánicas de residuos agrícolas
La principal dificultad del proyecto ha sido conseguir la compatibilidad entre los elementos que forman el compuesto a causa de la baja densidad aparente de las fibras y al carácter hidrófilo de las cargas.
Para solucionar el problema que plantea la baja densidad de las cargas y poder incorporarlas a la matriz polimérica, durante la investigación se ha usado una extrusora de doble husillo co-rotativa. Este equipo tiene una alta capacidad de mezclado dispersivo y distributivo, es decir, es adecuado para sistemas en los que se necesita conjugar materiales de diferentes morfologías y comportamientos como es el caso del material Dolfin.
La otra dificultad para la realización del proyecto ha sido la baja compatibilidad entre las cargas y el polímero debido a que su comportamiento frente al agua es opuesto. El carácter hidrófilo de la celulosa de las cargas no permite una buena compabilidad con matrices hidrofóbicas, lo que se traduce en una baja adhesión interfacial entre la fibra/carga y la matriz. Para mejorar la adhesión del material, desde el proyecto DOLFIN se han usado agentes de acoplamiento basados en anhídrido maléico que, además de mejorar la adhesión, favorecen la dispersión de la carga en la matriz y, en consecuencia, la compatibilidad del sistema.
Por tanto, a pesar de que el material desarrollado contiene materiales sensibles al agua (celulosa), su impermeabilidad es adecuada para aplicaciones de acuicultura, gracias a la alta capacidad de mezclado de la extrusora corrotativa utilizada y a los agentes de acoplamiento. Además, el nuevo material posee las propiedades mecánicas adecuadas para estar expuesto a factores medioambientales como olas, corrientes marinas, viento e incluso hielo en los mares del norte.