Plásticos en contacto con alimentos y el Reglamento (EC) 10/2011)
Uno de los mayores problemas es que muchos de estos materiales aún no tienen una legislación específica a nivel europeo, y sólo algunos de ellos tienen legislaciones nacionales o guías de recomendaciones. En cambio, en el caso de los materiales plásticos, éstos poseen un reglamento propio, Reglamento (EC) 10/2011, en el que se determina cuáles son los criterios mínimos a cumplir para poder garantizar la seguridad de un material plástico que va a ser empleado en contacto con alimentos.
Es un reglamento que engloba a todo tipo de materiales plásticos independientemente de su naturaleza como estructura final (monocapa, multicapa, mutimaterial, etc.). Dentro de esta legislación existen varios conceptos que cualquier fabricante del artículo final deberá conocer.
- Migración global: La migración global tiene como objetivo garantizar la inercia del envase final frente al contenido, es decir, garantizar que la cantidad de componentes que pasan del envase al alimento sea inferior al límite establecido: 10 mg/dm2 del material de envase.
- Migración específica: Por otra parte es necesario garantizar que el envase no va a provocar problemas de toxicidad para el consumidor. Es decir, garantizar que ninguno de los componentes del material plástico pueda pasar del envase al alimento. Para ello, todas las materias primas empleadas para fabricar un artículo plástico destinado a estar en contacto con el alimento deben estar fabricadas con materias primas formuladas con sustancias permitidas en el Anexo I y II del Reglamento (EC) 10/2011 y posteriores modificaciones (salvo excepciones). De todas las sustancias empleadas que presenten límite de migración específica (LME) se deben hacer los correspondientes ensayos de migración específica siempre que no se pueda verificar el cumplimiento con las técnicas de cribado.
Aunque la legislación permita hacerlo con alimentos, en general estos ensayos se realizan con una serie de disolventes o mezclas de disolventes que simulan al alimento (simulantes) para así tratar de simplificar los métodos analíticos.
La industria tiene una mayor conciencia y realiza cada vez un mayor número de controles internos, aparte de lo que realizan los propios inspectores de sanidad, que garantizan que la mayoría de plásticos en contacto con alimentos cumplan el reglamento (EC) 10/2011 y, por tanto, sean seguros para el consumidor. Hay que destacar que Aimplas, es uno de los centros de referencia y pionero en materia de seguridad alimentaria en plásticos. Aimplas presenta un equipo de expertos que pueden asesorar sobre la legislación de plásticos en contacto con alimentos, además de poseer las capacidades para realización de un gran número de ensayos para verificar el cumplimento de la legislación. Por lo que, con todo esto, se está consiguiendo que todos los alimentos que están envasados con materiales plásticos que salen al mercado sean seguros para el consumidor final.