Entrevista a Serafín García, responsable de Diseño e Inyección de Aimplas
El proyecto Nanopack tiene como principal objetivo el desarrollo de envases plásticos para el sector cosmético más competitivos mediante la incorporación de nanopartículas, de manera que los envases presenten propiedades avanzadas consideradas como críticas, como por ejemplo las propiedades mecánicas y la barrera a los gases. “Se trata de lograr envases más seguros, competitivos y sostenibles”, explica Serafín García, responsable de Diseño e Inyección del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas).
¿Qué papel desempeña Aimplas en el proyecto Nanopack? ¿En qué consiste su trabajo?
Aportamos nuestra experiencia en el área de conocimiento de los materiales plásticos convencionales y de las nuevas alternativas a partir de los materiales de fuentes bio. Las tareas de Aimplas en este proyecto van enfocadas, por tanto, al procesado de los materiales plásticos (convencionales y alternativos) para la fabricación de envase y al estudio de la influencia en el mismo, de la incorporación de nanopartículas para otorgarle propiedades de claro valor añadido.
¿Y el otro centro implicado, Ainia?
Ainia es especialista en la selección y modificación de las nanopartículas, adaptándolas a los requerimientos necesarios al envase que buscamos, así como en diferentes aspectos relacionados con la interacción del envase final con el producto y los aspectos legales correspondientes.
Dicen que desarrollarán los primeros prototipos de envases cosméticos mejorados con nanomateriales. ¿Por qué? ¿Qué le pueden aportar los nanomateriales a estos envases?
La posibilidad de incorporar nanopartículas a las matrices poliméricas más empleadas en el sector del envase para cosmética se traducirá en una mejora de las propiedades del envase, como son las propiedades barrera a los gases, propiedades mecánicas y térmicas. Mediante el uso de nanopartículas se pueden desarrollar materiales de envases poliméricos monocapa, en contraposición con los tradicionales materiales poliméricos multicapas, que son ampliamente empleados y que requieren una mayor cantidad de material, suponiendo un impacto ambiental más elevado.
¿Qué son las nanoarcillas con las que trabajan? ¿Qué propiedades de éstas pueden ser útiles para un envase cosmético?
Las nanoarcillas suponen una línea creciente en investigación en materiales. En líneas generales, estamos hablando de arcillas modificadas para que puedan ser compatibles con los polímeros y, por lo tanto, aportarles unas ventajas añadidas y funcionales. Se incorporan al material a nivel manométrico. Las nanoarcillas incorporadas al material permiten mejoras significativas sobre los polímeros convencionales como estabilidad térmica, barrera a diferentes gases y propiedades físico-mecánicas mejoradas.
Afirman que no será necesario el uso de aditivos. ¿Qué tipo de aditivos se usan para el envasado de cosméticos? ¿Para qué sirven?
El uso de estas nanopartículas en la misma composición de los nuevos materiales plásticos nos va a permitir minimizar y evitar, en algunos casos, la incorporación de aditivos convencionales que se emplean en la industria cosmética para este tipo de envases y que persiguen la obtención de las propiedades mencionadas, barrera a gases y estabilidad térmica.
El uso de envases con nanomateriales podría ayudar a ahorrar puesto que ser vería reducido el número de capas y materia prima. ¿De cuánto estamos hablando?
Una de las claves del proyecto será conseguir una adaptación de los nanomateriales y compuestos desarrollados a partir de ellos a las distintas tecnologías de procesado seleccionadas para la fabricación del envase cosmético. Comentar que los procesos de fabricación sobre los que se va a trabajar están ampliamente asentados en el tejido industrial valenciano y español en general. Mediante el uso de nanopartículas se pueden desarrollar materiales de envases poliméricos monocapa, en contraposición con los tradicionales materiales poliméricos multicapas, que son ampliamente empleados y que requieren una mayor cantidad de material, suponiendo un impacto ambiental más elevado.
Y mayor coste…
Sin duda. Además, si tenemos en cuenta que España es el quinto mercado de la UE para los productos cosméticos, lo que se traduce en un consumo de 7.000 millones de euros en más de 250.000 referencias de productos, estamos hablando de un mercado importante, tanto en términos de producción como de consumo. Hay que destacar también el hecho de que la cosmética e industria anexa supone 4.200 millones de facturación para nuestras empresas (el 50% es producción nacional). Si conseguimos reducir el número de capas y minimizar la cantidad de aditivos vamos a incidir en el coste de producción y el precio venta de los envases de forma positiva, pero el ahorro final deberá ser evaluado en cada caso dado que va a depender del proceso de fabricación del envase y las características y requisitos del mismo.
Una parte de la comunidad científica pone en duda el empleo de nanomateriales y advierte de sus posibles consecuencias. ¿Cuál es la situación actual? ¿Qué opina usted?
Evidentemente el uso de los materiales, en tanto que es de relativa novedad en el ámbito científico e investigador en general, siempre puede estar sometido a discusión y podemos encontrarnos opiniones fundamentadas a favor y en contra de su uso. El hecho real es que se está avanzando en el estudio de los mismos y de sus capacidades reales y es nuestra misión como investigadores explorar el potencial de los nanomateriales. Pero también debemos tener claro que, ya sean las propiedades finalmente conseguidas con su incorporación, la complejidad de su uso, sus costes asociados u otros condicionantes (ambientales, salud, etc.) condicionarán al final que esta investigación en nanomateriales se traduzca en presencia de productos con nanomateriales en el mercado.
¿Y desde un punto de vista legislativo?
Ya existe el reglamento 1223/2009, que tiene en cuenta los nanomateriales en productos cosméticos y debemos estar atentos al desarrollo de esta legislación porque facilitará el empleo de nanomateriales en productos cosméticos. Por otra parte, no hay una regulación específica para materiales de envasado de cosméticos y un referente en este campo son los requerimientos establecidos para productos alimenticios (reglamento 10/2011). En este sentido, si tenemos en cuenta que ya se ha avanzado en la regulación de nanomateriales en el ámbito alimentario, es muy posible que en breve se avance también en la regulación de nanomateriales en el ámbito cosmético. Por lo tanto, proyectos de I+D como éste son necesarios para que en el momento en el que esta legislación se desarrolle y las empresas ya puedan comercializar envases con nanomateriales, estemos preparados para aportarles una investigación aplicada finalista.
Volviendo al proyecto, Nanopack también persigue incorporar las nanopartículas a biopolímeros. Háblenos de ello.
La posibilidad de incorporar materiales biodegradables, contemplada como opción tecnológica en este proyecto, supondría un menor impacto ambiental y abriría el abanico de posibilidades de comercialización de productos finales, siendo un claro argumento medioambiental de cara a su aceptación por parte del consumidor final. Desaparecería, así, la dificultad del proceso de reciclado de los materiales poliméricos convencionales ya que algunos materiales biodegradables se pueden descomponer en un periodo de tiempo corto (inferior a 6 meses en condiciones de compostaje) siendo gestionados como un residuo orgánico.
¿Son los biopolímeros el futuro? ¿Sustituirán al plástico convencional en un futuro?
Los biopolímeros tienen como principal ventaja que suponen el ahorro de material que de forma tradicional viene teniendo un alto componente de fuente no renovable (petróleo). Pero no debemos pensar por el momento como un sustituto a medio plazo de los plásticos convencionales, y más teniendo en cuenta la diferencia que existe en la capacidad de producción de los bioplásticos comparado con las necesidades de consumo de materiales plásticos en general, para todos los sectores de producto en los que está presente.
Los bioplásticos se pueden valorar como alternativa en determinados usos y aplicaciones y los próximos años van a ser clave en este punto dado que nos permitirá discriminar y seleccionar los bioplásticos que se están investigando, de forma que quedarán al final aquellos bioplásticos que puedan sintetizarse de forma más simple y que procedan de fuentes renovables cuya procedencia y cantidad permita abordar su uso continuado consiguiendo los máximos beneficios ambientales y socio-económicos.
De obtener los resultados deseados en el proyecto, ¿se comercializará el producto fruto de las investigaciones?
El objetivo de esta tipología de proyectos de I+D es potenciar y aumentar el conocimiento específico de las entidades participantes en una tipología de material, proceso o producto concreto. En este caso, dicho conocimiento adquirido permitirá a Aimplas y a Ainia trasladar a las empresas de sus respectivos sectores todo el potencial y las posibilidades de mejora de los envases cosméticos utilizando nuevos nanomateriales. Teniendo en cuenta que se está avanzando en la regulación de nanomateriales, entendemos que será una oportunidad de aplicación industrial finalista para muchas empresas.
Nanopack es un proyecto que desarrolla Aimplas juntamente con Ainia Centro Tecnológico y que cuenta con apoyo del Programa de Desarrollo Estratégico, dentro de las ayudas dirigidas a los Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el periodo 2011-2015, programa confinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).