Se crea el primer prototipo de envase biodegradable para cosmética
7 de junio de 2013
El consorcio de empresas formado por Germaine de Capuccini, Ferro, Petroplast y la alianza Ainia-Aimplas han desarrollado el primer envase biodegradable para productos cosméticos.
El prototipo se ha fabricado a partir de materias procedentes de fuentes renovables, en concreto de almidones de maíz, remolacha y azúcares. Así, a través de procesos fermentativos y la utilización de microorganismos, se han obtenido distintos materiales biodegradables con diversas propiedades que se han mezclado para formar el nuevo envase biodegradable.
Tras dos años de investigación, los participantes del proyecto esperan que el biotubo obtenido se convierta en materia orgánica en menos de seis meses, y pueda ser tratado en una planta de compostaje.
El proceso de biodegradación se inicia en contacto con microorganismos en condiciones de compostaje, que encuentran en estos materiales fuente de carbono para vivir. De esta manera se plantea una alternativa a la gestión medioambiental de los residuos de envases cosméticos, basada actualmente en el reciclado.
Este prototipo es un envase flexible que preserva las propiedades de la crema cosmética. A través de la combinación de distintos materiales biodegradables se está trabajando por primera vez en el reto de que el envase perdure durante todo el largo ciclo de vida de un producto cosmético, estimado en tres años.
A su vez, se ha conseguido mantener las propiedades de las cremas cosméticas, incorporando para ello funciones que permiten preservar el aroma y proteger el producto de humedad, evitando la pérdida de peso del producto. El biotubo es totalmente flexible, igual que los envases convencionales de cremas
El envase contendrá una selección de cosméticos naturales compatibles con el bioplástico logrado. Para ello, se han analizado productos basados en principios activos de vitamina C; un filtro de protección solar y una crema facial multiprotección elaborada a partir de té blanco ecológico que la empresa Germain de Capuccini espera sacar al mercado en el segundo semestre de este año.
Para su creación, se han determinado los requerimientos de los cosméticos respecto a su material de envase, analizando por combinación de tipos de materiales biodegradables aquellos más compatibles con los requisitos del producto.
Posteriormente, se han llevado a cabo pruebas para validar las propiedades del material, la tecnología de fabricación y el comportamiento del envase en contacto con las cremas a través de estudios acelerados en condiciones de temperatura y humedad extremas.
El proyecto, supone un avance no solo por su capacidad de biodegradación sin impacto ambiental, sino por lograr por primera vez la compatibilidad total entre este tipo de envases y los productos cosméticos, algo no logrado hasta ahora.
Biotubo cuenta con el apoyo del Cdti y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Feder.