“La opción más sostenible de envasado es la que destina la cantidad óptima de material de envasado: ni más, ni menos”
Carles Lapeña comenzó su presentación con un dato escalofriante: según datos de la FAO en Europa se desperdició el 2011 una media de 270 kg de alimento. De estos 270 unos 170 durante la distribución y el resto en el domicilio del consumidor. Al fenómeno del desperdicio de alimentos se suma el notable aumento del comercio mundial de alimentos, es decir, de la tasa de productos alimentarios que se dedican a la exportación. En ambos casos, el papel del envasado es de vital importancia, puesto que la protección efectiva del alimento en combinación con una buena caducidad juega un papel decisivo en la reducción de los desechos, ya sea por rotura del envase o por una caducidad insuficiente. En este sentido, Carles ponía el inciso en la sostenibilidad del envasado óptimo.
Un exceso de material es innecesario y medioambientalmente insostenible, pero si por utilizar menos “plástico”, la protección del producto es insuficiente y el alimento se deteriora, el resultado habrá sido un dispendio de recursos muy superior al generado por el propio envase, y por lo tanto en una gestión irresponsable de recursos. La búsqueda de soluciones innovadoras que contribuyan a la reducción del desperdicio alimentario y optimicen los recursos, es un pilar fundamental de la misión de Sealed Air.
En materia de protección, las soluciones de envasado Cryovac permiten aumentar la vida útil de los alimentos, al mismo tiempo que añaden conveniencia a toda la cadena de valor del producto: de la granja a la mesa. Por ejemplo, en el caso de la carne fresca, se consiguen más de 15 días de caducidad al envasar en Darfresh respecto a los 6 del envasado en atmósfera modificada. Durante este periodo, Darfresh no sólo protege sino que facilita el proceso de maduración de la carne, asegurando así una mayor terneza al consumidor.
En el caso de las bolsas de fondo estable Proaseptic, y gracias a procesos de envasado con menor estrés térmico del alimento durante el llenado, comparado con los procesos de esterilización tradicional, se consiguen unas mejores propiedades organolépticas que aportan mayor sabor y calidad para el consumidor.
En otras palabras, la caducidad y la seguridad alimentaria son dos aspectos clave en el envasado, pero la funcionalidad, la conveniencia y la calidad son los aspectos que aportan valor añadido al producto final respecto al envasado commodity.