Entrevista a Doroteo González, gerente de Acatec
Para empezar, ¿podría explicar cuáles son los trabajos de Acatec para el sector aeronáutico?
Acatec es una empresa con más de 20 años de experiencia en la industria aeroespacial. Desde nuestros orígenes como fabricantes de elementales metálicas y originalmente piezas de chapa troquelada y conformada hemos ido incorporando progresivamente nuevos procesos productivos como mecanizado, tratamientos superficiales, ensayos no destructivos, equipado de conjuntos y montajes de elementos estructurales.
Actualmente nuestro ‘core business’ o actividades principales son la fabricación completa de elementos mecanizados y el montaje de conjuntos estructurales de aeronaves, incluyendo en la actividad la gestión completa de todos los procesos necesarios, realizados internamente o con la colaboración de empresas especialmente certificadas en los mismos.
Hasta el momento, ¿para qué empresas trabajan o han trabajado?
Entre nuestros principales clientes destacan Airbus, EADs, Aerometallics (grupo Aernnova) grupo Aciturri, CESA, grupo Alestis, Burulan, Composystem, entre otras. La experiencia en el sector aeronáutica es muy amplia, destacando las actividades en los programas siguientes:
- Airbus en todas sus familias y especialmente: A320; A330 A350 y A380.
- EADS en los programas C-235, CN-295, Eurofighter.
- Embraer en los programas 145, 170 y 190.
En su opinión, ¿qué requisitos debe cumplir una empresa mecanizadora para que una ‘grande’ de la aeronáutica apueste por ella?
Si queremos resumirlo en únicamente tres palabras diríamos: ofrecer soluciones completas, cualidades que ofrecen distribuidores como Makino.
Originalmente las grandes empresas solicitaban soluciones individuales y aisladas focalizadas a las operaciones necesarias para la realización de sus productos, es decir solicitaban la realización de los trabajos de cada una de sus secciones productivas, reservándose la gestión y el control de la totalidad del proceso.
Actualmente se solicitan soluciones más complejas incluyendo no solamente el control de calidad de los procesos individualizados (o gestión), sino la realización del conjunto de los procesos que permiten la realización de los elementos completos.
Para ofrecer este nivel de exigencia es necesario poseer la capacidad tecnológica para realizarlo, pero además con las tecnologías más avanzadas y que nos permitan movernos en unos costes ajustados. También hay que contar con un equipo humano capaz, no solamente con conocimientos técnicos sino con la capacidad de interactuar en los procesos y organización. No olvidemos que es el siguiente paso solicitado por nuestros clientes. Los procesos una vez ajustados y optimizados nos garantizan la estabilidad de producción y el cumplimiento de las características exigidas, pero es el equipo humano el que, con su influencia en ellos y en su secuencia, obtiene el mejor resultado del conjunto.
Además, es vital hacer una apuesta decidida por la calidad, seguridad y mejora continua. Estos tres conceptos son imprescindibles en la industria en general pero especialmente en el sector aeroespacial. Y, por otra parte, debemos entender los plazos de entrega como una característica más del servicio solicitado. Ningún proveedor pone en duda las características de los productos o servicios solicitados por un cliente y reflejados en los planos y especificaciones, pero a veces nos olvidamos de la fecha de entrega como requisito.
Pero nuestro cliente necesita también nuestra flexibilidad para adaptarse al ritmo exigido. Hasta la fecha hemos estado acostumbrados a los retos de reducción de costes y elementos cada vez más complejos, pero actualmente se nos exige cada vez más cambios y plazos cada vez más reducidos, las fechas de entrega ajustadas están pasando a ser más importantes. Esta exigencia que a primera vista aparenta ser un gran problema podría ser nuestra alternativa a la deslocalización de nuestros productos.
¿Con qué maquinaria cuentan para cumplir con los requisitos exigidos?
Nuestras instalaciones están adaptadas con los equipos más avanzados que hemos considerado en cada momento. Si nos centramos en el mecanizado, en nuestras instalaciones contamos con 21 máquinas de cuatro fabricantes de primer nivel.
Siempre hemos considerado que disponer de un número reducido de fabricantes de nuestros equipos es un valor añadido al simplificar tanto las necesidades de formación de nuestros operarios, conseguir una polivalencia de programas y operarios, así como la reducción de la gestión del mantenimiento.
Las distintas capacidades y especializaciones las podemos clasificar de la siguiente manera:
- Centros de mecanizado por control numérico de alta velocidad, verticales y horizontales paletizados de: 3 ejes hasta 800 x mm; 4 ejes hasta 630 x mm, 5 ejes hasta 1.650 x mm.
- Centros de torneado por control numérico: 2 ejes, 3 ejes, 4 ejes, 5 ejes, con recorrido desde 250 x mm hasta 450 x mm.
Si nos centramos en los modelos Makino, ¿qué les aportan?
Makino es el último de lo fabricantes de máquina-herramienta que hemos incorporado a nuestro catálogo. Por nuestra experiencia destacaría la versatilidad del control numérico al aportarnos características adicionales al control estándar aunque trabajemos con software de programación ajeno al del fabricante de la máquina. Son máquinas que resaltan por su gran robustez, que les permite trabajar con condiciones de mecanizado más exigentes sin perder la fiabilidad, obteniendo así unos costes de mantenimiento reducidos, no solamente por el gasto directo de las actuaciones sino también por la reducción de paradas no programadas.
Para finalizar, ¿puede destacar algún proyecto actual o que haya supuesto un reto tecnológico para ustedes?
La diversidad de procesos disponibles en nuestras instalaciones hace que los retos sean continuados y muy dispares.
Si nos centramos en mecanizado, el último reto tecnológico para Acatec fue llevar a cabo nuestro proyecto de OEE (Overall Equipment Effectivenes) o Eficiencia general de equipos que consistió en la instalación de un software para el control, gestión y monitorización de CNC en tiempo real, para lo cual fue necesario conectar máquinas de distintos fabricantes, con distintas tecnologías y distintos controles CNC.
El gran reto lo supuso el hecho de que cada fabricante es hermético con la tecnología de sus máquinas y contratan distintos partners para la fabricación de sus controles, a esto hay que añadir el hecho de que ofrecen soluciones OEE sólo para sus máquinas y de una manera muy limitada. En este proyecto fue necesario encontrar, por un lado, una solución en el mercado con tecnología universal capaz de conectar con cada máquina, sin importar el modelo, el fabricante, el año y que contase con la experiencia demostrada en la electrónica de cada una; por el otro, poner de acuerdo a distintos competidores para que colaborasen de una manera abierta y constructiva en la puesta a punto de cada una de las máquinas del proyecto.
Con la cooperación y conocimiento experto de nuestros proveedores el proyecto fue llevado a cabo con éxito.
