Inter-Dependencia, por Jaume Ferrer
Como era previsible, en los pasillos de la ispo no se hablaba de otra cosa que no fueran los efectos colaterales que está produciendo en el sector la 'catastrófica' campaña de invierno que llevamos. La mayoría de detallistas con los que tuvimos ocasión de compartir pronosticaban un descenso medio de las ventas de material duro (esquí y snow) que a final de temporada podría situarse por encima del 50%. Los más pesimistas afirmaban, sin tapujos, que este año los especialistas de esquí batirían records negativos.
Con este panorama, no muy alentador, si hay algo en lo que estábamos todos de acuerdo es en que, frente a la adversidad climatológica, proveedores y detallistas deberían ir en el mismo barco, porque, por mucho que a estas alturas nieve y haga frío, no va haber un solo comercio que consiga salvar la campaña de invierno, y la mayoría, grandes y pequeñ;os, tendrán que soportar fuertes presiones financieras.
Pero no sólo los comercios sufrirán esta presión: como es tradicional en nuestro sector, cuando las cosas van mal, las marcas son quienes acaban soportando la mayor presión. Por eso, no es extraño que varios detallistas y, sobre todo, la central de Intersport, estén presionando -desde hace tiempo- a las marcas para alargar los pagos, pidiendo descuentos suplementarios -de hasta el 15%- y/o reclamando que éstas se hagan responsables de parte del stock para poder programar para la próxima campaña. Y esa no es la solución, porque no creo que la presión de una mala temporada deba recaer casi siempre en los proveedores. Éstos ya están sufriendo las consecuencias en las programaciones de la próxima campaña, porque lógicamente los detallistas, con la tienda llena de stocks, no están muy dispuestos a comprar. Si las marcas están predispuestas a alargar los plazos de pago, perfecto, pero que las tiendas -o los grupos- presionen a los proveedores no tiene muchos sentido porque, por un lado, difícilmente acabarán vendiendo su stock, y por el otro, tienen la alternativa, más lógica, de acudir al banco y pedir financiación, como hacemos todos.
Si todo el sector fuera en el mismo barco, a estas alturas no tendríamos que escuchar el tópico -demasiado habitual en este sector- del 'todo vale', y sobre todo, no tendríamos que leer en otro medio de comunicación del sector como hay quien se atreve a sacar pecho ante una situación tan negativa: es lamentable que el Director General de Intersport, Ignasi Puig, después de presionar con formas poco elegantes a las marcas de material duro de nieve, anunciando un boicot comercial a aquellas que "no les apoyen", se atreva a alardear de la fuerza que con esta acción ha adquirido la central frente a otros operadores y, especialmente, frente a los comercios independientes.
Es una lastima que a estas alturas, y tal y como están las cosas, aún haya ejecutivos que prefieran ir en su propio barco.