Opinión: Las fake news del bike, por Jaume Ferrer
Para el bike, 2020 ha sido un gran año. En ventas y, sobre todo, en lo que a nuevos practicantes se refiere. El COVID, pese a su crudeza, ha sido el detonante del boom de nuestro sector, pero ahora toca, además de hacer balance de este año que dejamos atrás, intentar analizar qué nos puede deparar este 2021 y también la era ‘POST COVID’.
Con el boom de este año, y con la euforia marcando la agenda, están apareciendo muchos informes y estudios, sin ningún tipo de rigor científico, sobre el mundo del bike. Todos ellos utilizan la vieja técnica conocida como Desk research, es decir, estudios que no aportan nada nuevo: recopilan información a partir de estudios ya realizados y publicados. El problema es que la gran mayoría de estos estudios acaban adjudicándose la autoría de los datos primarios sin ningún rubor, ocultando deliberadamente la metodología de dichos informes y cómo se recabaron los datos. Ni siquiera se dignan a dar la información de la bibliografía utilizada, lo que conlleva, casi siempre, que el avispado autor/es caiga en graves errores o confusiones cuando intenta hacer análisis de la información recogida. Y peor aún: a veces incluso se atreve a lanzar proyecciones o estimaciones de hacia dónde puede ir el bike a corto y medio plazo. Son lo que se llama proyecciones del dedo: el analista de turno pone el dedo índice por encima de la cabeza para ver por donde sopla el aire o hacia dónde va la corriente. A este tipo de estudios se les llama “de contenido impostor” porque básicamente se basan en dar información de otros y suplantar las fuentes genuinas.
El sector del bike, que ha vivido un año dorado con un crecimiento exponencial, no necesita studios especulativos donde es difícil distinguir la información veraz y rigurosa de la especulativa.
Muchos de estos informes que están apareciendo en internet -y a los que se da visibilidad a través de las redes sociales-, son de periodistas que quieren ejercer de analistas de mercado y acaban provocando un peligroso círculo de desinformación. Y el sector del bike, que ha vivido un año dorado con un crecimiento exponencial, no necesita este tipo de estudios especulativos donde es difícil distinguir la información veraz y rigurosa de la especulativa. Utilizar este tipo de información para la toma de decisiones es asumir un riesgo que ningún profesional del sector debería tomar. El problema es que todo indica que esto solo acaba de comenzar: hace apenas seis años el sector del bike ni siquiera tenía cifras tan básicas como el número de bicicletas que se vendían al año ni en qué categorías y, sin embargo, ahora empezamos a ser bombardeados por una vorágine de información -o desinformación- de supuestos expertos del bike. Bueno, un día lo son del bike y al día siguiente del fútbol, los patrocinios, el fitness o el retail.
Teniendo en cuenta la gravedad que puede llegar a implicar la difusión de fake news en la era en la que la emoción predomina frente a la verdad, es importante aprender a reconocer una información errónea antes de divulgarla. Estamos en la era de la posverdad de la información que apela a las emociones, creencias o deseos del público en lugar de a hechos objetivos. Y el bike, desde ya, se enfrenta al reto de saber gestionar la sobreinformación relacionada con su presente y, sobre todo, con su potencial de crecimiento.
Teniendo en cuenta la gravedad que puede llegar a implicar la difusión de fake news en la era en la que la emoción predomina frente a la verdad, es importante aprender a reconocer una información errónea antes de divulgarla
El sector, a corto plazo también se enfrenta a muchos otros cambios, un nuevo paradigma que ya ha empezado en temas tan trascendentes como el logístico, la digitalización del sector, la irrupción de los marketplaces, etc... Cambios que obligan al sector a modernizarse y a adaptarse a un mercado que, pese al crecimiento de este 2020, sigue yendo más rápido que el propio sector. Y a la hora de afrontar estos cambios, a la hora de prepararse para esta nueva etapa en la que acaba de entrar el Bike, haríamos bien en tener muy en cuenta dónde estábamos en 2019 a la hora de analizar con rigor los datos que vamos obteniendo del excepcional 2020. Y esto solo lo podremos hacer a través de información primaria rigurosa y elaborada por empresas especializadas en estudios de mercado. Y en nuestro sector, las hay.
Artículo publicado en la revista Tradebike