365 ideas para rentabilizar el negocio detallista 

El punto de venta es un espacio de estimulación sensorial en el que los 16 sentidos cuentan, y mucho. Trabajar solo con cinco es no aprovechar toda la potencialidad del establecimiento, no obstante, si nos centramos en la vista la visibilidad y la composición son casi el 70% de los elementos que generan la predisposición a la compra.

Cada sentido puede desencadenar y activar diferentes neuroconductores, modificando la predisposición a la compra.

Los colores vivos son los responsables de atraer con más facilidad nuestra atención, de modo que si queremos que se mire a la mayor parte de la exposición es importante que se ordenen por colores de cálidos a fríos y de izquierda a derecha. De ese modo se miran más productos que si no se exponen de ese modo.

El color impacta directamente en los hemisferios cerebrales y tiene sus normas y sus criterios de gestión.

Los productos generan formas que se suceden a lo largo de la exposición, de ese modo se generan diferentes recorridos visuales que les aportan posicionamientos concretos.

• Una composición decreciente de izquierda a derecha nos lleva a buscar el final de esa estructura descendente y fijar la vista en lo que esté a continuación.
• Si la estructura es creciente de izquierda a derecha aporta sensación de que cada producto es mejor que el que le precede de modo que ganan es prestigio.
• Las composiciones en pódium califican como mejor producto el que está en lo más alto, lo sea o no lo sea.

Los recorridos visuales aportan, con sus más de 46 formatos, posicionamientos que generan predilección en compra.

El cómo se ordena la exposición, se gestiona desde el marketing integrativo con el fin de predisponer al cliente de acuerdo a los criterios de preferencia en venta que el establecimiento desee potenciar en cada momento.

Víctor Valencia

CEO Entorno & Estrategia

abiertoparatodos@gmail.com