Los niños/as españoles juegan menos
El juego al aire libre con otros niños se ha reducido significativamente mientras aumentan los casos de ansiedad o depresión entre los más pequeños.

Psyma ha elaborado un estudio para la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) en el que asegura que los niños españoles juegan menos que antes (cerca de una hora y media diaria) y, además, dejan de jugar antes. Con estos datos, y en motivo de la celebración del Día Internacional del Juego celebrado el pasado 28 de mayo, la Fundación Crecer Jugando reivindicó el derecho de los menores a jugar. Para Gonzalo Jover, director del Observatorio del Juego Infantil, el juego libre es esencial para la educación “porque a través de él los niños y las niñas se inician en el acervo cultural, las tradiciones de su comunidad, sus valores y normas”.
En este sentido, el artículo ‘El descenso del juego y el aumento de la psicopatología’, del American Journal of Play, manifiesta que en los últimos 50 años el juego libre con otros niños se ha visto reducido, a la vez que los casos de ansiedad y depresión han aumentado entre niños, adolescentes y adultos jóvenes. Para Jover, “restar a los niños y niñas el espacio y el tiempo para jugar supone impedirles la capacidad de vivir en plenitud su infancia”. Según el estudio, además, los niños tienen precozmente intereses de adulto -un motivo podría ser el ingreso al instituto con 11 años-, y señala que los padres reconocen que a partir de los 7 años, sus hijos prefieren los videojuegos o la televisión por delante del juego.
Con todo, la Fundación Crecer Jugando reivindica el juego “como un derecho fundamental de los niños” y que tiene la misma importancia que la educación o la salud, porque ayuda a “desarrollar competencias e intereses intrínsecos, aprender a tomar decisiones, solucionar problemas, tener autocontrol y seguir las reglas, aprender cómo regular y controlar las emociones y hacer amigos”.