El consumo de productos cárnicos crece un 22% desde 2019

En España existe una creciente preocupación y cada vez más concienciación de la población por la salud y el bienestar con mantener una alimentación adecuada tanto a nivel individual como poblacional. Según los datos del reciente estudio ‘Hábitos de consumo de alimentos en España entre 2019 y 2023’ realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona, el gasto en Alimentos Saludables ha experimentado un aumento del 29,2% en los últimos cinco años, superando el incremento del 17,2% en Alimentos No Saludables.

El estudio, basado en datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del INE, analiza las tendencias de consumo en tres categorías de alimentos: Alimentos Saludables, Alimentos Medianamente Saludables y Alimentos No Saludables, y también estudia el gasto en cárnicos en España y sus autonomías.

La carne se categoriza como Saludable en el caso del ovino y caprino (fuente de proteínas y minerales) y de Medianamente Saludable en los productos del porcino (aporta proteínas, pero puede ser alta en grasas saturadas) y vacuno (rica en proteínas y minerales, pero alta en grasas saturadas). Se consideran No Saludables los despojos y menudillos (generalmente altos en colesterol y grasas saturadas), la charcutería y carne seca, salada o ahumada (alta en grasas saturadas y sodio) y la carne procesada y otras preparaciones a base de carne (ultraprocesadas con aditivos, alta en sodio y grasas).

A pesar de las fuerzas y tendencias contrarias a la alimentación saludable, como los efectos de la pandemia, el contexto inflacionario pospandemia, la guerra en Ucrania y el aumento en los precios de los hidrocarburos, el consumo de Alimentos No Saludables sigue siendo un desafío significativo. Aunque su consumo disminuyó en 1,4 puntos porcentuales, el gasto en ellos creció un 17%, lo que evidencia la persistencia de prácticas menos nutritivas en ciertos segmentos de la población.

Según explica el Dr. Edgar Sánchez, profesor colaborador de TBS Education-Barcelona y experto en el Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, “es fundamental entender las barreras sociales y culturales que dificultan la adopción de hábitos alimenticios más saludables para diseñar estrategias eficaces que promuevan el cambio”.

Las comunidades autónomas en España han experimentado variaciones notables en su consumo de Alimentos Saludables:

• Regiones como Galicia, Navarra y el País Vasco han mostrado un crecimiento significativo en la adopción de hábitos alimentarios saludables, destacándose Galicia con un aumento del 37,5% en el gasto de Alimentos Saludables.
• Las comunidades del sur como Andalucía, Extremadura y Murcia, se sitúan en la última o penúltima posición del ranking en cuanto al consumo de estos productos saludables.
• En general, España ha mostrado un leve descenso en el consumo de Alimentos No Saludables, que cayó del 31,8% al 30,4% del total, aunque este descenso no ha sido uniforme.
• Galicia también ha liderado el incremento de gasto en Alimentos No Saludables con un 34%, adoptando el mayor cambio global en todos los tipos de alimentos, seguido de Valencia con un aumento de un 25,5%.

La diferencia es notable en los hábitos de consumo entre el norte y el sur del país, donde las regiones del sur tienden a una dieta menos equilibrada.

Además del estudio de qué tipo de alimentos son o no saludables, también se ha estudiado el consumo de cárnicos en España, el cual ha experimentado un crecimiento notable entre el 2019 y 2023, alcanzando un incremento del 22%. Los aumentos más grandes se dieron entre 2019 y 2020 (7,9%) y entre 2022 y 2023 (9,6%), mientras que el crecimiento en 2021 y 2022 fue más modesto. El incremento acumulado del 21,85% desde 2019 refleja una tendencia de crecimiento continuo en el mercado de la carne en España.

Este crecimiento se ha concentrado, principalmente, en la carne de porcino, que ha registrado un alza del 34%, seguida de la carne de vacuno y ovino, con aumentos más moderados. El gasto total de productos cárnicos ha pasado de casi 6.000 millones en 2019 a más de 7.200 millones en 2023.

Así, el consumo de carne en España está compuesto principalmente por carne de porcino y vacuno, que juntos representan una parte muy significativa del total del consumo de cárnicos. La carne de porcino representa el 45,4% del total, seguida del vacuno, con un 44,2%. La carne de ovino y caprino, por otro lado, tiene una proporción mucho menor, con solo un 10,5% del total consumido.

Si bien el consumo de carne representa el 7% del gasto total en alimentación, el consumo de porcino asciende al 3,19% del gasto total en alimentos; la carne de vacuno, al 3,11%; y la carne de ovino y caprino tiene el porcentaje más bajo, 0,74%.

El gasto total de carne en España ha experimentado un incremento constante a lo largo de los últimos años. De 2019 a 2023, hay un aumento aproximado del 22% en el valor total.

Como explicábamos antes, la carne de ovino y caprino tiene el consumo más bajo de entre los tres tipos analizados, y muestra una ligera tendencia a la baja después de 2020. Si buen hubo un aumento del consumo en 2020 respecto a 2019, a partir de 2021 se observa una pequeña disminución: el decremento de 2019 a 2022 es de menos de 1%.

En lo que respecta al consumo de cárnicos de porcino, ha aumentado cada año sin excepción, con un incremento significativo de 2019 a 2023 de aproximadamente el 34%.

Por su parte, en los productos cárnicos de vacuno, se han presentado incrementos anuales leves con una pequeña disminución en 2022. De 2019 a 2023, el consumo aumentó aproximadamente un 15%.

En este sentido, a nivel nacional no se observa sustitución de un tipo de carne por otro. Los cambios en el gasto en los diferentes tipos de cárnicos son consistentemente muy similares en todos los años que abarca este estudio. El análisis muestra correlaciones altas entre los diferentes tipos de cárnicos. Es decir, suben o bajan al mismo ritmo. Por lo tanto, no se evidencia el remplazo de un cárnico por otro ni al nivel del estado español ni en las autonomías.

Leve tendencia a disminuir gasto en caprino y ovino.

Según apunta el Dr. Edgar Sánchez, “los resultados de este estudio ponen de manifiesto las diferencias que se dan dentro del mismo territorio nacional y en función de cada comunidad autónoma”. Cabe destacar la alta preferencia de Extremadura y Andalucía por la carne de porcino, representando más del 50% del gasto en carne, y su poca devoción por el gasto en vacuno. En contraste, el País Vasco muestra una inclinación significativa hacia la carne de ternera y es, casi siempre, el más bajo en porcino, mientras que regiones como Murcia y Aragón dedican mayor proporción de su presupuesto a la carne de ovino y caprino.

Los datos promedio de los años 2019 a 2023 muestran que murcianos y aragoneses dedicaron más del 20% del consumo total al ovino y caprino. Los primeros, con un gasto promedio del 27,2%, seguidos de los segundos, con 23.5%. En tercer lugar, están los riojanos, quienes dedicaron el 15,3% del gasto. En el otro extremo, los que proporcionalmente menos gastaron en ovino y caprino son los asturianos, con sólo el 4,8%. Después están los extremeños, con el 6,1%, y los cántabros, con un 7%.

“Estas diferencias reflejan factores culturales, económicos y de producción local que influyen directamente en los hábitos alimenticios y en la preferencia por determinados productos y tipos de carne”, señala el Dr. Sánchez.

En esta línea, los catalanes aumentaron consistentemente en todas las categorías de carne, especialmente vacuno y porcino. En cambio, el consumo de gallegas y gallegos muestra oscilaciones en el gasto en carnes, con un aumento considerable en carne de porcino y una caída en carne de vacuno en 2020. Sin embargo, el gasto en carne de ovino y caprino fue más estable.

En la zona más estable de la tabla están La Rioja, con leves disminuciones en años específicos, y Cantabria, con un incremento moderado y constante, sin grandes picos.

Si hablamos de vacuno, hay cinco autonomías que consumen más de 50% del gasto: Euskadi, Asturias, Madrid, Cantabria y Galicia. En la parte baja de la lista están Murcia, Aragón y, al final, Castilla la Mancha.

En el caso del porcino, extremeños, andaluces y castellanomanchegos consumen más del 50% de los cárnicos. Extremadura lidera el consumo de esta carne (en términos proporcionales) con el 63,2% de su gasto. Luego están los andaluces y andaluzas con el 58,6% y, en tercer lugar, están lo castellanomanchegos con un 53,5%.

En 4 de los 5 años del estudio, Andalucía ocupa el segundo lugar en proporción de gasto en cárnicos de cerdo. En 2013, ocupó el primer lugar en la proporción de consumo de porcino. Además, el consumo de vacuno aumenta su importancia relativa aumentando 10.3 puntos porcentuales de 2019 (55,3%) a 2023 (65,6%).

En los últimos tres lugares en términos de consumo de cerdo en España se encuentran Murcia, Madrid y el País Vasco. En Murcia representa el 37,4% del total de carne consumida. Madrid también registra un 37,4% y, por último, en el País Vasco, con un 35,5% del total de carne consumida.

El costo asociado al consumo de cárnicos también varía según la región y el tipo de carne. Por ejemplo, el gasto medio en carne de vacuno es significativamente más alto en comunidades como Madrid y Cataluña, donde el consumo de este tipo de carne es prioritario. Por otro lado, regiones como Galicia y Castilla y León muestran patrones de gasto más equilibrados entre las tres categorías principales.

Como comenta el Dr. Edgar Sánchez, “esta variabilidad en los costos y las preferencias subraya la importancia de promover una dieta más diversificada y sostenible, que tenga en cuenta no solo los factores económicos y culturales, sino también las implicaciones ambientales y de salud pública”.