España, un referente foodtech en proteínas alternativas
La inversión en el sector foodtech en España se triplica en un año
ICEX España Exportación e Inversiones ha publicado un estudio sobre el sector foodtech español. El propio título de este nuevo informe da la clave de la importancia que la innovación está jugando como palanca para impulsar la industria alimentaria: ‘Foodtech in Spain: Moving the Spanish Food System Forward’.
El sector ha experimentado un impulso muy notable en 2021, afianzando su posición de nicho estratégico para la innovación de la industria alimentaria. Así, las startups españolas han atraído una inversión total de 695 millones de euros en 2021, con un aumento de la inversión del 220% comparado con 2020 y del 101% con respecto a 2019, lo que pone de manifiesto el gran potencial de este ecosistema. Ese crecimiento del 220% de la inversión se debe en gran medida a la startup Glovo, pero también han jugado un papel muy relevante las inversiones en proteínas alternativas.
Con estas cifras, el español es el 5º ecosistema foodtech con mayor inversión de Europa tras Alemania, Reino Unido, Francia y Países Bajos –y está entre los 10 primeros del mundo–. De hecho, más de 400 startups están trabajando para desarrollar el futuro de la cadena de valor agroalimentaria en España.

Proteínas alternativas en España
Se calcula que el mercado mundial de proteínas alternativas se multiplicará por siete en la próxima década, pasando de unos 13 millones de toneladas consumidas en 2020 (alrededor del 2% del mercado total de proteínas animales) a aproximadamente 97 millones en 2035, (alcanzando el 11% del mercado global de proteínas). Esta estimación tiene en cuenta las proteínas basadas en plantas, en microorganismos y en células animales.
En España, esta industria ha crecido exponencialmente en los últimos años, mostrando el potencial que tenemos en este nuevo mercado, así como destacando las oportunidades y retos a los que se enfrentará la industria.
En cuanto a las ventas del sector plant-based, después de Alemania (817 millones de euros), España es el segundo país más destacado de Europa (448 M€), por delante de otros países líderes como Italia (425 M€), Francia (355 M€), Países Bajos (291 M€) y Bélgica (134 M€).
Pero más allá de las soluciones plant-based, hay tecnologías como la fermentación, la bioimpresión y el cultivo de células que están cautivando el interés de los inversores. Esta combinación es lo que diferencia a España de otros países, ya que cuenta con una red de centros tecnológicos que trabajan en el desarrollo de productos que cumplen con las expectativas sensoriales y nutricionales.

Evolución del mercado
A pesar de representar sólo el 3% de la industria cárnica tradicional (28.000 millones de euros, el cuarto sector manufacturero del país), las alternativas cárnicas son la categoría que más crece. No es de extrañar que las empresas cárnicas desempeñen un papel importante en la elaboración y distribución de estas alternativas.
Un ejemplo de ello es Campofrío, El Pozo o Noel, que ya hayan incorporado productos de origen vegetal a sus carteras. Otro ejemplo es Zyrcular Foods, fundada por la propiedad del Grupo Vall Companys, que ha construido la primera fábrica dedicada exclusivamente a la producción de proteínas alternativas.
Con todo esto, cada vez hay más competidores en este sector, como el fabricante Dacsa, que acaba de construir la planta de guisantes Pésol, la primera planta de proteína texturizada húmeda de España. Newind foods, Leggie (startup nacida del CSIC) o VEGGIAN (CTIC CITA) son también startups con mucho potencial.
Una nueva tecnología que ha avanzado en España, especialmente a nivel tecnológico, es la bioimpresión. Aunque se encuentra en diversas fases de desarrollo, dos de las startups más relevantes son Cocuus y Novameat. La primera ha desarrollado una plataforma tecnológica cuyo objetivo es crear soluciones de bioimpresión, con una amplia aplicación en formatos como filetes, gambas o salmón. Novameat, por su lado, es una startup surgida de la Universitat Politècnica de Catalunya que traslada el conocimiento biomédico a la producción de filetes por bioimpresión. Su punto diferenciador es que ya ha trabajado con conocidos chefs del restaurante Disfrutar (dos estrellas Michelin en Barcelona) para mejorar sus productos en los restaurantes.
Por otro lado, la carne cultivada sigue en desarrollo creciente y en expansión. Su mayor exponente es BioTechFoods, quien participa en el proyecto CULTUREDMEAT junto a Argal, Martínez Somalo, DMC Research, BDI Biotech, Neoalgae, BTSA y Agrowingdata, CTIC CITA y Tecnalia. BioTechFoos fue la segunda startup con más inversión de España en 2021, logrando captar 36 millones de euros.

Cocuus ha creado chuletones medianet impresión 3D basados en ‘food to data-data to food’.
Los chefs españoles también forman parte del desarrollo de estas nuevas alternativas cárnicas, como el mundialmente conocido José Andrés, que se incorporó al consejo de administración de Good Meat, la rama de agricultura celular de la empresa californiana Eat Just, y que servirá pollo cultivado con células en su restaurante de Estados Unidos en cuanto obtenga la aprobación legal.
Y por último, pero no menos importante, la fermentación es una de las tecnologías altamente adoptadas por varias empresas en España para crear proteínas de origen animal, lo que demuestra el potencial que tiene esta tecnología tanto en la fermentación de precisión como en la micoproteína.
La aplicación de todas estas tecnologías juega un papel muy importante en el futuro de la producción cárnica ya que están destinadas a revolucionar la cadena de valor tal y como la conocemos hasta ahora. En este prometedor escenario, han surgido startups que desarrollan soluciones sin carne con micoproteína.
Algunas de ellas son Innomy, una startup argentina que se trasladó a España en colaboración con el centro tecnológico CNTA; Libre Foods o ODS Protein, dos startups españolas que exploran el potencial de esta proteína nutritiva y sostenible.
