La revolución del nitrógeno en la agricultura
La demanda mundial de alimentos ha ido notablemente en aumento durante las últimas décadas. Por ese motivo, el empleo de los fertilizantes nitrogenados cada vez es más común, dados sus resultados: la obtención de mejores cosechas mediante un uso eficiente del nitrógeno. En definitiva, los nuevos abonos nitrogenados son la revolución que la agricultura necesitaba bajo una perspectiva sostenible y ecológica.
¿Qué es el nitrógeno?
El nitrógeno (N) se trata de un elemento químico muy presente en la Tierra. En el suelo, se puede hallar de dos formas: mineral y orgánica. La manera mineral es la que las plantas pueden absorber para llevar a cabo sus procesos de crecimiento y desarrollo.
¿Por qué las plantas necesitan nitrógeno?
Ahora bien, ¿por qué utilizar el nitrógeno como fertilizante? Resulta que el nitrógeno es un elemento fundamental para las plantas. Junto con el potasio (K) y el fósforo (P), forma parte de los tres macronutrientes (NPK) principales de la nutrición vegetal y del abonado primario de toda planta:
- Las plantas, al igual que los seres humanos, requieren de nitrógeno para poder producir aminoácidos, los cuales generan las proteínas que constituyen las células.
- Asimismo, es uno de los componentes primordiales del ADN.
- Además, resulta necesario para el crecimiento vegetal, ya que se trata de un elemento vital de la clorofila, el compuesto con el que las plantas realizan la fotosíntesis, empleando la energía del sol para producir azúcares mediante el agua y el dióxido de carbono.
Aunque el nitrógeno es uno de los elementos más comunes que existen en nuestro planeta (siendo el más abundante de la atmósfera, formando el 78% de ella), resulta irónico que sea el más complicado de conseguir.
El nitrógeno del aire es inerte (no pudiendo ser aprovechado por las plantas o animales de forma directa), mientras que sus cantidades disponibles en la tierra no son suficientes para cubrir las necesidades de los cultivos.
Por esa razón, se aconseja usar abonos que posean este elemento, puesto que las plantas lo necesitan, como veremos a continuación, para no atrofiarse.
Biofertilización nitrogenada: revolucionando la agricultura moderna
La biofertilización nitrogenada es una buena alternativa al uso de fertilizantes minerales tradicionales en cultivos.
Usar bacterias fijadoras de nitrógeno resulta una oportunidad muy interesante para la agricultura. Esto se debe a que el nitrógeno fijado en el suelo por las bacterias está disponible directamente en el sitio deseado, la rizosfera. Mientras que, por su parte, los fertilizantes inorgánicos padecen pérdidas de hasta el 50%, a raíz de los procesos naturales de lixiviación y desnitrificación.
Asimismo, la exagerada lixiviación de los fertilizantes inorgánicos puede ser dañina ecológicamente, ya que puede contaminar aguas subterráneas, ríos, etc., siendo un peligro para la salud de animales y personas.
Por ello, utilizar bacterias capaces de fijar el nitrógeno en suelos agrícolas supone:
- Reducir aportes nitrogenados inorgánicos.
- Fomentar metodologías no contaminantes, positivas desde el punto de vista medioambiental.
Beneficios de la biofertilización nitrogenada en la agricultura
En pocas palabras, los efectos beneficiosos de la biofertilización nitrogenada para los cultivos son abundantes y variados:
- Optimiza los procesos metabólicos vegetales
- Proporciona un crecimiento más rápido de las plantas
- El cultivo puede asimilar el nitrógeno con poco gasto energético
- Permite una mejor producción de hojas
- Ayuda a preservar un buen color verde
- Da lugar a una mejor forma, estructuración y longitud de las raíces
- Es más sostenible que los fertilizantes normales
- Etc.
Problemas derivados de la deficiencia de nitrógeno en plantas
¿Qué ocurre si un cultivo tiene deficiencia de nitrógeno? En resumen, nada bueno. La falta de éste, llamada clorosis de nitrógeno, causará distintos resultados indeseables en las plantas:
- Estancamiento y detención del crecimiento vegetal
- Hojas cloróticas (disminución de la clorofila)
- Notable reducción de su rendimiento
- Etc.
No obstante, cabe aclarar que el exceso de nitrógeno tampoco resulta positivo para un vegetal, ya que puede dar como resultado un crecimiento exagerado, mayor cantidad de brotes y ramas, un sistema radicular pobre, un tejido blando y débil, atrasos en la producción, mayor tendencia a enfermar, mayor susceptibilidad a plagas, mayor sensibilidad a la falta de humedad, etc.
¿Cómo saber si una planta necesita nitrógeno?
Afortunadamente, la clorosis de nitrógeno en cultivos es bastante fácil de detectar. La falta de este elemento en una planta se puede comprobar observando sus hojas:
- En casos poco graves, pasará a mostrar un color verde más claro.
- En situaciones de deficiencia de nitrógeno más severas, la planta empezará a tener un tono amarillento. Ésta irá apareciendo de dentro hacia fuera, por toda la hoja, incluyendo sus nervaduras.
¿A qué se debe esta pérdida de color verde? A que la carencia de nitrógeno conlleva una disminución de la clorofila del vegetal.
¿Dónde notarás estos síntomas de clorosis primero? En las partes más ancianas y bajas del cultivo. Ante este problema, llegará un punto en el que el crecimiento de las hojas se detenga. Y, más adelante, éstas acabarán cayendo.
Otros síntomas de deficiencia de nitrógeno en las plantas pueden ser, por ejemplo, un follaje pobre con hojas finas o un tallo de colores rojos y/o morados.
Al fin y al cabo, ten en cuenta que el nitrógeno está íntimamente relacionado con el crecimiento del cultivo. Por esa razón las plantas quedan raquíticas ante la falta de este elemento.
Ahora sabes que la obtención de mejores cosechas mediante un uso eficiente del nitrógeno es posible y que no supone ningún daño ecológico. ¡Incrementa el rendimiento de tus cultivos mirando por el planeta!
Ya conoces por qué el empleo de nitrógeno como fertilizante supondrá una mejora para la salud, el crecimiento y producción de tus plantas, de forma totalmente sostenible.