La agricultura climáticamente inteligente
Mariano Larrazabal. Consultor en Agromarketing Digital y Social Media– info@bialar.com
El agro llegó a mí antes que yo lo descubriera. Siento la profunda necesidad de ayudar a mi sector a transformarse digitalmente. Soy Ingeniero Agrónomo, Consultor en Agromarketing Digital y Social Media, apasionado por el Ecommerce. Ayudo a las empresas agroalimentarias de España y Latinoamérica a lanzarse del offline al online, adaptando el enfoque agrodigital a cada empresa.
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30/09/2019La FAO etiquetó el término climate smart agriculture en el año 2010, bajo los principios de hacer crecer de forma sostenible la productividad, generar adaptación frente al cambio climático y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Antes de avanzar, quiero dejar claro lo siguiente. Cuando se hace mención del adjetivo ‘smart’ se habla de agricultura ‘climáticamente inteligente’, no se hace hincapié en un tema de 'coeficiente intelectual' del sector agro, sino de la habilidad de elegir prácticas que otorguen mayores co-beneficios en cuanto a la productividad, adaptación y mitigación.
Por eso, cuando se habla de Agricultura Sostenible Adaptada al Clima, en realidad se habla de 'climate smart agriculture', es decir, la promoción de buenas prácticas agrícolas, que incrementan la productividad de manera sostenible y logran ser flexibles a los cambios y la variabilidad del clima.
Adaptación y compromiso
En el presente de la actividad agrícola tenemos el reto de aplicar la inteligencia, Smart 4.0, para conseguir ser eficientes con un menor gasto de recursos. Pero para esto es necesario la tecnología.
El agua es esencial para el consumo humano, los ecosistemas, la agricultura, ganadería y en muchos procesos industriales. Tenga en cuenta este dato: “El agua dulce es un recurso finito. Solo representa el 2,5% de las reservas mundiales de agua”.
La agricultura climáticamente inteligente debe hacer crecer de forma sostenible la productividad agropecuaria, mejorar los ingresos de los agricultores y ganaderos, así como también potenciar su resiliencia al cambio climático. Una ruta de adaptación y compromiso con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La agricultura siempre ha estado en continua evolución, desde sus orígenes, en una metamorfosis constante. Las semillas, fertilizantes, fitosanitarios, maquinaria agrícola, han pasado por un proceso de investigación y desarrollo, adaptándose a las condiciones del suelo y el clima del momento. Y, de un futuro próximo.
Actualmente, las herramientas TIC de monitoreo agrícola y de suelo incluyen sensores y unidades de telemedida que miden y transmiten parámetros como la temperatura del aire y la humedad de las hojas y el suelo, todo esto, a través de redes móviles a bases de datos globales.
Cambio climático
El cambio climático es una problemática global, con impactos visibles en el ámbito local. Todo lo que está sucediendo no es más que un reflejo de la realidad. Las fechas de siembra de libro ya no son tan así. Cada vez se siembra más temprano o más tarde de lo establecido. Ni hablar del tema precipitaciones. Por tradición en el campo se sabía que en determinada fecha o época llovía seguro. Ahora, cuando se mira al cielo, eres consciente que las cosas han cambiado. Pero, ¿has cambiado tu forma de producir alimentos?
La agricultura es un factor que incide de forma trascendental en la problemática del cambio climático. En la actualidad genera entre el 19 y el 29% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. Está claro que si no se toman medidas urgentes este porcentaje podría aumentar.
Los agricultores y ganaderos se enfrentarán a importantes desafíos debido a los cambios en los patrones de precipitación y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. Da igual en que sector que desarrolles tu actividad, la crisis climática nos afecta a todos.
El aumento proyectado de estos acontecimientos, tales como, inundaciones repentinas, granizo y huracanes, tendrán, sin duda, un efecto en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y, por ende, en toda su infraestructura.
El sector de las TIC debe convertirse en un líder frente al cambio climático
El sector de las TIC, en su conjunto, debe llevar adelante acciones necesarias para convertirse en un líder frente al cambio climático. Es ahora cuando se deben materializar oportunidades y comenzar a dedicar tiempo y esfuerzo en esta dirección.
Considero que las empresas, startups o emprendedores, con objetivos fijados en la agricultura y ganadería, deben incluir la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático como parte esencial de sus planes de negocio, expansión o marketing.
“Los resultados de un compromiso corporativo activo se transformarán en nuevas unidades de negocios”.
Las TIC, bajo el paragua del cambio climático, deben comprender que tanto el impacto ambiental y sus riesgos asociados, son oportunidades. Necesitan enfocarse, acelerando el desarrollo de fuentes de energías renovables, infraestructura digital, la eficiencia energética y potenciar los beneficios sociales que se obtienen cuando se adapta el concepto de sostenibilidad en el campo.
Estudios como el Informe Smart 2020 de Global e-Sustainability Initiative (GeSI) muestran claramente que un uso más eficiente de las TIC puede aportar unos inmensos ahorros en emisión de CO2.
La industria digital y el cambio climático
El sector TIC del sector agrícola tiene que fortalecer sus colaboraciones existentes y generar nuevas alianzas con startups de tecnologías limpias, el sector público y la sociedad, para desarrollar nuevas soluciones digitales y de telefonía móvil frente al cambio climático.
Las empresas TIC relacionadas con el agro deben trabajar para consolidar su rol. Son quienes pueden aportar soluciones sostenibles e inteligentes. Pregúntate, ¿cómo puedo aprovechar las soluciones climáticas inteligentes y ser sostenible?
Las TIC y las apps cambiaron la manera de hacer las cosas en el campo
Controlar el riego de un lote, conocer las condiciones meteorológicas de tu campo o invernadero, optimizar la fertilización de un cultivo, pronosticar la aparición de plagas y enfermedades o, monitorear la calidad del agua o momento de cosecha, han cambiado rotundamente en el siglo XXI. La revolución digital en el agro está haciendo que muchas cosas cotidianas de la actividad agropecuaria se vuelvan más fáciles, precisas, rápidas y accesibles.
Aunque la industria de las soluciones TIC climáticas para el agro está convencida de su potencial y negocio futuro, el agricultor y ganadero y muchos sectores públicos y privados todavía están inmersos en un viaje tormentoso, que no les permite comprender el proceso de alcance que tienen estos cambios en la productividad de sus correspondientes explotaciones o programas.
La innovación tecnológica, en sinergia con la innovación de modelos de negocios, serán una fuente de disrupción en los próximos años. Por eso, es imprescindible estar preparados. Pero, ¿qué ha pasado con la tecnología aplicada a las condiciones climáticas de los cultivos?
Internet de las cosas del clima
Los avances en las soluciones basadas en TIC e Internet de las Cosas (IOT), ya están ayudando a abordar los eslabones débiles del campo, para hacer sus actividades y procesos más eficientes:
“La comunicación está en todas partes. En breve, no será nada extraño que tengas interacciones de voz con tu tractor o calibradora de frutos”.
La aplicación de soluciones basadas en TIC juega un papel importante en la recopilación de información sobre el verdadero impacto de la acción climática en los cultivos. Contar con una infraestructura global en la sociedad de la información, que posibilite servicios avanzados en interconexión, es estratégico para la toma de decisiones del sector agrícola.
El Internet de las Cosas hace uso inteligente de dispositivos conectados y sistemas, para accionar sobre los datos compilados por sensores y actuadores integrados en máquinas y otros objetos físicos, permitiendo a los agricultores conocer en tiempo real y de forma sencilla, como está su cultivo. Esto abre un campo de oportunidades para todos los que pertenecemos a este ecosistema. Recolectar y analizar datos, favorece la optimización de recursos como el agua de riego, fertilizantes o fitosanitarios. Cuanto mayor es el conocimiento, mayor eficiencia en la gestión de sus recursos. Todo esto se traduce en una reducción de costes y en una mejora de la calidad final del producto.
Las soluciones de big data
Si existe algo que impulsa al sector de las TIC del agro es, claramente, la obtención de grandes cantidades de datos. El big data brinda al sector agrícola conocimiento e información con un alto grado de exactitud y detalle. Y, por si esto fuera poco, a un costo asequible si lo comparamos con otras inversiones.
Ahora bien, se habla de datos como si fuese fácil obtenerlos. Pero, no es tan así. Los datos son mucho más que una simple información. En manos profesionales o de expertos es inteligencia. Traducido, un dato en manos de quien sepa interpretarlos se transforma en información de valor.
El rápido avance del poder de procesamiento y la conectividad global nos facilita que actualmente podamos recopilar, compartir y analizar de manera veloz enormes cantidades de datos. Y, lo mejor, es que se pueden convertir en recomendaciones de utilidad para los agricultores y ganaderos.
Empresas pioneras del sector agro ponen el foco de su actividad en la aplicación de big data para la mejora de sus modelos de negocio. La información llega al agricultor de manera integral, reduciendo así la incertidumbre climática y volcando la información de valor en la toma de decisión final.
Es alentador saber que con la aplicación de enfoques de big data en la agricultura es factible encontrar nuevas maneras de reducir el hambre y la pobreza, y crear respuestas sólidas al cambio climático, emergencia de nuevas plagas y enfermedades y la degradación del suelo, entre otras.
Agricultores resilientes e inteligentes
En el sector agroalimentario las tecnologías digitales como los sensores, IoT, big data y robótica son claves en el empoderamiento de los agricultores, mediante la optimización de las cadenas de valor y la reducción del uso de recursos. Estas tecnologías permiten una asignación inteligente de recursos y conocer la trazabilidad de los alimentos. Además, edificar una agricultura resiliente al clima.
“Las tecnologías móviles ponen esta información de valor a disposición de los agricultores en determinados países vulnerables al cambio climático”.
Adoptar sistemas agrícolas inteligentes
Los actores relevantes como las empresas, emprendedores y startups, deberían incorporar a la agricultura inteligente con respecto al clima, como un componente clave y estratégico en sus proyectos a mediano y largo plazo.
Es lógico que cada país siga un camino diferente en el proceso de adoptar la agricultura inteligente con respecto al clima y que la falta de políticas y recursos limite su implementación. Pero es imperioso crear herramientas para evaluar las posibilidades, identificar soluciones de compromiso, fijar prioridades en cuanto a las inversiones y determinar el lugar por donde comenzar a adoptar este tipo de agricultura.
La transformación hacia un sistema alimentario inteligente con respecto al clima tiene que dejar de ser pensada como un sueño para pocos. Nuestra capacidad de producir un 70 % más de alimentos en 2050 para alimentar a la población mundial en el futuro va a depender de que todos los que pertenecemos a este ecosistema consigamos cambiar nuestras prácticas agrícolas para ser 'climáticamente inteligentes'.