Julio César López Vázquez, presidente de Fegaes, analiza la figura del expendedor en las gasolineras españolas
El futuro del repostaje en las gasolineras
Julio César López Vázquez, presidente de Fegaes
30/08/2023Además, el expendedor atendía a los clientes, recibiéndolos y dándoles la bienvenida. Una vez recibido el cliente, el expendedor operaba los surtidores para servirle su repostaje. Estos surtidores solían ser de un solo producto; si la gasolinera tendía varios productos, cada uno de ellos se servía desde un surtidor distinto, por lo que este debía, en muchas ocasiones, ayudar al cliente a identificar cuál era el surtidor en el que se debía que situar para posteriormente despacharle el combustible.
Al finalizar el repostaje, el propio expendedor era el encargado de realizar la transacción del pago. Por aquel entonces, los cobros se realizaban casi todos en efectivo; los expendedores llevaban consigo una cartera a la cintura o una bandolera, en la cual disponían de cambio y guardaban el dinero de los repostajes. Las pocas transacciones que no se hacían en efectivo, se facturaban a final de mes, y eran los expendedores los encargados de proporcionar los recibos, facturas o albaranes de crédito a tal efecto.
Foto: Juan Miguel Pando Barrero. Archivo Pando, IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte.
A menudo, el expendedor tenía formación para revisar el aceite, líquido de frenos, anticongelante o agua, así como la presión de aire de los neumáticos, ayudando e informando de estos niveles a los clientes. En algunos casos, también limpiaban los parabrisas de los coches y camiones que pasaban a repostar.
Además, los expendedores eran los encargados de mantener en perfecto estado la gasolinera; se aseguraban de que los surtidores funcionasen correctamente y de que todo estuviese limpio y ordenado.
Las responsabilidades exactas del expendedor podían variar según la gasolinera, habiendo diferencias entre las gasolineras que se encontraban en el rural, en carretera o fuesen urbanas, pero en todas ellas los expendedores solían ser una gran ayuda; hacían las veces de informadores del tráfico, indicaban rutas o direcciones e, incluso, ejercían de guías turísticos, todas estas funciones que ahora hacen distintas aplicaciones en los teléfonos móviles.
Foto: Juan Miguel Pando Barrero. Archivo Pando, IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte.
La evolución del expendedor en España
Con el paso de los años y adentrándonos en la década de 1980, las gasolineras fueron evolucionando y empezaron a disponer, no solo de surtidores combustibles, sino también de pequeñas tiendas donde se vendían lubricantes y repuestos de automóvil.
Por aquel entonces, en la provincia de A Coruña disponíamos de 70 gasolineras, con un total de 458 empleos, de los cuales el 20% eran mujeres.
A mediados de la década de 1980, con la entrada de España en el mercado común europeo, el sector de dispensación de combustible en España sufrió una transformación, pasando de gasolineras a estaciones de servicio, prestando multitud de servicios añadidos. Fue un proceso gradual, impulsado por los cambios en la legislación y las necesidades del mercado.
La liberalización del mercado a partir de 1985 en España comenzó en el sector energético, incluyendo el mercado de distribución de combustibles. Esto abrió las puertas a una mayor competencia y permitió la entrada de nuevos actores en el mercado. Así, lo que era un monopolio de petróleos con un solo actor, la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima (Campsa), pasó a tener varios operadores con imágenes diferentes, como pueden ser Repsol, Cepsa, Ertoil, Petróleos del Mediterráneo, ENPetrol, Petronor, etc. Pese a ello, el producto solo se podía compra a Campsa.
No fue hasta la década de 1990, con la desregularización, cuando se produjo el siguiente avance en la liberalización del mercado energético, lo que permitió una mayor competencia en el sector de distribución de combustibles. Esto condujo a la entrada de nuevos operadores y marcas en el mercado de las estaciones de servicio, lo que a su vez trajo más opciones para los consumidores. Es en este momento cuando empiezan a aparecer compañías extranjeras, como bp, Shell, Texaco, Fina, Elf, Esso, etc. En 1992 se terminó con el proceso de desmonopolización del sector; a partir de esta fecha, cada gasolinera pudo comprar a su propio operador.
Desde este momento, los nuevos operadores del mercado propiciaron una transformación de las gasolineras en España. A medida que avanzaba la transformación, las gasolineras apostaron por diseños más modernos y atractivos. Se buscaba crear espacios más amigables y funcionales para los conductores, incluyendo áreas de descanso, jardines, fuentes de agua potable y espacios limpios para estacionar y abastecer combustible. Algunas compañías de estaciones también incorporaron características arquitectónicas propias y distintivas para resaltar y mejorar su imagen de marca.
Esta transformación de las gasolineras en España a partir de 1985 también tuvo un impacto significativo en los expendedores. Con la introducción de nuevos servicios, tiendas, lavados, diferentes medios de pago y fidelización del cliente, y con la inclusión de sistemas informáticos en las gasolineras, los expendedores necesitaban formación para adaptarse a los cambios. Las compañías petroleras y los empresarios de las estaciones de servicio invirtieron en programas de capacitación para que los expendedores adquirieran las habilidades necesarias para operar equipos más avanzados, utilizar sistemas de pago modernos y brindar un mejor servicio al cliente. Así, los expendedores de las gasolineras en España experimentaron una transformación significativa en sus funciones, debido a la evolución de la industria de las estaciones de servicio y a los cambios en las necesidades y expectativas de los clientes.
Con esta evolución de las gasolineras en España, la atención al cliente se convirtió en un aspecto fundamental de las funciones de los expendedores. La competencia en el mercado de las estaciones de servicio llevó a un mayor énfasis en brindar un servicio de alta calidad y en satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes. Se empieza a formar a los expendedores en el trato con el cliente, se les alienta a la amabilidad y a la cortesía y a tener un trato simpático y acogedor. Desde saludar a los conductores cuando llegaban a la estación de servicio hasta ofrecer asistencia personalizada o resolver dudas y problemas, se buscaba generar una experiencia positiva y hacer que los clientes se sintieran bienvenidos y valorados.
Evolución del empleo en las EE.SS de A Coruña
Todos estos cambios tuvieron, obviamente, un gran impacto en el empleo en las estaciones de servicio, así como en el número de estaciones de servicio operativas. En este punto, vamos a analizar ese impacto en las estaciones de servicio de la provincia de A Coruña, haciendo una comparativa con los datos generales de toda España, y vamos a centrarnos en una característica muy importante: la diferenciación entre las estaciones de servicio tradicionales (aquellas atendidas por personal) muchas de las cuales están asociadas a la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña, y aquellas estaciones de servicio automáticas o no atendidas.
En el año 1980 había en la provincia de A Coruña 70 gasolineras, que contaban con unos 458 empleados, lo que supone que había una media de 6,54 empleados por gasolinera. Por aquel entonces, todas las gasolineras eran tradicionales y estaban asociadas a la Asociación Provincial de EESS.
En el año 2021 pasó a haber en la provincia de A Coruña 280 estaciones de servicio, que daban empleo a 1.627 trabajadores, con una media de 5,81 trabajadores por estación.
De esas 280 estaciones de servicio, 188 pertenecían a la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, las cuales empleaban a 1.175 trabajadores de los 1.627 totales, lo que suponía una media de 6,25 trabajadores por estación.
Por otra parte, si comprobamos el empleo que dieron las estaciones de servicio no asociadas en la provincia— muchas de ellas son gasolineras automáticas y sin personal— en 2021, comprobamos que los datos de empleo ya son mucho peores: un total de 92 gasolineras no asociadas, solo dan empleo a 452 trabajadores con una media de 4,91 trabajadores por gasolinera, muy por debajo de las gasolineras asociadas, que son todas atendidas y con expendedores.
Atendiendo a estos datos, podemos observar que, con el paso de tiempo, y a pesar del aumento del número de estaciones de servicio, la media de trabajadores por estación bajó casi en un trabajador en el cómputo total de todas las gasolineras, sin embargo, esa pérdida fue mucho menor entre aquellas estaciones de servicio que forman parte de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña. Cabe destacar que todas las estaciones de servicio asociadas son tradicionales, es decir, atendidas por personal.
La media de empleados de las estaciones de servicio asociadas también es muy superior a la media de empleados en el conjunto de estaciones de servicio de España. En el año 2021, en España había 11.950 gasolineras, que daban empleo a 50.569 trabajadores, lo que suponía 4,23 trabajadores de media por estación, muy lejos de los 6,25 empleados de media de las gasolineras pertenecientes a la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña.
Con estos datos encima de la mesa, podemos deducir que, cada vez que abría una nueva estación de servicio en la provincia de A Coruña, tradicional y atendida, se creaban más de 6 puestos de trabajo directos en la zona. Esto era así hasta el año 2021, pero a partir de ahí todo cambió.
En el año 2022 se abren cinco estaciones de servicio más en la provincia, pasando a haber un total de 285; sin embargo, el total de empleados no solo no sube, sino que baja ligeramente, quedándose en 1.518 trabajadores, por lo que la media por estación de servicio en la provincia pasó a ser de 5,32.
A pesar de ello, la situación de las estaciones de servicio asociadas es totalmente distinta. En el año 2022, el número de estaciones pertenecientes a la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio sube a 202, todas ellas tradicionales y atendidas por expendedores, que daban empleo a un total de 1.262 trabajadores, quedando la media de empleados en las estaciones de servicio asociadas de nuevo en 6,25.
No obstante, en las estaciones de servicio no asociadas pasó justo lo contrario. En total, en 2022 eran 83 las gasolineras no asociadas y daban empleo a 256 personas, lo que supone una media de 3,08 trabajadores por instalación, es decir, menos de la mitad que en aquellas estaciones sí asociadas y casi dos puntos menos que el año anterior. El porqué de esta caída se debe, fundamentalmente, a que la mayor parte de las aperturas de los últimos años fueron de gasolineras automáticas y sin expendedores.
Es importante destacar que la presencia de gasolineras sin expendedores puede variar según la región, destacamos su gran implantación en Cataluña, Comunidad Valenciana o Andalucía. Este fenómeno también está apareciendo en Galicia, y con mucha fuerza en la provincia de A Coruña. Algunas regiones intentaron poner restricciones legales o normativas que limitasen o prohibiesen este tipo de estaciones de servicio, pero al final no prosperaron. En nuestra comunidad, por el contrario, se facilitó su implantación por parte de las administraciones.
Cabe destacar que este tipo de estaciones de autoservicio suelen pertenecer a grupos empresariales externos a Galicia, que buscan la venta de un volumen importante de litros, pero cuyos beneficios no se quedan aquí. Su implantación se da, sobre todo, en ciudades o cabeceras de comarca, pero que pueden afectar a las gasolineras tradicionales del rural gallego, que estos últimos años están sufriendo una importante reducción de beneficios, llegando muchas de ellas a entrar en pérdidas y tener que cesar su actividad.
Este fenómeno puede desencadenar que muchas gasolineras pequeñas y con ventas reducidas acaben por convertirse en automáticas, con la consiguiente pérdida de empleo en el sector, que, por otro lado, ya estamos apreciando, y que otras muchas estaciones de servicio de las zonas del rural terminen cerrando sus puertas, creando zonas de sombras energéticas o desabastecimiento en nuestros pequeños pueblos de Galicia.
El futuro de los expendedores
En cuanto al futuro de los expendedores en las estaciones de servicio en España, es importante considerar las tendencias actuales y los avances tecnológicos que están ocurriendo en la industria. Con el avance de la tecnología, es posible que veamos un aumento en la automatización de las estaciones de servicio de forma general en todo el país. Esto significa que algunas tareas que tradicionalmente realizaban los expendedores, como despachar combustible, podrían ser realizadas por sistemas automatizados, pudiendo aparecer gasolineras mixtas con surtidores en autoservicio (algunos casos ya existen, sobre todo en Galicia). Esto podría reducir la demanda de expendedores y reducir considerablemente los puestos de trabajo y la demanda de empleados, cosa que ya está sucediendo en la provincia de A Coruña.
Para adaptarse a los cambios en la industria, algunas estaciones de servicio están diversificando sus servicios y ofreciendo más que simplemente combustible. Estas estaciones de servicio pueden incluir tiendas de conveniencia y supermercados de cercanía, servicios de lavado de coches, áreas de descanso, puntos de carga para vehículos eléctricos, cafeterías, restaurantes, lavanderías, lavado de mascotas, talleres, recogida de paquetería, comercialización de electricidad y gas, etc. Esto está generando nuevas oportunidades de empleo en roles relacionados con la atención al cliente y la gestión de servicios adicionales, convirtiéndose los expendedores en comercializadores de todo tipo de servicios.
“En el futuro a corto plazo, con la creciente demanda de VE y el impulso hacia una movilidad más sostenible, se producirán grandes cambios en las estaciones de servicio”.
En el futuro a corto plazo, con la creciente demanda de vehículos eléctricos y el impulso hacia una movilidad más sostenible, se producirán grandes cambios en las estaciones de servicio. Las gasolineras tendrán que incorporar a su oferta nuevos productos, como son los combustibles sintéticos, biocombustibles, eco-combustibles, autogás GLP, biogás, GNC, GNL, hidrógeno, amoníaco, metanol, etc., además de los puntos de carga eléctrica, pudiendo tener hasta 14 productos diferentes en una misma estación, por lo que se hará necesaria la capacitación de expendedores para atender y asesorar a los usuarios de estos nuevos compuestos, algo que tendrán muy complicado aquellas gasolineras que sean autoservicio.
En resumen, si bien la automatización y los avances tecnológicos pueden tener un impacto negativo en la demanda de expendedores en las estaciones de servicio en España en estos momentos, es probable que se mantenga la necesidad de atención al cliente y servicios especializados de cara al futuro. Los expendedores deberán adaptarse a los cambios en la industria y desempeñar un papel clave en la transición hacia una movilidad más sostenible y en la prestación de servicios más amplios en las estaciones de servicio. Pero debemos tener en cuenta que esto pasará siempre que presten un servicio muy diferenciado, profesional y cercano, es decir, siempre que el cliente pueda diferenciar el servicio de valor añadido que el trato humano brinda con respecto al trato con una máquina y la tecnología avanzada.
Otro problema que se está dando, y que complicará la existencia del expendedor, es la dificultad que existe en España para encontrar personal que quiera trabajar de expendedor en este momento, pues nadie quiere trabajar domingos o festivos, por lo que muchas empresas están pensando en transformar su gasolinera en autoservicio los fines de semana. El inconveniente de esta medida es que, si el cliente se acostumbra a realizar el suministro por su cuenta, puede que cada vez más se amplie este servicio automatizado a todos los días de la semana.
El futuro nos dirá que sucederá y si seguirá habiendo expendedores. Todo dependerá de los avances tecnológicos, del cliente, de las empresas y también de los propios expendedores. A mí, personalmente, me encantaría seguir trabajando en una gasolinera con expendedores. Ojalá se cumplan mis deseos.