La red de estaciones de servicio registró un aumento del 2,3% en 2022
La red española de estaciones de servicio alcanzó a finales del año pasado los 12.084 puntos de venta, lo que supone un incremento del 2,3% respecto a las cifras de 2021 (274 nuevos puntos de venta), según los datos recogidos en la Memoria 2022 de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). La mayor parte de este incremento se concentró en la categoría ‘Otras marcas’, las cuales sumaron 263 nuevas instalaciones en el mercado nacional durante este periodo.
“El 2022 fue un año marcado por el estallido de la invasión de Ucrania por Rusia que, aunque afectó a muchos ámbitos económicos, nuestro sector experimentó muy particularmente su impacto en los mercados del crudo y los productos petrolíferos. Por un lado, por la volatilidad e incertidumbre en los precios y, por otro, por la amenaza de falta de suministro”, apuntaron desde la AOP
Del mismo modo, la memoria señala que a finales de 2022 el porcentaje más numeroso de estaciones de servicios resultó el de aquellas integradas en la red de socios de la AOP con 6.143 puntos de venta, un 51% del total. Si lo comparamos con los datos del año 2012, esta cifra representa una caída aproximada de doce puntos porcentuales a lo largo de la última década.
Por operadoras, las primeras posiciones recayeron sobre Repsol (3.304 estaciones de servicio, nueve menos que a cierre de 2021), seguida de Cepsa (1484, once más), bp (781, tres menos) y Galp (474, cinco menos).
En cuanto a las gasolineras incluidas en la categoría ‘Otras marcas’ —en la que se contabilizan los puntos de venta propiedad o abanderadas por las empresas de la Asociación de Operadores Independientes del Sector Energético (UPI), las de bajo coste, desatendidas y aquellos que operan bajo su propia marca (libres)— aumentaron en 263 unidades, lo que supone un incremento del 5,51% respecto a las cifras de 2021.
En esta ocasión, las gasolineras que forman parte de la oferta de servicios de hipermercados aumentaron su presencia en el mercado español con cinco nuevos puntos de venta (322 en total), lo que supuso una subida del 1,5% en comparación con las cifras de 2021. Pese a que esta subida no fue muy pronunciada, este dato rompe la tendencia descendente que se mantenía desde el año 2019.
Coyuntura internacional
Según recoge la memoria de la AOP, durante el año 2022, la inflación y los precios de la energía se convirtieron en los principales focos de atención. La invasión de Ucrania por parte de Rusia provocó una serie de efectos indeseados en todo el mundo. Europa, especialmente afectada, sufrió una escasez de trigo y graves consecuencias energéticas debido a las restricciones en las importaciones de gas y petróleo rusos.
En España, el precio de la electricidad alcanzó niveles sin precedentes, llegando a los 209,4 euros de media por megavatio hora, casi duplicando las cifras registradas en 2021. Mientras tanto, el precio del crudo también alcanzó récords históricos, rozando los 140,0 dólares el barril Brent en marzo de 2022.
Entre 2012 y 2022, se dio una caída aproximada de doce puntos porcentuales en el número de estaciones de servicio que representa la AOP.
“Porque si antes hablábamos solo de sostenibilidad, la invasión de Ucrania ha puesto encima de la mesa que la independencia energética es también un elemento clave para diseñar la estrategia europea y española para alcanzar la neutralidad de emisiones. Si bien la sostenibilidad es importante, no debe descuidarse el objetivo de disminuir nuestra dependencia de terceros países, y en eso los ecocombustibles son un recurso clave”, señaló Andreu Puñet, director general de la AOP.
La guerra de Ucrania desencadenó una gran incertidumbre y volatilidad en el mercado del petróleo y sus derivados. Los precios se dispararon entre marzo y junio, marcando máximos desde 2008. Sin embargo, a medida que las incertidumbres sobre el crecimiento económico persistieron, los precios experimentaron una bajada durante el tercer cuatrimestre de 2022.
A lo largo del año pasado, la demanda mundial de crudo tuvo una tendencia descendente debido a la desaceleración de China y la reducción del consumo en varios países. Por otro lado, el apoyo gubernamental y el aumento de los precios del gas contribuyeron a estabilizar parcialmente la demanda en Europa.
En cuanto a la oferta, la disminución de la producción de crudo ruso debido a las sanciones provocó una subida de precios. Sin embargo, con la liberación de 180 millones de barriles de la reserva estratégica de Estados Unidos en marzo, los precios bajaron temporalmente. La OPEP mantuvo sus perspectivas de aumento de la oferta, pero la demanda prevista para el verano superó ampliamente este incremento, lo que llevó a un aumento de los precios.
En promedio, el precio del crudo Brent en 2022 fue de 100,5 dólares por barril, mostrando un incremento significativo en comparación con años anteriores.
La coyuntura en España
En España, el mercado también se vio fuertemente afectado por la subida de precios ocasionada por la invasión de Ucrania en febrero. La escasez en la oferta internacional de crudo y las sanciones internacionales a Rusia provocaron una escalada de precios y amenazaron con una posible falta de suministro.
En respuesta a esta situación, el gobierno implementó una bonificación de 20 céntimos por litro para los consumidores, de los cuales 5 céntimos fueron aportados por las compañías con capacidad de refino. “Además, las compañías pertenecientes a la AOP ofrecieron descuentos adicionales, llegando hasta los 30 céntimos por litro”, recordaron desde la asociación.
A pesar de la subida de precios, el consumo de combustibles aumentó respecto a 2021, y el sector del refino español pudo satisfacer la demanda, según señala la Memoria 2022 de la AOP. Además, el Plan + Seguridad Energética, publicado por el Gobierno en octubre, destacó la flexibilidad y capacidad de conversión de la industria del refino español, que continuó siendo exportadora neta de productos petrolíferos, aunque las exportaciones cayeron un 9,2% en comparación con el año anterior.
Por su parte, Andreu Puñet comentó que “nuestra industria está afrontando una transformación sin precedentes para dar respuesta a los desafíos del futuro. Celebramos que el Gobierno haya reconocido en el Plan +Seguridad Energética que gracias a las inversiones realizadas por nuestras compañías entre 2008 y 2012, dotaron a sus instalaciones de la flexibilidad necesaria para procesar crudos de distintos orígenes y calidades y de una gran capacidad de conversión para obtener más valor añadido de cada barril de crudo, España no ha tenido problemas de suministro de combustibles”.
Sin embargo, la edad media del parque automovilístico español aumentó a 13,9 años, lo que mantuvo uno de los parques más envejecidos de Europa y afectó negativamente las emisiones de CO2 del transporte por carretera. En línea con una transición energética justa, accesible y eficiente, la asociación promovió el uso de ecocombustibles como una opción de descarbonización de la movilidad.
En cuanto al mercado de productos petrolíferos en España, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de productos Petrolíferos (Cores), la importación de crudo aumentó un 13,2% en 2022 en comparación con el año anterior, acercándose a las cifras previas a la pandemia. Asimismo, las importaciones procedentes de Europa y Eurasia se redujeron considerablemente, mientras que el crudo americano experimentó un aumento significativo, especialmente desde Brasil y Estados Unidos.
Asimismo, la producción bruta de las refinerías aumentó un 7,7% con respecto a 2021, y el consumo de productos petrolíferos aumentó un 8,1%. Las gasolinas y los gasóleos de automoción registraron aumentos significativos en su demanda, con las gasolinas alcanzando la mayor demanda desde el año 2009.
El precio de los carburantes se vio afectado por los altos precios internacionales del crudo y las cotizaciones internacionales de los productos refinados. Así, durante los primeros meses de verano los precios máximos de la gasolina y el gasóleo alcanzaron 2,13 y 2,09 euros por litro, respectivamente.
A su vez, el gobierno español aprobó un nuevo gravamen, el Gravamen Temporal Energético, que afectó solo a ciertas compañías energéticas y gravó sus ventas de 2022 y 2023. “Esta medida generó controversia, ya que afectó la competitividad internacional del sector del refino y dificultó las inversiones necesarias para la transición energética y la descarbonización”, apuntaros fuentes de la asociación.
Los ecocombustibles como alternativa para el transporte
“La coyuntura geopolítica no nos ha impedido seguir trabajando por una transición energética justa, accesible y sostenible. Si algo ha marcado nuestra agenda en 2022, fue la decisión de la Comisión y el Parlamento europeos de prohibir las ventas de vehículos de motor de combustión a partir de 2035, aunque hay que destacar que la UE ha abierto la puerta a los combustibles sintéticos para la movilidad terrestre y así avanzar hacia fórmulas climáticamente neutras. Sin embargo, insistimos en que todavía queda trabajo por hacer para incluir, además, los biocombustibles sostenibles, ya que en ambos casos son neutros en emisiones de CO2”, apuntó el director general de la AOP.
En este contexto, la asociación es una de las 18 entidades que forman parte de la Plataforma para la promoción de los ecocombustibles, una iniciativa que busca impulsar el uso y la producción de combustibles líquidos renovables y neutros en carbono como una vía complementaria para la descarbonización de la economía y la reducción de emisiones.
Según los datos de la memoria, entre 2016 y 2022 se evitó la emisión de 3,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera gracias al uso de los ecocombustibles. Asimismo, los datos de Cores revelan que durante este periodo las ventas de ecocombustibles en el mercado español alcanzaron las 1,257 kilotoneladas, lo que supone un descenso del 7,5% respecto a los datos de 2021.
“Nuestro papel es seguir siendo garantes del suministro de una energía cada vez más limpia hasta conseguir que sea neutra en emisiones de CO2. Pero, además, tenemos por delante el reto de lograr una mayor seguridad energética sin comprometer la sostenibilidad y la asequibilidad de la energía. Y por eso ya estamos desarrollando modelos energéticos alternativos como el hidrógeno verde o los combustibles alternativos. Tenemos la convicción y el compromiso necesarios para que nuestra ambición se materialice en una industria fuerte e implicada con la sociedad”, concluyó Luis Travesedo, presidente de la AOP.