El resultado neto de Repsol alcanza los 1.939 millones de euros entre enero y septiembre
Repsol obtuvo un resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, de 1.582 millones de euros entre enero y septiembre de 2021, periodo en el que comenzó la ejecución de su Plan Estratégico 2021-2025. En cuanto al resultado neto, ascendió a 1.939 millones de euros entre enero y septiembre de 2021, superior al obtenido en el mismo periodo de 2019 (1.466 millones de euros), último año antes de la crisis del covid-19. El resultado neto ajustado alcanzó una cota similar a la de entonces 2019 (1.637 millones), “lo que demuestra la eficacia de la nueva estrategia de Repsol. Además, en el tercer trimestre batió al consenso de los analistas financieros que siguen la actividad de la compañía”.
La marcha de los negocios y la generación de caja derivada del escenario de mayores precios de las materias primas han llevado al Consejo de Administración a proponer a la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas una mejora del dividendo en efectivo de un cinco por ciento hasta los 0,63 euros por acción, junto con una reducción del capital social, mediante amortización de 75.000.000 de acciones propias, equivalentes a un 4,9% del capital actual de la compañía. Con este fin, el Consejo de Administración ha acordado implementar un Programa de Recompra de acciones por hasta 35.000.000 de títulos, representativas del 2,29% del capital social de Repsol.
Fuentes de Repsol apuntaron en una nota de prensa que las medidas definidas en el Plan Estratégico 2021-2025, “junto con una gestión orientada a la eficiencia, permitieron a la compañía capturar el máximo valor posible y volver a la senda de los resultados previos a la pandemia, en un contexto en el que se observó una clara recuperación de los precios de las materias primas. En paralelo, avanzó con firmeza para lograr sus objetivos de descarbonización, que reforzó con nuevas metas más ambiciosas que marcarán su transformación hacia la neutralidad en carbono en el año 2050”.
Todos los segmentos lograron cifras positivas en sus resultados, destacando Exploración y Producción, particularmente influido por la senda alcista de los precios de las materias primas. El área de Química “continuó con el desempeño excepcional observado en trimestres anteriores, Renovables incrementó su contribución al Grupo, y los negocios de Movilidad y Aviación mejoraron su comportamiento tras dejar atrás parte de las restricciones a la movilidad derivadas de la crisis sanitaria”.
La compañía logró en todos sus segmentos de negocio un flujo de caja operativo positivo, que ascendió a 3.371 millones de euros, y un flujo de caja libre también positivo en todos sus segmentos, que sumó 1.855 millones. Además, entre enero y septiembre de 2021, Repsol redujo su deuda neta un 9% (642 millones de euros) desde los niveles de diciembre pasado, hasta situarla en 6.136 millones. Por su parte, la liquidez se cifró en 9.948 millones de euros, lo que representa 2,57 veces los vencimientos a corto plazo.
Desde la compañía presidida por Antonio Brufau se destaca que durante este año Repsol ha reforzado su posición financiera con distintas actuaciones en los mercados de capitales, por lo que ya cuenta con una estrategia integral de financiación sostenible, con la que incorpora su hoja de ruta de sostenibilidad a su estrategia de financiación.
Estas herramientas facilitarán a la compañía avanzar en sus objetivos de descarbonización, “tal y como ha hecho, incluso, en el complicado contexto provocado por el covid-19. En este sentido, Repsol dio un paso más el pasado 5 de octubre, incrementando sus objetivos de generación renovable y de reducción de emisiones para acelerar su transformación hasta el año 2030. La compañía anunció además el aumento de la inversión en el periodo 2021-2025 hasta los 19.300 millones de euros, con 1.000 millones de euros adicionales con respecto a lo previsto inicialmente en el Plan Estratégico, para aumentar su generación eléctrica renovable y su producción de hidrógeno libre de emisiones, e impulsar otras iniciativas bajas en carbono. De esta forma, el 35% de las inversiones realizadas por Repsol entre 2021 y 2025 se destinará a iniciativas de bajas emisiones”.
Sólida recuperación
En los primeros nueve meses de 2021, los negocios de Repsol “recuperaron con solidez su senda de resultados previa a la pandemia, en un entorno que volvía a mostrar cifras propias de años previos a la crisis sanitaria global. La compañía desarrolló las medidas establecidas por el Plan Estratégico 2021-2025 para maximizar la rentabilidad y, en paralelo, avanzó en la transición energética de sus negocios, con nuevos proyectos y objetivos para acelerar su transformación”.
El área de Exploración y Producción obtuvo un resultado de 1.063 millones de euros entre enero y septiembre de 2021, con el que superó el resultado neutro del mismo periodo del ejercicio anterior y también los 864 millones de 2019. El área se impulsó "a partir de su eficiencia y la optimización de sus operaciones y costes, que permitieron obtener el mayor valor posible del incremento de los precios de las materias primas de referencia internacional". La cotización del crudo, añaden desde la multienergética, Brent mejoró un 65% y el Henry Hub aumentó un 68%.
Durante el año, la compañía ha vendido varios activos de Exploración y Producción. Con estas operaciones, que se unen al fin de la producción de petróleo en España y de la actividad exploratoria en varios países, el negocio avanza en su objetivo estratégico de enfocarse en las áreas geográficas donde cuenta con mayores ventajas competitivas, concentrando su presencia en catorce países y priorizando el valor sobre el volumen.
Desde Repsol se subraya el objetivo de Exploración y Producción de reducir la intensidad de sus emisiones de CO2 en un 75% en el periodo 2021-2025. La captura y almacenamiento de carbono tendrán un papel fundamental en el desarrollo de nuevos proyectos, con proyectos como el de Sakakemang, en Indonesia, que se encuentra entre los más grandes del mundo de su tipo.
El área Industrial alcanzó un resultado de 339 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 48% superior a los 229 millones del mismo periodo de 2020. El “negocio de Química tuvo un desempeño excepcional, mientras que, por su parte, Refino siguió viéndose impactado por los efectos de la pandemia y por paradas realizadas para adecuar las operaciones al entorno de baja demanda y márgenes”.
Los complejos industriales de Repsol “están poniendo en marcha importantes inversiones y proyectos que demuestran cómo la descarbonización, abordada desde la neutralidad tecnológica, puede garantizar el futuro y la rentabilidad de estas instalaciones, asegurando empleo y promoviendo riqueza para su entorno”.
El negocio de Química “tuvo un comportamiento excelente entre enero y septiembre de 2021, impulsado por una sólida demanda y unos fuertes márgenes internacionales, que llegaron a tocar máximos históricos en el segundo trimestre del año. Al mismo tiempo, continuó su apuesta por una química eficiente, con productos más sostenibles, de alto valor añadido y enfocados a la economía circular. En este sentido, Repsol, que prevé invertir en este negocio 1.500 millones de euros en el periodo 2021-2025, tiene el objetivo de reciclar el equivalente al 20% de su producción de poliolefinas en 2030”.
El área de Comercial y Renovables alcanzó un resultado de 397 millones de euros, un 20% por encima de los 332 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. Las áreas de Movilidad y Aviación mejoraron su comportamiento, una vez superadas las férreas restricciones a la movilidad que se vivieron en gran parte del mundo en 2020, a lo que se añadió un buen desempeño de Renovables y Generación Baja en Carbono.
La compañía continuó reforzando en los primeros nueve meses de 2021 su apuesta por una movilidad más sostenible, sirviéndose de la digitalización y poniendo al cliente en el centro de sus decisiones. En el ámbito de la recarga eléctrica, anunció que contará con más de 1.000 puntos públicos de recarga en España a finales de 2022, y puntos de recarga rápida o ultrarrápida cada 50 kilómetros en las principales rutas del país.